En los últimos días se hicieron públicos los nuevos requisitos y modificaciones en el funcionamiento del Reprocann. La Sociedad Argentina de Endocannabinología y Terapéutica Cannábica (SAET), que nuclea profesionales de la salud especializados en cannabis medicinal emitió un comunicado al respecto.
“Desde SAET queremos compartir nuestras inquietudes acerca de los cambios recientes en el Reprocann. El 16/08/2024, el Ministerio de Salud de la Nación publicó la resolución 3132/2024, en la cual se oficializan varias modificaciones: se agregan requisitos para la inscripción de ONGs y profesionales de la salud, se limitan las actividades de los cultivadores solidarios, no se restringen las patologías y se oficializa la extensión de los permisos a 3 años.”
Entre las modificaciones que preocupan a SAET se destaca el requisito de que los profesionales de la salud que quieran prescribir cannabis deben acreditar haber cursado una diplomatura o maestría sobre el uso medicinal de la planta. Sin eso no podrán inscribir pacientes al Reprocann.
Una de las principales preocupaciones de los profesionales de las salud es la exigencia de que se deba cursar una diplomatura para prescribir cannabis medicinal: “debería ser parte de la formación de pregrado para que todos puedan complementar con esta fitoterapia e indicarla de manera segura”
“Creemos que, si bien es fundamental tener conocimientos sobre este sistema fisiológico para entender su terapéutica, este saber debe trascender las especialidades. Debería ser parte de la formación de pregrado para que todos los profesionales puedan complementar con esta fitoterapia e indicarla de manera segura”, afirma el comunicado.
Otro punto fundamental tiene que ver con las nuevas restricciones a ONGs y la limitación a los cultivadores solidarios, que ahora solo podrán cultivar para dos personas, una si estos cultivadores también se encuentran registrados como autocultivadores.
“Las restricciones a las ONGs y a los cultivadores solidarios solo añaden más barreras al acceso legal y controlado, lo que podría fomentar el crecimiento del mercado ilegal: un mercado no regulado, especulativo y sin ningún tipo de control”, sostiene el comunicado.
Para los miembros de SAET las medidas no resuelven la demanda ni la canalizan hacia espacios legales sino al contrario, vuelven más complejo el acceso a la salud al mismo tiempo que limita la posibilidad de los pacientes a recibir cannabis de uso medicinal por parte de fuentes seguras, uno de los pilares de la figura de los cultivadores solidarios.
Al mismo tiempo aseguran que, a contramano de la mayoría de las legislaciones del mundo que intentan remediar los daños producidos por las políticas punitivistas, la nueva resolución limita la participación de las personas que tienen antecedentes penales relacionados a la ley de drogas en la conformación de ONGs y asociaciones.
“Argentina no necesita sumar requisitos; necesita sumar madurez al debate. Mientras tanto, es crucial acelerar y facilitar el acceso a la planta para quienes la requieren desde una perspectiva de salud, con un Reprocann que funcione de manera eficiente, desde la inscripción hasta el otorgamiento de permisos, fomentando el acompañamiento médico”, continua el comunicado.
Para los profesionales espacializados en cannabis medicinal es absolutamente necesario “avanzar hacia regulaciones que contemplen el uso adulto responsable”.
Desde SAET también señalaron el aspecto positivo de no restringir las patologías para las que puede indicarse cannabis medicinal, un punto que generó controversia en meses pasados cuando desde el gobierno nacional se sostuvo que muchos permisos de cultivo habían sido generados en base a diagnósticos para los que no se contaba con evidencia científica que respalde el uso de cannabis.
Por otra parte, SAET destacó que haya quedado oficialmente confirmada la duración de los períodos de validez de los permisos a tres años, pero sin dejar de señalar que es absolutamente necesario “avanzar hacia regulaciones que contemplen el uso adulto responsable”.
“Así como se debate sobre el cannabis medicinal y el cannabis industrial, este tema también debe ser abordado. De esta manera, ningún recurso de salud será mal utilizado”, agrega el documento.
“Quienes nos nucleamos en la SAET hemos formado profesionales y acompañado a la sociedad desde los inicios. En este sentido, nos comprometemos, como entidad científica, a colaborar y estar a disposición de lo que se requiera para facilitar el acceso a esta fitoterapia que ha ayudado a tantos pacientes”, concluye el comunicado.