Argentina Regenerativa lanza este año su segunda edición: se trata de capacitaciones en cultura regenerativa, orientada a la conservación de los suelos dentro de la industria del cannabis.
El curso, propuesto por propuesto por el laboratorio de cannabis, enteógenos y política de drogas de la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ), está abierto para personas adultas, usuarias y cultivadoras, profesionales de la salud humana y no humana, agricultores, agrónomos, investigadores, asociaciones, cooperativas, microemprendedores, productores y empresarios.
“Desde el año 2017 en adelante se empezó a hablar muchísimo cannabis, de extracciones y demás, pero nunca se hablaba de los suelos. No se hablaba como prioridad de las composiciones de los suelos, de dónde se desarrolla el cannabis, y de lo que le deja después del cannabis a ese suelo”, sintetiza Anuar Peche, cultivador y director del proyecto educativo.
En diálogo con THC, Peche describe la agricultura regenerativa como un proceso que “trabaja en armonía con la naturaleza y que tiene ciertos principios para acompañar su desarrollo”.
“Los cultivadores y cultivadores somos imitadores, emuladores de la naturaleza, y muchas veces perdemos la capacidad de observación y de ver los procesos que suceden allí”, explica.
“En la década de 1940 se instaló en el mundo un tipo de práctica intensiva; se empezó a perder la práctica de procesos para darle lugar a la práctica de productos, de insumos, que busca más la productividad que la calidad. Se piensa poco en lo que se suele dejar en los suelos o en cómo se puede desgastar un suelo. Las prácticas regenerativas surgen justamente porque hay algo que enmendar”, detalla Peche.
“En la mayoría de los cultivos cannábicos que visité hay un patrón: monocultivo, terrenos desnudos o descubiertos y dietas hidrosolubles. Todo eso desgasta los suelos, no le deja nada a cambio a esos suelos por la extracción que estamos haciendo.” explica Peche
Si la agricultura intensiva interviene los suelos forestando, degradando y desertificando, la agricultura regenerativa pretende “recuperar prácticas ancestrales para proliferar la biodiversidad de especies en la vida de los suelos y en los diferentes ecosistemas que lo componen”.
Tratar de intervenir lo menos posible con labranzas, priorizando el “no till farming” o labranza cero para preservar el equilibrio de la riqueza biológica de los suelos, es una de las características de este tipo de agricultura.
También promover la “alimentación del suelo” en lugar del uso de fertilizantes nitrogenados o con sales minerales, que son hidrosolubles.
“En la mayoría de los cultivos cannábicos que visité hay un patrón: monocultivo, terrenos desnudos o descubiertos y dietas hidrosolubles. Todo eso desgasta los suelos, no le deja nada a cambio a esos suelos por la extracción que estamos haciendo. ¿Qué hay que dejarle al suelo? materia orgánica y una carga biológica”, precisa Peche.
Y agrega que si la totalidad de las plantaciones de cannabis terminan siendo monocultivos, su situación no será muy distinta a la de los cultivos de soja, trigo y similares.
Con fermentaciones y prácticas en vivo, la agricultura regenerativa en cannabis busca “convertir los residuos en recursos”, enfocándose en los procesos para que cada estudiante lleve esos conocimientos a su territorio, problemáticas y cotidianidad.
Educación en cannabis al alcance de todos y desde la Universidad
Se cursa todos los sábados presencial en la Universidad de Quilmes, ubicada en Roque Sáez Peña 352, Bernal. Y el nivel inicial puede cursarse online de forma asincrónica.
Las inscripciones para este nivel cierran este 20 de abril y para anotarse hay que hacerlo acá.
Las capacitaciones Argentina Regenerativa están certificadas por el Laboratorio de Estudios Interdisciplinarios sobre Cannabis, Enteógenos y Políticas de Drogas dependiente de la UNQ, que también tiene una propuesta de Diploma sobre cannabis y políticas de drogas.
Martín Stawski, historiador y uno de los directores del Laboratorio, cuenta que el espacio es interdisciplinario y trabaja en distintas áreas como Arte, Medicina, Jurídica y Sociales.
“Estamos posicionando un saber que académico y científico, pero que no estaba en la órbita de la academia o de la ciencia. Estamos dándole un marco a ese conocimiento que es popular pero a la vez no lo es, porque está facilitado por personas que discuten y producen conocimientos con una excelente calidad académica. Y es un proyecto sumamente interesante porque no sólo se queda en cannabis sino que avanza con todo lo que tiene que ver con el cuidado del suelo”, detalla el especialista.
Los docentes que brindan las capacitaciones son tanto del Laboratorio como externos. Stawski reivindica que el proyecto educativo es pionero porque “entendemos que el conocimiento tiene que ser social, colectivo y estar al servicio de quienes verdaderamente lo pueden llegar a capitalizar”.
Por eso celebra el intercambio que se da entre cultivadores y militantes cannábicos, la Universidad y los y las asistentes que participan de los encuentros. Argentina Regenerativa comenzó en 2023 y continuará vigente durante el 2024, 2025 y 2026, adquiriendo más complejidad y niveles (3 en total) en cada año de cursada.
De la primera edición del proyecto participaron asociaciones, cooperativas y personas de muchas localidades de la provincia de Buenos Aires.
“Priorizamos mucho la federalización, por eso agregamos la parte online que nos permite seguir avanzando en eso, nuestro objetivo principal es federalizar la información en la agricultura regenerativa en cannabis. Las personas no necesitan tener un título para cursar, y a la vez pueden tener distintas profesiones”, dice Anuar.
Y suma que “cada persona no pone solo su tiempo, sino su energía en venir y compartir con nosotros cuatro horas en la universidad todos juntos, algo que es muy enriquecedor. Argentina Regenerativa además de enseñar economía circular en cannabis sino que también fomenta la economía popular en cannabis, porque de la misma cursada ya salieron proyectos que están funcionando económicamente: gente que hace biopreparados, que monta un grow, etcétera”.
El apoyo del Estado y otras instituciones
El año pasado, el proyecto recibió apoyo del Instituto Nacional de Semillas (INASE), del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASE), del Instituto Nacional de Tecnología Agroalimentaria (INTA) y del Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES).
Profesionales de los distintos establecimientos estatales pasaron por Argentina Regenerativa para brindar charlas y acercar conocimientos. Este año, sin embargo, todavía están a la espera de respuesta tras las cartas que enviaron desde la UNQ a las distintas instituciones.
La Universidad ya declaró de interés académico al proyecto, algo que Peche destaca porque “iguala saberes” entre la academia y los cultivadores. que brindan muchos de los talleres.
“Esto es un saber popular, no necesitás 50 títulos para saber de cannabis. Y con esto contamos con un aval de una de las Universidades más prestigiosas del país”, explica.
Además, la Municipalidad local declaró el proyecto de interés cultural y municipal, un reconocimiento imperecedero que marca el pulso de un conocimiento que avanza a pasos agigantados. Este año, también llevarán adelante el congreso Argentina Regenerativa, en el marco del 5 de diciembre, día Mundial del Suelo.