Alemania es el segundo importador de cannabis más grande del mundo. Tan solo es superado por Israel.
Según un informe del Parlamento germano, el país europeo importó el año pasado un total de 3.032 kilogramos de cannabis para uso terapéutico, con un una inversión cercana a los 6 millones de euros.
Sin embargo, la demanda no para de crecer y el mercado no llega a abastecer a los miles de usuarios que necesitan de la planta para mejorar su calidad de vida, aunque la legislación local también permite el autocultivo para fines medicinales desde 2017.
“Recibimos comentarios increíbles. Esto nunca había sucedido en ninguna de las farmacias: hasta nos hacen regalos. La gente nos dice que cambiamos sus vidas”, dice el farmacéutico Tobias Loder
Por ello, para que ningún alemán se quede sin su aceite o cogollos, se creó una red de farmacias especializadas en cannabis y que también siguen médicamente el tratamiento del paciente.
Según la legislación alemana, en el suministro de cannabis se exige que exista un trato atento entre el paciente y el farmacéutico, quien tiene jerarquía médica.
Pequeños gigantes
Además, en aquel país no se permite que una empresa posea más de cuatro farmacias físicas. Tal es así que en el país todavía se mantiene la tradición de pequeñas boticas locales que pueden dar un trato personalizado, en contraposición de las grandes cadenas.
Si bien todas las farmacias pueden comercializar cannabis, Lux 99 es el primer local que se dedica exclusivamente a la venta de las flores, aceite medicinal, cremas y demás derivados de la planta.
En Alemania, todos los seguros médicos tienen la obligación de cubrir el 90% del costo del medicamento a base de la planta
Se ubica en la ciudad de Colonia y, hasta el momento, no se permiten visitas. Solamente se realizan pedidos por correo.
El fundador de Lux 99 es Tobias Loder, un farmacéutico que se encuentra al frente de la lucha por el acceso al cannabis en Alemania, donde recién este año se puso en comercialización la primera cosecha del país.
“Amo a la gente, quiero ayudarlos. Integrar el cannabis en mi farmacia parecía algo natural para mí. Pude ver, desde la década de 1990, que el impacto médico del cannabis era impresionante”, cuenta Loder.
Loder es uno de los fundadores de la Asociación de Farmacias Suministradoras de Cannabis (VCA, por sus siglas en alemán), que fue creada en 2018.
“Creamos el VCA porque reconocimos quetodavía hay muchos problemas: seguros, médicos, disponibilidad. Actualmente tenemos 35 farmacias afiliadas y empresas que conforman otras partes críticas de la cadena de suministro”, dice Loder.
En Alemania, la legislación para el acceso al cannabis logró una impronta más social que comercial. Allí, todos los seguros médicos tienen la obligación de cubrir el 90% del costo del medicamento a base de la planta.
Esto hizo que más gente pueda dejar los estigmas en relación a la marihuana y animarse a probar sus beneficios. En este sentido, el asesoramiento de las farmacias fue clave.
“La gente parece saber que los tomamos en serio. No discriminamos ni estigmatizamos, y recibimos comentarios increíbles. Esto nunca había sucedido antes en ninguna de las farmacias: hasta recibimos regalos. La gente nos dice que cambiamos sus vidas”, dice Loder.