Las plantas de cannabis pueden ser hembras, machos, incluso hermafroditas. Las hembras son las únicas que van a darnos lo que tanto buscamos: cogollos. Te dejamos una guía para reconocer el sexo de tu planta.
Generalmente a partir de que una planta nacida de semilla tiene entre 4 y 6 nudos (de seis a ocho semanas de vida) se encuentra genéticamente preparada para sexar, es decir, revelar su sexo. Algunas de ellas lo hacen rápidamente y otras demoran un poco más.
La planta hembra muestra unos “pelitos” en forma de V. Mientras que la planta macho se manifiesta con la aparición de unas pelotitas ovaladas.
Qué hacer con una planta de sexo masculino
Salvo que querramos obtener semillas, ni bien se detecta un macho, se recomienda retirarlo, ya que cuando la planta hembra es polinizada se ralentiza la producción de flores y de resina, puesto que la energía de la planta va a destinarse a la producción de semillas.
Hay que prestar atención siempre durante el período de floración a los cogollos en formación para asegurarse de que no haya ninguna flor macho, ya que a veces aparece tan sólo un racimo que poliniza las plantas.