El riego es mucho más que tirar agua sobre el sustrato. En todo cultivo puede haber situaciones que no son ideales, pero la hidratación de la planta es clave.
Tirarle un chorro o un baldazo logra que la planta se hidrate, pero arruina por completo la capacidad de absorción y de drenaje del sustrato.
Eso genera un incorrecto desarrollo de las raíces, bajando el rendimiento y la calidad de la cosecha. Además hace que la planta sea más susceptible a plagas y enfermedades. Idealmente tenemos que usar regadera o manguera con dispersor.
Cuándo regar
El mejor momento del día es cuando haya bajado el sol. Para saber si la planta necesita agua, se pueden observar distintos indicadores.
El más obvio es si la planta está deshidratada, aunque nunca es conveniente llegar a este punto ya que el sistema radicular se ve afectado y la planta puede sufrir de estrés hídrico, lo que perjudica su desarrollo.
En una deshidratación las hojas están muy caídas durante el día. Una planta deshidratada demora entre 15 y 30 minutos para volver a levantar sus hojas luego del riego.
El sustrato es otro indicador, si éste se encuentra visiblemente seco es momento de regar. En algunos casos la superficie se ve seca pero hay agua en el interior.
Por eso que conviene hacer un pequeño pocito de 2 cm aproximadamente hacia abajo para chequear si dentro del contenedor hay o no humedad. Si el sustrato está seco unos centímetros bajo la superficie, es momento de regar.
Además, podemos levantar la maceta para conocer su peso cuando está seca y cuando está húmeda. Y una vez que conozcamos esa diferencia esto también nos puede servir de indicador para saber si debemos regar o no.
Cómo hacer el riego
Lo ideal es regar en forma lenta, pareja y pausada, como si se cebara un mate, siguiendo la circunferencia de la maceta de adentro hacia afuera en espiral. Es importante evitar que se forme un charco en la superficie.
Lo ideal es regar en forma lenta, pareja y pausada, como si se cebara un mate, siguiendo la circunferencia de la maceta de adentro hacia afuera en espiral
Si la capa superficial del sustrato está muy compactada y seca, es conveniente removerla un poco para quebrar esa compactación, también se puede agregar un poco de sustrato en la superficie para que el agua penetre con mayor facilidad.
Si el pan entero de sustrato se compacta y queda espacio en los bordes entre el pan y la maceta, hay que agregar más sustrato para disminuir la cantidad de agua que se escurre por los costados.
Luego del primer riego, la capa superior del sustrato estará húmeda, facilitando que el agua penetre sin encharcarlo.
Algunas recomendaciones para el riego
El uso de bandejas o platos debajo de las macetas es útil. No solo sirve para no mojar el lugar donde están las plantas, sino también, ante todo, como una herramienta de riego.
Así el agua no solo no se pierde sino que puede ser reabsorbida por el sustrato. Por lo general, si a las dos o tres horas el plato se vacía es porque el agua es reabsorbida.
Esto es síntoma de que el riego no ha mojado por completo el sustrato y, de no estar el plato debajo, el riego de la planta no sólo podría ser insuficiente, sino que no nos daríamos cuenta.
Otro aspecto clave es el uso de mulching: básicamente una cobertura de paja o viruta sobre la parte superior del sustrato. La finalidad es doble. Por un lado, mejora la distribución del agua de riego. Por otro, evita que el sol golpee directamente el sustrato, reduce la temperatura y permite que se conserve mejor la humedad.