Casi medio siglo de lucha. Hace 47 años Steve DeAngelo organizó las primeras conferencias de activistas por la legalización del cannabis en Washington DC, la capital de federal de Estados Unidos.
Desde entonces nunca se detuvo y siempre mantuvo una mirada donde el cannabis es uno, más allá de sus usos. Para DeAngelo la planta debe entenderse, ante todo, como una posibilidad de bienestar.
Así, las fronteras entre el uso medicinal y no medicinal, no es más que un límite impuesto por la resistencia prohibicionista.
DeAngelo vive en California, y entre las muchas actividades en las que sigue activo, es el director general del Centro de Salud Harborside, un verdadero espacio de referencia para el cannabis medicinal del que casi 300 mil personas obtienen su medicina.
DeAngelo siempre estuvo un paso adelante. Su dispensario fue el primero en despachar cannabis legal para uso adulto en el estado de California
DeAngelo abandonó Washington DC hace muchos años. La mudanza nació de una decepción. En 1998, Steve fue uno de los principales referentes de la llamada Iniciativa 59, que buscaba la regulación del cannabis medicinal en aquella ciudad.
Pero, a pesar de ganar por casi un 70% de votos favorables, el Parlamento evitó que la voluntad popular se hiciera realidad.
Lejos de frenarlo eso puso en marcha toda su potencia en la costa este. Siguió trabajando con grandes activistas como Jack Herer y Dennis Peron.
Finalemente, en 2006 abrió las puertas de Harborside que hoy produce gran parte del cannabis que se dispone para el público.
De hecho, el 1 de enero de 2018, fue en sus mostradores donde se realizó la primera venta legal de cannabis para uso adulto en California.
Pese a ser ya un referente dentro de la industria legal, DeAngelo sabe que la legalización no es color de rosa. Por eso su último proyecto es la organización Last Prisoner Project.
El objetivo: realizar campañas que apuntan a reparar las consecuencias de la prohibición en las poblaciones más vulnerables. El norte es que no queden presos por las llamadas “ofensas menores” vinculadas al cannabis.
Una charla con un luchador histórico que ya está instalado en el futuro del cannabis legal.
Una vida cannábica
¿Por qué el cannabis se volvió tu causa?
Parte de eso fue personal, cuando era adolescente conocí a la planta de cannabis por primera vez y me enamoré, supe que iba a ser parte de mi vida. Tampoco quería ser perseguido por eso, así que convertí a la legalización del cannabis en mi misión. Era necesario para mi libertad. Después estudié la prohibición del cannabis y me enojé muchísimo por cómo me mintieron, y me convencí de que el cannabis era la única manera de alcanzar los cambios que quería hacer en el mundo: todas las causas que me importan tocan el cannabis de alguna manera.
¿Cuánto afectó tu vida?
En el camino de intentar legalizar el cannabis fui un objetivo del Gobierno. Intentaron borrarme, intentaron allanar mis negocios, intentaron hacer todo lo que pudieron menos llevarme a prisión. Tuve suerte de que eso no sucediera.
“El cannabis ayuda a tantas personas de maneras tan diferentes. Creo que el mundo necesita mucho esta planta ahora, eso me permite superar todos los miedos”
¿Tuviste miedo en algún momento?
Sólo un tonto no tendría miedo de pelear con el poder más grande del mundo: el gobierno de los Estados Unidos. Muchas veces tuve miedo. No sabía si una mañana llegaría a mi dispensario de cannabis medicinal o si podría llegar a mi casa a la noche o si los agentes federales me llevarían a prisión. También me preocupan las personas a las que les brindamos cannabis, muchos dependen de nosotros. Pero seguí al ver cómo el cannabis ayuda a tantas personas de maneras tan diferentes. Creo que el mundo necesita mucho esta planta ahora, eso me permite superar todos los miedos. Tengo suerte, hay otras personas que han hecho lo mismo que yo y que terminaron en prisión por muchos años.
Claroscuros de la legalización
El escenario parece abrirse, ¿cuáles son los principales obstáculos para terminar con la prohibición?
Uno tiene que ver con la ignorancia, en las últimas décadas en todo el mundo a la gente se le hizo propaganda falsa sobre el cannabis mediante los medios en los cuales confiaban: universidades, el gobierno, centros de salud. Hay mucha confusión sobre la ciencia y la verdad del cannabis. Ese es un punto clave.
“La dirección del viento está a nuestro favor. Creo que los políticos van a acordar con cierto progreso pero sólo si los impulsamos para eso”
¿Y el otro?
Las limitaciones a los procesos de legalización. En Estados Unidos tenemos un gran ejemplo. Aunque hayamos hecho un gran progreso en algunos estados, el Gobierno Federal sigue posicionando al cannabis en la misma categoría que la heroína.
¿Y qué expectativas tenés de Joe Biden, el nuevo presidente?
Biden va a hacer cosas por el cannabis si lo presionamos para eso. Él fue uno de los que colaboró para que en los 80 y los 90 haya encarcelaciones masivas. Estados Unidos tiene el 5% de la población mundial pero el 25% de todos los prisioneros del mundo. Tengo mis sospechas de Biden porque conozco su historia. También las tengo con Kamala Harris: fue una de las que se encargó de la persecución de miles de usuarios de cannabis en California, muchos siguen en prisión hoy.
Es decir, no hay que relajarse
Para nada. Creo que los dos son oportunistas, van a ir en la dirección del viento político, que ahora está soplando en nuestra dirección. Creo que los políticos van a acordar con cierto progreso pero sólo si los impulsamos para eso.
En líneas generales, ¿qué es para vos lo mejor y lo peor del nuevo escenario de la legalización que avanza en tu país?
Para Lo mejor es que mucha gente menos va a prisión. Lo peor es que mucha de las personas que se sacrificaron durante la prohibición por tener la planta, ahora está siendo dejadas de lado de la industria legal. Estamos viendo el avance de las organizaciones a las que no les importa si lo que venden es cannabis o petróleo, sólo quieren hacer dinero. Es muy perturbador.
Ya que mencionás el petróleo, ¿qué aporte crees que puede hacer el cannabis en la lucha por frenar la destrucción de los recursos naturales?
Es muy importante estudiar la planta y sus miles de usos. Si pudiéramos sembrar millones de hectáreas de cáñamo, podríamos ayudar a parar el calentamiento global. Es una gran industria para el planeta.
“No tenés que estar enfermo para beneficiarte de la planta. Puede mejorar tu paciencia, despertar los sentidos del juego, tu creatividad, te ayuda a estar en contacto con la naturaleza y a resolver conflictos”.
¿Cuán urgente crees que hay que dar ese paso?
Esta generación de jóvenes tiene la misión más noble y terrible: es la generación que va a determinar si este planeta va a ser habitable para las demás generaciones. Su trabajo es preservar este planeta para las futuras generaciones. Estoy muy triste y me horroriza que esta sea la tarea que los jóvenes deban llevar a cabo. Pero estoy feliz porque pienso que son la generación más inteligente: buscan más información, sintetizan nuevas ideas y toman acción.
Todo uso es terapéutico
Siempre te opusiste al límite entre la idea del cannabis medicinal y el “recreativo”, ¿por qué?
Es que no tenés que estar enfermo para beneficiarte de la planta. Cualquiera puede hacerlo. Incluye cosas como la habilidad de mejorar tu paciencia, de despertar los sentidos del juego, de expresar tu creatividad, estar en contacto con la naturaleza, de resolver conflictos. El cannabis puede ayudar al músico a encontrar la nota perfecta, a un poeta a encontrar una palabra o transformar una caminata por el parque en una salida espiritual. No sólo se trata de drogarse y escapar.
Si bien, es una diferencia forzada, ¿crees que aún es gran un problema resolver los prejuicios sobre el uso adulto de la planta?
Lo que la mayoría de la gente no sabe es que podés morir por alcohol, podés morir por productos farmacológicos, pero no podés morir por cannabis, nunca nadie murió por cannabis. Muchas de las otras cosas que le explico a la gente es el rol que el cannabis juega en nuestro cuerpo. Hablo del sistema endocannabinoide y explico que es el sistema neurotransmisor más extenso de nuestro cuerpo. Su propósito es mantener el balance natural de nuestro cuerpo. Eso puede ser persuasivo para eliminar los miedos que tiene la gente hacia el cannabis.
El gusto de la esperanza
Suponemos que todo este trabajo a favor de la planta tiene que ver también con un amor personal, ¿cómo fue tu primer encuentro con el cannabis?
Estaba en lo de un amigo. Al principio no sentí nada y me volví a mi casa. A la vuelta tenía que pasar por un parque y empecé a sentir el sol ponerse, mis pies se caían en las hojas, podía olerlas, escuchaba cómo las pisaba. Después sentí el agua cayendo de una fuente, sentí el sol en mi cuello y cómo salía el sudor. Me sentí muy conectado, sentía que era una parte más de todo lo que me rodeaba, fue una sensación intensa. Salí del parque sabiendo que algo maravilloso me había pasado, no sabía bien exactamente qué pero ahora mirando atrás sé que fue mi primera experiencia espiritual. Esa experiencia me hizo saber que el cannabis iba a ser una parte de mí para siempre.
“El cannabis tiene algo para cada uno. No importa qué haga la persona, todas las habilidades pueden combinarse con esta planta”
¿Tenés una variedad favorita?
Es muy difícil de encontrar, es la Neville’s Haze original. Tiene dos cosas que aprecio mucho del cannabis: es una variedad sativa pura y es muy muy fuerte. Siento alegría, energía, una sensación de bienestar. Podés dejar salir tus ideas. Me encantaría compartirla con Pancho Villa.
¿Y qué significa el cannabis para vos?
El cannabis tiene algo para cada persona. No importa qué haga la persona, todas las habilidades pueden combinarse con esta planta. Si podemos conocerla podemos hacer grandes cambios, por eso es la esperanza para el planeta. La Madre Tierra nos está llamando a través de la planta y de forma urgente: si no tomamos acción en la forma que nos comportamos no va a existir nada para las próximas generaciones.