La poda es una práctica de cultivo a la que muchos usuarios recurren. Este ejercicio no solo sirve para explotar al máximo los frutos de nuestras cosechas, sino que también ayuda a controlar el crecimiento de nuestras plantas, adaptándolas a los espacios de los que disponemos. Existen varias técnicas de poda, una de ellas es la poda lollipop, que presenta muchos beneficios y se puede realizar tanto en la floración como en la etapa vegetativa.
Poda lollipop
La estructura de las plantas de cannabis, por lo general, es siempre la misma: las ramas van tomando mayor tamaño mientras más se acercan a la base. La poda lollipop consiste en recortar esas ramas de la parte baja de la planta, para centralizar la producción de cogollos en la zona posterior de la vegetación. Así, la estructura de nuestra planta se asemejará a la de un chupetín: solo serán visibles los tallos y, en sus puntas, estarán los prominentes cogollos.
Beneficios de la poda lollipop
La poda lollipop no solo se utiliza por su estética. Detrás de esta técnica hay un sentido, y podemos decir que este tipo de poda es un ejercicio antiplagas. Al tener descubierta la parte base de la planta, hay mucha más circulación de aire. Así las ramas bajas, que suelen ser las zonas en donde se almacenan la mayoría de las infecciones, ya no serán una molestia. Además, cabe mencionar que podremos realizar una óptima limpieza en la base de nuestro cultivo ya que estará al descubierto.
Otro de los aspectos positivos de esta práctica es que la planta pondrá toda su energía en la parte de arriba de la vegetación, por lo que tendremos cogollos de mejor calidad.
¿Cuándo conviene realizar la poda lollipop?
Otro aspecto positivo que podemos mencionar de la poda lollipop es que es la única técnica de moldeo que se puede llevar a cabo tanto en floración como en el periodo vegetativo. Sin embargo, se recomienda practicar esta poda dentro de los primeros 15 días de la floración. De esta manera, podremos ver más fácilmente que áreas del cannabis están recibiendo menos iluminación.
Otro tipo de podas
Además de la poda lollipop, existen otras técnicas, como lo son la apical y la FIM. Pero antes que todo, es importante resaltar que, ante cualquier tipo de poda, es necesario tomar ciertos recaudos. Siempre hay que desinfectar los elementos que utilizaremos para realizar los cortes. Además, tenemos que aplicar cera en los recortes para que no se generen infecciones en la planta.
Ahora, para aplicar la poda apical lo que tenemos que hacer es podar el ápice de crecimiento de la planta. Así, las hormonas de crecimiento se trasladarán a los ápices inferiores, favoreciendo a su crecimiento. De esta manera, conseguiremos que la planta adquiera una forma de tipo arbusto. Esta práctica tiene éxito en el 99% de las veces.
Por otro lado, tenemos la poda FIM, que surgió como resultado de una mala aplicación de la técnica apical. Con esta técnica, se corta alrededor de un 20% o 50% de la yema principal, de manera que, a partir de ese corte, surjan otras tres o más ramas adicionales.
Eso sí, la poda FIM no nos garantiza un resultado certero. No sabremos cuantas ramas exactas surgirán a partir del recorte, y existe la posibilidad de que se acaben desencadenando los efectos de la poda apical. Después de todo, la técnica FIM surge, justamente, a partir de la técnica apical.
¿Qué hacer con las ramas cortadas?
No es necesario tirar todas esas ramas que sobran luego de la poda. De hecho, las podemos reutilizar y hacer esquejes. El esqueje sirve para “clonar” una planta, es por eso que se suelen aprovechar las ramas recortadas de las podas para aplicar esta técnica.
Las ramas que más sirven para los esquejes son las que se ubican en la parte superior de la planta, pues las que están por debajo de la mitad no generarán raíces. Siempre se recomienda utilizar los dos tercios superiores de la planta de cannabis, o en su defecto, utilizar la mitad superior de la vegetación,
Como realizar un esqueje paso a paso
Lo primero que tenemos que hacer es preseleccionar aquellas ramas que vamos a utilizar. Las ramas que elijamos para los esquejes tendrán que tener dos nudos como mínimo, pudiendo llegar hasta tres o cuatro.
Una vez que ya escogimos y recortamos nuestros esquejes, los pondremos en remojo con agua durante 12 horas. Luego de que pase el tiempo, tomaremos las ramas y, en sus primeros centímetros, le pondremos hormonas para enraizar.
A continuación, tendremos que tener preparado un recipiente con sustrato para esquejes, pues allí es donde colocaremos finalmente las ramas. Cuando ya hayamos hecho esto, regamos un poco el sustrato.
Para terminar con el proceso, vamos a retirar aquellas hojas que sean de un tamaño superior al que pueda soportar la rama y cortaremos los extremos de las hojas que sí conservemos.
Después, pondremos la preparación en un tupper con papel film y lo dejaremos a la luz, procurando rociarle agua diariamente.
Técnicas de doblado
La poda no es la única práctica que nos permite mantener a raya la altura de la planta y darle total provecho a su producción. También existen técnicas de doblado, como el super cropping, que nos ayudará a conseguir mejores flores.
Esta práctica consiste en doblar los tallos de manera tal que solo se vea afectada su parte interna, pero la zona exterior se mantenga en buen estado. Para esto, debemos manipular los tallos con cuidado. La respuesta de la planta ante este “daño” traerá como consecuencias cogollos más grandes. Se podría decir que el super cropping es un “mal necesario” para la planta.
El momento ideal para llevar a cabo esta técnica de doblado es en la última quincena de la etapa vegetativa, pero nunca en floración. Otra cosa a tener en cuenta es que, en caso de que dañemos la parte externa del tallo, habrá que aplicar cera para sellar y así evitar infecciones.
Esta técnica casi siempre da los resultados deseados, pero puede que esto no suceda. Sin embargo, el super cropping hará que nuestras ramas toleren más peso debido a la “cicatriz” que queda. Por lo tanto, esta práctica acabaría siendo beneficiosa de todas formas.