Las distintas variedades de cannabis tienen requerimientos específicos. Entender las necesidades de índicas y sativas, las dos grandes familias de esta planta, es clave para adaptar tu indoor y lograr un cultivo más eficiente.
Diferencias clave entre sativas e índicas
Sativas e índicas difieren en origen, estructura y características de cultivo. Ahondemos un poco en sus distinciones.
Las sativas son oriundas de los trópicos y son reconocidas como las plantas de cannabis más “flacas” y alargadas. La estructura general de la planta se replica en las hojas, que son finas y puntiagudas, y en los cogollos, que son alargados y se amontonan entre sí. Además, estas plantas cuentan con una gran cantidad de ramificaciones.
Por otro lado, las índicas, originarias de Asia Central, son conocidas como plantas “enanas”. Se caracterizan por tener hojas anchas y cortas, cogollos gruesos y espaciados, y una menor densidad en sus ramificaciones.
Mientras las sativas se distinguen por ser de floración más larga, las índicas son reconocidas por su corta floración. Todas estas diferencias llevan a que cada variedad demande distintos requisitos a la hora de ser cultivadas.
Cómo ajustar la iluminación para las distintas variedades
Las índicas destacan por sus menores necesidades lumínicas, lo que las convierte en una opción más económica para el cultivador. Estas plantas pueden desarrollarse adecuadamente con menos horas de luz directa al día. De hecho, una exposición excesiva a la iluminación intensa puede estresarlas, afectando su crecimiento y producción
En cambio, las sativas requieren mayor tiempo e intensidad de iluminación para prosperar. Estas variedades, originarias de zonas tropicales, están mejor adaptadas a largas horas de luz intensa y temperaturas más elevadas. Además, toleran mejor el calor generado por las lámparas, lo que las hace ideales para iluminaciones donde el control de la intensidad puede ser un desafío.
Para ambas variedades, las luces LED son una opción sobresaliente. Estas luminarias permiten regular tanto la intensidad como el espectro de luz, lo que facilita la adaptación a las necesidades específicas de cada planta.
Además, consumen menos energía en comparación con otras opciones, y su durabilidad asegura una calidad de iluminación constante a lo largo del tiempo.
Requerimientos de humedad y temperatura de las distintas variedades
En lo que respecta a humedad y temperatura, no es posible establecer una diferenciación exacta en cuanto a las exigencias de índicas y sativas. Pero sí existen valores aproximados que sirven como guía para mantener estas variables estables y garantizar que las plantas no gasten más energía de la necesaria.
En indoor, se utiliza una medida llamada Déficit de Presión de Vapor (DPV). Este indicador representa la diferencia entre la cantidad máxima de vapor de agua que puede contener el cuarto de cultivo y la cantidad de vapor que efectivamente hay en el ambiente. La temperatura es el factor determinante en esta relación, ya que regula la cantidad de vapor de agua que hay en el ambiente.
Para realizar esta medición, se utiliza un termohigrómetro (que se puede conseguir en grow shops) y se utiliza como orientación una tabla de DPV que refleja los valores óptimos.
Básicamente, la zona verde de la tabla es la que indica los niveles adecuados de temperatura y humedad. Cuando el cuarto de cultivo está dentro de este rango, las plantas pueden liberar vapor de agua a través de sus esporas, lo que favorece un mayor consumo de nutrientes y una optimización de la fotosíntesis.
El rango rojo marca valores de DPV muy altos. En estas condiciones, las plantas tienden a cerrar sus esporas para perder menos agua.
En los rangos que se encuentran coloreados de lila, los valores de DPV son muy bajos, es decir, hay una excesiva cantidad de vapor en el ambiente. Como consecuencia, las plantas dejan de liberar agua.
En resumen, tanto para índicas como para sativas, lo más importante es mantener el DPV dentro de los rangos óptimos para maximizar el rendimiento y la salud de las plantas.
Estrategias para optimizar el espacio según las distintas variedades
En indoor es primordial aprovechar la totalidad del espacio de la mejor forma posible. Para eso, resulta conveniente utilizar variedades de altura controlada. Aquí llevan ventaja las índicas, porque al ser plantas más petizas, su crecimiento es más regulado. Sin embargo, pueden utilizarse distintas variedades en los cuartos de cultivo aplicando técnicas de control de altura.
Cómo aplicar LST
El LST (Low Stress Training) es una técnica que permite modificar la estructura de la planta para maximizar su producción. Su objetivo principal es garantizar que las ramas bajas, que normalmente reciben menos luz, sean igualmente iluminadas que las ramas superiores. Esto fomenta un desarrollo uniforme de cogollos de alta calidad.
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El LST puede aplicarse tanto en la etapa vegetativa como en la floración, aunque siempre es recomendable que la planta ya cuente con varias ramas desarrolladas antes de comenzar. Es un método poco invasivo, ya que no requiere podas que podrían exponer a la planta a infecciones si no se realizan correctamente. La técnica consiste en atar las ramas para reorientarlas, logrando que todas queden a la misma altura y reciban luz de manera uniforme.
Materiales para LST:
-Hilo grueso o “totora”
Paso a paso para aplicarlo:
1- Identificar el nudo de donde sale la rama e inclinarla hacia su lado flexible.
2- Corta un trozo de hilo según la distancia desde la rama hasta el punto donde se desea atarla. La idea es lograr que las ramas queden paralelas al suelo.
3- Realizar agujeritos en la circunferencia superior de la maceta y para fijar los hilos en ellos.
Es importante ser pacientes y cuidadosos en esta tarea para no quebrar las ramas. Sin embargo, esta técnica no suele traer problemas porque es muy poco invasiva.
Cómo aplicar ScrOG
Al igual que el LST, el ScrOG (Screen of Green) tiene la finalidad de optimizar la llegada de la luz a todas las partes de la planta, mejorar el aprovechamiento del espacio y la circulación de aire. Para esto, se utiliza una red que ayudará a moldear el crecimiento de las plantas.
Paso a paso para ScrOG
1- Colocar la red a unos 20-30 cm por encima del extremo superior de las plantas. Es importante que las plantas ya estén en su contenedor definitivo antes de instalarla.
2- A medida que las ramas crecen, distribuirlas en los cuadrados libres de la red, asegurándose de que todas reciban luz de manera uniforme.
3- Si alguna rama crece demasiado o se descontrola, podarla cuidadosamente para mantener la altura pareja.
El ScrOG es ideal para cultivos con espacio limitado, ya que ayuda a maximizar el rendimiento en áreas pequeñas. También favorece la circulación de aire, lo que reduce el riesgo de problemas con plagas.
Cómo aplicar SOG
La técnica SOG (Sea of Green) es una estrategia de cultivo diseñada para optimizar el espacio disponible y maximizar la producción de flores en menor tiempo. Este método se basa en el cultivo de múltiples plantas pequeñas, enfocando el desarrollo en un único cogollo principal por planta. Para esta técnica se utilizan esquejes o semillas de la misma variedad para obtener un crecimiento homogéneo.
Paso a paso para aplicar SOG
1- Elegir una variedad de cannabis que responda bien a este método, como aquellas de floración rápida y crecimiento compacto. Recordar que lo mejor es partir de esquejes o semillas de la misma variedad.
2- Después de un breve período de desarrollo vegetativo (o incluso directamente luego del enraizamiento) inducirlas a floración ajustando el fotoperiodo.