Organizaciones cannábicas nucleadas en Fecca elaboraron un anteproyecto de ley para crear el ReproCABA, un registro a crearse en el marco la ley nacional un Programa de Cannabis Medicinal y Terapéutico de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) que ya presentaron a distintos bloques de la Legislatura porteña.
De aprobarse, la ley regiría en todo el ámbito de la capital federal e implicaría un antecedente para que otros distritos del país puedan avanzar en la creación de registros propios, respetando los derechos conquistados y acelerando su implementación, dado que a nivel nacional el Reprocann realiza aprobaciones con demoras de meses.
Por otra parte, el proyecto apunta a que CABA se adhiera también a la ley industrial y pueda proveer licencias a productores de cannabis, algo que a nivel nacional continúa en pausa.
Lejos de ser una propuesta pensada sola para residentes en la capital, se permitiría el “registro turístico” que permitiría que usuarios que no viven en el distrito federal puedan acceder al cannabis legalmente.
El Registro abarcaría a todos los usuarios que acceden al cannabis y sus derivados como “tratamiento medicinal, terapéutico, preventivo, paliativo del dolor, o como tratamiento no convencional, que residan o no en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires”.
El borrador fue elaborado por la Federación Argentina de Clubes Cannábicos (Fecca) y contempla el registro de usuarios extranjeros. ¿Cómo funcionaría?
¿Qué habilitaría el “ReproCABA”?
Los objetivos del anteproyecto son “promover la investigación científica sobre el uso del cannabis, regular la producción, distribución y comercialización de cannabis medicinal y sus derivados, brindar información y capacitación a pacientes, profesionales de la salud y público en general y desarrollar campañas de reducción de riesgos y daños asociados al consumo problemático de sustancias”.
En concreto, los destinatarios directos del ReproCABA serían “todos los usuarios y usuarias que acceden a la planta de Cannabis Sativa l. y sus derivados como tratamiento medicinal, terapéutico, preventivo, paliativo del dolor, o como tratamiento no convencional, que residan o no en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires”.
Además, la norma implicaría que la CABA se adhiera al régimen de la ley nacional N° 27.669, “Marco regulatorio para el desarrollo de la industria del cannabis medicinal y el cáñamo industrial”, para regular también la inscripción de productores.
El Instituto de Cannabis de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires sería la autoridad de aplicación. Y de ser aprobada como ley, permitiría a personas que no residen en la Ciudad de Buenos Aires, argentinas o no, acceder al registro también.
THC habló con Juan Palomino y Federico Sinagra, activistas de la organización Cultivando Derechos e integrantes de la Fecca, quienes brindaron detalles sobre el proyecto y los encuentros mantenidos con diferentes bloques de la Legislatura porteña.
Un registro local para acelerar trámites y garantizar derechos
El permiso habilitaría el acceso a usuarios porteños y turísticos que, “presentando indicación médica prescritas por médicos del sistema de salud público o privado, sean usuarios de materia vegetal, aceite y otros derivados de la planta de cannabis sativa l., como tratamiento medicinal, terapéutico, preventivo, paliativo del dolor, o como tratamiento no convencional”.
También contempla el cultivo para terceros y el “cultivo en red”, haciendo especial énfasis en ONGs “que cultiven para terceros usuarios debidamente inscriptos” en el registro y que por causas de fuerza mayor no puedan cultivar.
Los destinatarios directos del ReproCABA serían “todos los usuarios y usuarias que acceden a la planta de Cannabis Sativa l. y sus derivados como tratamiento medicinal, terapéutico, preventivo, paliativo del dolor, o como tratamiento no convencional, que residan o no en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires”.
Según explica Palomino, las organizaciones de Fecca vieron que “la forma más realista de poder llevar adelante un proyecto era un registro como el ReproCABA, aunque no sabemos si ese será el nombre porque esto es un proyecto, necesitamos consenso”.
“Este registro facilitaría el posicionamiento a nivel local en cuanto al acceso al cannabis medicinal; hoy hay cualquier cantidad de usuarios, cultivadores solidarios y ONGs en CABA. Y es una ciudad que recibe personas del mundo a nivel turístico por trabajo, una de las grandes capitales de Latinoamérica”, detalla el abogado.
En esa línea, planteó que el Art. 20 de la Constitución Nacional ya garantiza a extranjeros, en suelo argentino, los mismos derechos civiles, entre los cuales estaría la salud.
Actualmente la aprobación del Reprocann a nivel nacional puede llegar a tardar más de medio año.
“La idea es que ahora sea de manera automática: los profesionales de la salud ya estarían previamente autorizados, y creemos que no hace falta una segunda verificación, mucho menos una que dure ocho meses como está pasando ahora”, explicó.
Al inscribirse, los y las usuarias obtendrían “autorización para acceder al cannabis a través de algunos de los dispositivos establecidos oportunamente en el territorio de la CABA”, que también deberían estar inscriptos.
Esto habilitaría la posibilidad de acceder al cannabis a través de dispensarios ubicados en Capital Federal: las personas podrían elegir autoabastecerse o hacerlo a través de los dispositivos inscriptos.
Para anotarse habría que presentar una nota de solicitud a forma de declaración jurada, una orden médica emitida por un profesional de salud, en caso de autocultivo, el domicilio donde se cultiva y un consentimiento bilateral informado.
Actualmente, según Palomino, hay cerca de 100 mil expedientes de Reprocann que aún esperan la “doble verificación” por parte del Ministerio de Salud, mientras que los inscriptos rondan los 300.000. Este proyecto agilizaría la obtención del permiso y lo extendería además a usuarios que no sean del país.
Una habilitación para usuarios turísticos
El Título IV del anteproyecto habla específicamente de los “usuarios turísticos”, y explica que el registro al ReproCABA será “voluntario para turistas extranjeros que previa consulta con profesional médico del Programa de Cannabis Medicinal y Terapéutico de la CABA, sean usuarios de materia vegetal, aceite y otros derivados de la planta de cannabis sativa l., como tratamiento medicinal, terapéutico, preventivo, paliativo del dolor, o como tratamiento no convencional”.
Los usuarios podrán vincularse con organizaciones debidamente registradas en el programa, y la vigencia del Registro sería sólo durante la estadía de la persona en CABA y con un máximo de un mes, pudiéndose renovar.
Además, establece que el registro para extranjeros tendrá un costo de tramitación equivalente a 75 dólares. Este canon sería un implemento novedoso y sumado al aporte de los productores inscriptos, generaría dinero para sostener la estructura del Programa.
Como estándares de posesión (para usuarios tanto locales como extranjeros), el anteproyecto menciona un “máximo de 9 plantas en floración, ya sea en 6 mts2 en interior o 15 mts2 en exterior”, y aclara que la inscripción al Registro autoriza al usuario/a y/o cultivador de terceros a transportar “40 gramos de flores secas, hasta 6 frascos de 30ml de aceite y/o 5 gr de resina/extracciones” y “12 plantines y/o 12 semillas de Cannabis Sativa L”.
La sola presentación del certificado de autorización se constituiría como “prueba fehaciente y autosuficiente de la inscripción”.
Un registro para la producción de cannabis
El anteproyecto de la ley porteña busca crear también un Registro Productivo de Cannabis Medicinal y Terapéutico, denominado REPCANN CABA.
El mismo registraría a “personas humanas y/o personas jurídicas privadas habilitadas para realizar proyectos productivos en alguna de las etapas de cultivo, producción, industrialización, comercialización, distribución y/o exportación con fines médicos, medicinales, terapéuticos, preventivos y/o científicos de plantas del género Cannabis sativa l. y sus derivados”.
De esta forma, las personas físicas o jurídicas podrían requerir uno o varios permisos:
- De Producción y Expendio de cannabis sativa l. y sus derivados;
- De Distribucion y Logistica para el transporte de cannabis sativa l. y sus derivados;
- De Importación y Exportación de cannabis sativa l. y sus derivados;
- De Comercialización de cannabis sativa l. y sus derivados;
- De Investigación y desarrollo de cannabis sativa l. y sus derivados;
- De Fitomejoramiento para el desarrollo de genéticas según normativa INASE.
- De Turismo Salud para las empresas provinciales y el traslado de extranjeros.
Para los permisos de producción, distribución, importación o exportación, comercialización y turismo salud, se establecería un impuesto del 5% sobre lo facturado para destinar al financiamiento a proyectos de investigación, gastos de funcionamiento del programa y el desarrollo de campañas de concientización y capacitaciones.
“Si se analizan los números del cannabis, podemos ver que en la actualidad se fomenta un mercado informal que ya existe. Con este proyecto proponemos y destacamos el rol de las organizaciones de la sociedad civil, las ONGs y clubes de cannabis, que hoy vienen siendo un mecanismo de acceso seguro al cannabis para cientos de pacientes. En CABA y en todo el país, es un fenómeno que se da a pesar de que la mayoría del cannabis se maneja de manera informal”, argumentó Palomino.
El borrador de la ley contempla también la creación de un “Consejo Asesor de Políticas relacionadas al Cannabis”, conformado por tres representantes de asociaciones civiles especializadas en la investigación y uso terapéutico del Cannabis que funcionen en CABA, un representante de la UBA, un representante de la Defensoría del Pueblo porteña y un representante del Ministerio de Salud de CABA.
El anteproyecto también propone que la Autoridad de Aplicación realice capacitaciones obligatorias a las fuerzas de seguridad y a trabajadoras y trabajadores del Sistema de Salud Público local respecto al uso científico, medicinal, terapéutico y/o paliativo de la planta de cannabis.
Además impulsa la realización de campañas de difusión y publicidad orientadas a la concientización y prevención de consumos problemáticos, en el marco de un protocolo de Reducción de Riesgos y Daños.
“Ahora es todo muy poco fluido, por eso creemos en la importancia de desarrollar a nivel local regulaciones que permitan una mejor fluidez, un mejor acceso a la salud y de manera segura al cannabis”, planteó Palomino.
El tratamiento legislativo del “ReproCABA”
El activista Federico Sinagra explicó que el anteproyecto, pensado para “descomprimir la situación” a nivel nacional, busca tejer consensos a lo largo de distintos partidos que forman parte de la Legislatura porteña, “generar algún grado de garantías para los usuarios y volver a poner al cannabis en la agenda política”.
Integrantes de Fecca ya mantuvieron reuniones con una veintena de representantes de los bloques legislativos de Unión por la Patria, la izquierda, el socialismo y la UCR; y tienen previsto avanzar en otros encuentros con equipos del PRO y La Libertad Avanza (LLA).
En cada reunión con los bloques, las organizaciones presentaron su fundamentación del proyecto en torno a cuatro ejes: ampliación de derechos, seguridad, beneficios económicos y turísticos para la Ciudad.
Después de mantener estas reuniones “avanzaremos con una mesa de trabajo institucionalizada, para ir armando jornadas en la Legislatura que le den sustento al debate, abriendo la participación ciudadana. Recién después el proyecto ingresaría” como parte de una iniciativa popular, explicó Sinagra.
Una vez ingresado a la Legislatura, el anteproyecto sería tratado en comisiones, donde los y las integrantes del poder legislativo analizarán el texto y elaborarán un despacho, que más tarde deberá ser tratado en el recinto en sesión parlamentaria.