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Marihuana para la ansiedad: qué cepas y productos te ayudarán a aliviarla

El cannabis se ha convertido en una opción cada vez más popular para el manejo de la ansiedad. Sus compuestos activos pueden ayudar a reducir los síntomas y mejorar el bienestar. Descubrí cómo funciona la marihuana para la ansiedad, los cannabinoides más efectivos y las mejores formas de utilizarlo para obtener resultados óptimos.

¿Qué es la ansiedad y cómo se manifiesta?

Sentir ansiedad frente a una situación potencialmente peligrosa es normal y, de hecho, es necesario para estar alerta y cuidarnos. Pero si esto se convierte en un sentimiento constante que afecta nuestra tranquilidad diaria, puede ser señal de un problema que necesita abordarse.

El trastorno de ansiedad se caracteriza por una preocupación o miedo desmedido ante situaciones diversas.

Entre los síntomas, se pueden experimentar palpitaciones, náuseas, irritación, insomnio e incluso temblores.
Según la Organización Mundial de la Salud, el trastorno de ansiedad es uno de los más comunes y puede afectar a personas de todas las edades, incluyendo niños y adolescentes. En muchos casos, los primeros síntomas comienzan a aparecer durante estas etapas de la vida.

Abordajes tradicionales para la ansiedad

Los casos más leves de ansiedad suelen manejarse con tratamientos psicológicos que proporcionan herramientas para gestionar esa sensación de pérdida de control y preocupación excesiva. Entre estas herramientas, se incluyen técnicas como la respiración, la meditación o estrategias específicas que el profesional determine según las necesidades del paciente.

Pero en situaciones donde la ansiedad resulta difícil de controlar y afecta significativamente la calidad de vida, puede ser necesario complementar el tratamiento con psicofármacos. Medicamentos como las benzodiacepinas o la pregabalina son comúnmente utilizados para aliviar los síntomas en estos casos. Sin embargo, su uso prolongado puede traer efectos secundarios indeseados.

Marihuana para la ansiedad: ¿qué cepa es mejor?

Para tratar la ansiedad, lo mejor es elegir alguna cepa con buen contenido de CBD, un cannabinoide con gran poder ansiolítico. Uno de los efectos del CBD está vinculado tanto a la regulación del sistema CB1 como a su capacidad para impedir la recaptación de anandamida. Este proceso eleva los niveles de este endocannabinoide en el cuerpo, lo que contribuye a generar una sensación de calma en el paciente.

Estudios científicos respaldan la efectividad del CBD, y observan que las variedades con mayor concentración de este cannabinoide son las más aptas para aliviar la ansiedad.

En 2020, se llevó a cabo un estudio en el que 1.399 usuarios con ansiedad registraron en la plataforma StrainPrint su experiencia al utilizar cannabis para tratar sus síntomas. Los participantes documentaron la dosis utilizada, los síntomas experimentados, las variedades de cannabis empleadas y sus perfiles de cannabinoides. El 93,5% de los encuestados manifestó una reducción en el malestar.

El aceite de cannabis rico en CBD es una de las formas más difundidas de usar cannabis para la ansiedad.

El estudio destacó que las variedades más efectivas para el tratamiento de la ansiedad eran aquellas con un alto contenido de CBD (más del 9,5%) y niveles bajos de THC (menos del 5,5%). Esto se debe a que el CBD actúa modulando los efectos del THC, que en dosis elevadas puede provocar sensaciones de ansiedad.

Es importante señalar que no solo el CBD contribuye al alivio de la ansiedad, sino que otros compuestos de la planta también desempeñan un papel significativo. Por ejemplo, los terpenos linalool y limoneno presentes en el cannabis tienen propiedades ansiolíticas que complementan los efectos del CBD.

¿Se pueden mezclar CBD con psicofármacos?

Si estás utilizando medicación para la ansiedad y estás considerando iniciar un tratamiento con cannabis, es fundamental entender las posibles interacciones entre el CBD y los psicofármacos. La interacción medicamentosa se refiere al efecto que se produce cuando dos fármacos se usan de manera simultánea. En algunos casos, esta interacción puede ser beneficiosa, como ocurre con la combinación de cannabinoides y terpenos, que potencia las propiedades medicinales del cannabis. Sin embargo, en otras situaciones, puede dar lugar a efectos indeseados.

En relación al CBD y los psicofármacos para la ansiedad, la evidencia científica sobre sus efectos combinados aún no es concluyente. Algunos estudios sugieren que el CBD podría inhibir algunas enzimas hepáticas, lo que reduciría la capacidad del hígado para metabolizar determinados medicamentos. Esto podría alterar la cantidad de fármaco en sangre, modificando así su efectividad. Sin embargo, estos hallazgos no son definitivos y requieren mayor investigación.

Para minimizar riesgos, se recomienda espaciar el consumo de cannabis y psicofármacos al menos una hora. Pero si estás considerando combinar ambos tratamientos, es esencial consultar a un médico de confianza que supervise el proceso y evalúe tu respuesta al tratamiento.

¿Cómo usar marihuana para la ansiedad?

Si usamos cannabis con el fin de aliviar la ansiedad, existen formas de incorporarlo sin necesariamente fumarlo La combustión que ocurre al fumar puede ser perjudicial para la salud, por eso podemos escoger otros métodos que resulten menos nocivos.

Marihuana para la ansiedad: uso vía vaporización

Uno de los métodos más escogidos por usuarios medicinales es la vaporización. Esto consta de inhalar la resina del cannabis en forma de vapor. Dentro de los vaporizadores existen dos tipos: los que funcionan por convección y los que funcionan por conducción.

En los dispositivos que funcionan por convección, los compuestos activos del cannabis se evaporan gracias a un flujo de aire caliente que pasa a través del hornillo justo en el momento de la inhalación.

Vaporizadores: hay super compactos y de escritorio
Vaporizadores: hay super compactos y de escritorio

Por otro lado, los vaporizadores de conducción calientan la materia vegetal directamente a través de las paredes del hornillo. Cuando se inhala, el movimiento del aire facilita la inhalación de los cannabinoides.

Otro beneficio de los vaporizadores, además de ser menos perjudiciales para la salud, es su rápida acción. Esto resulta especialmente útil en situaciones de ataques de ansiedad o cuando los síntomas se intensifican y son difíciles de controlar. Inhalar CBD mediante vaporización permite un alivio más inmediato de los síntomas.

Existen una amplia variedad de vaporizadores disponibles, desde modelos pequeños y trasportables hasta dispositivos de escritorio para utilizar en casa.

Marihuana para la ansiedad: uso vía oral

El cannabis también puede incorporarse por vía oral, ya sea a través de alimentos o aceites. Este método de administración presenta diferencias respecto a la inhalación, ya que los efectos tardan más en aparecer, pero su duración es más prolongada. Esto ocurre porque los compuestos activos primero llegan al estómago y son absorbidos por el intestino. Posteriormente, parte de estos compuestos pasa por el hígado, para luego comenzar a circular por la sangre.

Debido a este proceso, los efectos de la marihuana ingerida pueden tardar hasta una hora en manifestarse. Sin embargo, una vez que comienzan, suelen durar entre 4 y 8 horas, lo que resulta útil para quienes buscan alivio prolongado de los síntomas de ansiedad.

En algunos casos, los usuarios medicinales prefieren consumir cannabinoides en su forma ácida, es decir, sin descarboxilar. Esto implica que no se activan los efectos psicoactivos de los cannabinoides, pero sí se aprovechan sus propiedades terapéuticas. Los cannabinoides ácidos suelen utilizarse en preparados como licuados o jugos, maximizando sus beneficios medicinales.

Por otro lado, para activar los efectos psicoactivos de los cannabinoides (y sus propiedades ansiolíticas), es necesario descarboxilar la marihuana. Este proceso ocurre cuando se somete a altas temperaturas. Al fumar o vaporizar, esto ocurre automáticamente. Sin embargo, para preparar alimentos infusionados, es importante realizar este paso antes de incorporar el cannabis.

La descarboxilación se logra distribuyendo los cogollos en un recipiente y calentándolos en un horno durante 30 a 60 minutos, a una temperatura de entre 106°C y 120°C. La duración exacta dependerá de la potencia del horno. Este proceso no será necesario si la receta cannábica lleva suficiente tiempo de cocción. Una vez descarboxilados, los cogollos deben mezclarse con una fuente de grasa (como aceite o manteca) para asegurar la correcta absorción de los compuestos activos en el organismo.