La rotación de cultivos es una técnica que se utiliza en el mundo agrícola para cuidar la salud de los suelos, fortalecerlos y prevenir el desarrollo de plagas y malezas en los cultivos. Es una excelente opción para prevenir la deficiencia de nutrientes, y mejorar la producción y la calidad de los cultivos a largo plazo. ¿En qué consiste este método milenario?
¿Qué es la rotación de cultivos?
La rotación de cultivos es un método que consta de plantar distintas especies vegetales en el mismo terreno en temporadas sucesivas, evitando repeticiones. Esto es conveniente porque al plantar siempre la misma especie en el mismo lote, se extraen constantemente los mismos nutrientes del suelo. Esto puede generar deficiencias.
Además, las plagas y malezas se asientan más firmemente ya que siempre pueden alimentarse de la misma especie vegetal. De esta manera, deshacerse de los patógenos se vuelve sumamente difícil y requiere del uso frecuente de químicos.
Beneficios de la técnica
Entonces, la rotación de cultivos es favorable en varios aspectos:
1- Diversificación de exigencias de nutrientes: La rotación permite diversificar las necesidades nutricionales del suelo. Por ejemplo, el cannabis requiere de una gran cantidad de nitrógeno. Pero si en la siguiente temporada plantáramos leguminosas, estaríamos enriqueciendo el suelo con este nutriente ya que, justamente, las leguminosas fijan el nitrógeno en el suelo.
2- Control de plagas y enfermedades: Otro de los beneficios de esta técnica es que se rompe el ciclo de vida de plagas y enfermedades específicas que afectan a una especie en particular. Esto contribuirá a mejorar la salud del suelo. Además, reduciremos el uso de pesticidas que pueden ser contaminantes y perjudiciales para la salud y el medio ambiente.
3- Aumento de la biodiversidad y mejora de la aireación: La rotación de cultivos contribuye a una mayor biodiversidad en el suelo y mejora su estructura y aireación.
Esta técnica ofrece una multiplicidad de beneficios que resultan esenciales en la producción agrícola a gran escala, pero que también resultan favorables en cultivos más pequeños.
¿Qué pasa si no aplico la rotación de cultivos?
Si mantenemos un monocultivo por mucho tiempo, las consecuencias negativas serán notables. El suelo tiende a volverse menos fértil debido al agotamiento de nutrientes específicos que la planta en cuestión extrae continuamente. Además, la persistencia de un mismo cultivo favorece el desarrollo de plagas y enfermedades especializadas que se vuelven cada vez más resistentes a los pesticidas.
Este aumento en la resistencia puede llevar a un mayor uso de químicos, lo que a su vez puede afectar la salud del suelo y del medio ambiente. Como resultado, la producción agrícola y la calidad de los cultivos se vería deteriorada.
Rotación de cultivos para combatir las malezas
Un estudio de la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA) determinó la eficacia de la rotación de cultivos como técnica preventiva para el desarrollo de malezas, un problema frecuente y bastante molesto en las plantaciones agrícolas.
Las malezas, también llamada malas hierbas, son plantas aleatorias que crecen e irrumpen en un cultivo controlado. Para combatirlas, se suelen utilizar herbicidas, pero a la larga, este método deja de ser eficiente. El problema es que las malezas terminan desarrollando resistencia y continúan creciendo pese a los intentos de eliminarlas con químicos. Esto supone un verdadero problema en la agricultura local, porque en los últimos años, la resistencia de las malezas ha ido en aumento.
Resultados del estudio
Pero el estudio de la FAUBA determinó que la rotación de cultivos es una solución efectiva y sostenible para el problema de las malezas. La investigación se llevó a cabo en tres terrenos ubicados al norte de Buenos Aires y al sur de Santa Fe. Se realizaron cuatro rotaciones entre los años 2012 y 2019. Como resultados, se observó que cada una de las rotaciones dio origen a distintas especies de malezas. Además, se concluyó que una rotación más intensiva puede crear diferentes comunidades de malezas.
Como consecuencia, se determinó que la mejor opción para combatir a estos crecimientos espontáneos es implementar los cultivos de cobertura en las rotaciones, al igual que los cultivos de invierno, los cereales, las pasturas y las oleaginosas.
Además, las rotaciones son beneficiosas en un nivel económico, porque permiten ahorrar dinero en herbicidas químicos, y disminuyen riesgos. Por ejemplo, si apareciera una enfermedad y nosotros tuviéramos únicamente una sola especie plantada, la infección se propagaría a todo el cultivo, lo que podría causar grandes pérdidas. En cambio, al mantener una variedad de cultivos, los patógenos no afectan a todos por igual, limitando el impacto de las enfermedades.
¿Cómo organizar un plan de rotación?
La rotación de cultivos requiere una planificación a largo plazo para ser efectiva.
Como primer paso, hay que evaluar el estado del suelo. Idealmente, esto debería ser realizado por un profesional que pueda determinar las necesidades nutricionales del suelo y analizar qué especies de plantas son más adecuadas para la sucesión de cultivos.
Con la información obtenida, se puede establecer un plan de rotación de cultivos, donde se alternan distintas especies de plantas en función de sus requerimientos nutricionales y la capacidad de cada una para enriquecer el suelo. La idea es que la especie plantada aporte los nutrientes faltantes en el suelo debido a las exigencias del cultivo anterior.
Estos planes pueden durar años. Lo fundamental es procurar que ninguna especie se repita en el terreno para evitar el asentamiento de plagas y la deficiencia de nutrientes.