Las variedades con gusto y aroma cítrico tienen una larga tradición y son parte de la educación sensitiva de las personas que usan cannabis desde hace años. De hecho, el terpeno limoneno es, para muchos, inseparable del cannabis.
Sin embargo, en la historia de los aromas y los sabores, hay permanente variaciones. De hecho, en lo últimos años hubo otros perfiles conquistando el paladar cannábico.
Al menos eso es lo que observa Mahmoud Hanachi, un experimentado cultivador, jefe de genéticas senior del banco holandés Dutch Passion.
Hanachi cree que en los últimos años hemos visto un pico de popularidad para las variedades que tienen un perfil más de gasolina, kerosene o diésel.
A su juicio, estamos “llegando al techo” de esas genéticas. “Este tipo de genéticas ha sido muy dominante en tiempos recientes, pero siento que ya está en su pico”, marca Hanachi.
“Pienso que ahora la gente está buscando sabores más dulzones, o algo menos invasivo que las líneas más gassy, y en esa sentido las variedades cítricas siempre tienen mucho para ofrecer”, explica.
“Con esto no quiero decir que las cepas cítricas necesariamente vayan a ser las estrellas de 2024, pero para nosotros son perfiles interesantes para criar en este momento y contexto”, detalla.
De hecho, el banco holandés tomó la delantera y se puso a trabajar en generar nuevas opciones cítricas, la Orange Bud 2.0 y la Melonade Runtz que serán lanzadas este año.
Una flor para cada cultivador
Orange Bud 2.0 surge del cruce de la Orange Bud original con una Mimosa. Es una cepa feminizada de genética híbrida, que ofrece al mismo tiempo mucho rendimiento, una cosecha rápida (9 semanas) y un “muy alto” nivel de THC. Sus cogollos son densos, con una escarcha de resina y pelos de un naranja furioso.
Pienso que la gente está buscando sabores más dulzones y, en ese sentido, las variedades cítricas siempre tienen mucho para ofrecer, son perfiles interesantes para criar en este momento y contexto”, detalla Mahmoud Hanachi jefe de genéticas del banco Dutch Passion
“Es una genética que desarrollamos en invernadero y carpas de cultivo. Al contrario de las de nuestra colección Dutch Outdoor, que ofrecen cultivos resistentes a las inclemencias que encontramos en los Países Bajos (noches muy frías, alta humedad y propensión al moho), Orange Bud 2.0 fue pensada para cultivo indoor en países con un clima frío o moderado. Aunque en lugares con temperaturas más altas puede ser cultivada al aire libre también”, desarrolla el jefe de genéticas de Dutch Passion.
Melonade Runtz viene del encuentro de Melonade (Lemon Z x Lemon Tree) con Runtz. También es una feminizada híbrida con un rendimiento muy importante.
Y si bien puede pedir unos días más de cultivo que la Orange Bud 2.0, la recompensa es su nivel “extremadamente alto” de THC.
Sus flores compactas también quedan revestidas de una fina escarcha que deja ver unos tonos multicolores que la vuelven una planta muy linda de ver y de criar.
Si bien la Melonade Runtz puede rendir en cualquier entorno, es una genética de planta grande que funciona mejor al aire libre.
No obstante, para quien quiera probarla en carpas de cultivo y obtener el mejor resultado posible, Hanachi recomienda “usar macetas grandes, una larga etapa vegetativa y bastante fertilizante orgánico”.
La variante automática también es un cruce de Melonade pero con una Auto Pink Runtz, y ofrece características en peso y pegue similares a la variedad fotoperiódica, aunque con un ciclo de cultivo un poco más largo, de 11 semanas.
“Mientras la Orange Bud 2.0 se tira un poco hacia el lado más sativa del espectro de las híbridas, la Melonade Runtz se puede sentir un poco más índica, especialmente si se la usa en cantidades grandes”, distingue el jefe genético de Dutch Passion Seeds.
“Tratamos de ofrecer algo nuevo y excitante cada año, manteniéndonos a la vanguardia en cuanto a las tendencias de la comunidad y los perfiles de nuestras plantas. Pero hay algo que no hemos negociado en toda nuestra historia: siempre tenemos algo para ofrecerle a cada tipo de cultivador.”