En las últimas semanas, el cannabis volvió a ser abordado en distintos medios de comunicación por su incidencia en la salud mental y el embarazo. A partir de ahí, los coordinadores de la Diplomatura de Cannabis de la Universidad Nacional Arturo Jauretche, una de las más prestigiosas del país y la región, consideraron que era necesario realizar una serie de observaciones basadas en evidencia científica.
La necesidad profesional de imprimir un marco de seriedad a lo que forma parte del debate público sobre cannabis, se materializó en un una nota firmada por la Profesora y Doctora Silvia Kochen y el Profesor y Doctor Marcelo Morante.
En ese texto sostienen que «muchas de las afirmaciones de estas publicaciones están basadas en opiniones, las cuales, aunque puedan ser valiosas en ciertos contextos, no constituyen una base sólida para evaluar los riesgos o beneficios de sustancias destinadas a fines medicinales».
Al tiempo que asegura que «solo la investigación científica, con su metodología rigurosa y orientada a generar evidencia objetiva, puede proporcionar información confiable para fundamentar decisiones y validar teorías».
De hecho, ambos coordinadores basaron sus afirmaciones en el aporte de profesionales especializados en salud mental y obstetricia.
El trabajo médico y científico en Argentina
«Nos parece que venimos haciendo un trabajo muy arduo con mucho compromiso desde hace ya muchos años para que toda la información que se brinde a los profesionales, a los pacientes, a sus familiares, a toda la comunidad esté basada en evidencia científica y no en opiniones», explica la Dra. Silvia Kochen en diálogo con THC.
A su vez, Kochen subraya que las opiniones no basadas en evidencia «no contribuyen a tener las mejores herramientas para luego tomar decisiones en lo que respecta al uso terapéutico y cannabis».
Entre esas opiniones que circulan en medios masivos está la que sostiene que el THC es un compuesto que afecta la salud mental y genera riesgos potenciales en el embarazo.
Según los profesionales de la salud especializados muchas de las afirmaciones en los medios «están basadas en opiniones [que] no constituyen una base sólida para evaluar los riesgos o beneficios de sustancias destinadas a fines medicinales».
«Es una mirada del siglo pasado», afirma Kochen. «Se sabe que el THC tiene efectos psicoactivos y por eso nosotros siempre sugerimos que quienes lo usa medicinalmente tienen que tener un acompañamiento profesional con dosis adecuadas y con controles «.
Más allá de eso, «nada demuestra que pueda provocar efectos crónicos y a nivel de la salud mental», sostiene Kochen.
La responsabilidad profesional en los medios de comunicación
Para la especialista en neurología y uso medicinal del cannabis «cualquier información que uno vuelque en un medio masivo y que opere como una divulgación, si no se basa en evidencia genera alarmas innecesarias como también falsas expectativas, lo que genera un daño en la población».
En ese sentido, para Kochen la responsabilidad de los profesionales de salud es clave mucho más «cuando aceptamos dar entrevistas en medios masivos de comunicación».
A su entender el mejor camino para evitar estas situaciones es la permanente capacitación destinada a profesionales y a toda la comunidad.
«Por eso nosotros coordinamos una diplomatura de divulgación, para que quien se anote se encuentre con los mejores y las mejores profesiones en nuestro país y de la región, sean cualquier profesional como cualquier otra persona interesada en el tema», explica Kochen quien considera que «no hay herramienta más poderosa que capacitarse y formarse».
A continuación podés leer completa la nota redactada por los coordinadores de la Diplomatura de Cannabis de la Universidad Nacional Arturo Jauretche.
NOTA EN RESPUESTA A PUBLICACIONES RECIENTES EN MEDIOS MASIVOS SOBRE EL USO DE CANNABIS
En relación con algunas publicaciones recientes en medios de divulgación que alertan sobre los riesgos asociados al uso del cannabis, en particular de uno de sus componentes cannabinoides, el THC (delta-9-tetrahidrocannabinol), resulta fundamental ofrecer una perspectiva basada en evidencia científica. Las propiedades psicoactivas del THC son conocidas desde mediados del siglo pasado, las investigaciones han demostrado que la planta de cannabis contiene entre 80 y 100 cannabinoides, junto con aproximadamente 300 compuestos químicos no cannabinoides.
En nuestro país, al igual que en el resto del mundo, se han llevado a cabo importantes avances a lo largo de este siglo para recuperar y promover tanto el uso medicinal como el industrial de la planta de cannabis. Como resultado de estas luchas, hoy contamos con leyes que no solo establecen la legalidad de su utilización, sino que también fomentan la investigación y la capacitación necesarias para generar las mejores evidencias científicas y formar profesionales altamente capacitados.
En lo que respecta a algunas de las informaciones difundidas en particular al THC, no existe evidencia científica concluyente que respalde la afirmación de que su consumo aislado provoque patologías psiquiátricas crónicas, como fue sugerido», explican los profesionales.
Es importante subrayar que muchas de las afirmaciones de estas publicaciones están basadas en opiniones, las cuales, aunque puedan ser valiosas en ciertos contextos, no constituyen una base sólida para evaluar los riesgos o beneficios de sustancias destinadas a fines medicinales. Solo la investigación científica, con su metodología rigurosa y orientada a generar evidencia objetiva, puede proporcionar información confiable para fundamentar decisiones y validar teorías.
En lo que respecta a algunas de las informaciones difundidas en particular al THC, no existe evidencia científica concluyente que respalde la afirmación de que su consumo aislado provoque patologías psiquiátricas crónicas, como fue sugerido. Si en cambio, está documentado que su uso puede generar efectos psicoactivos transitorios, los cuales desaparecen una vez que cesa la acción de la sustancia. Como en cualquier tratamiento medicinal, es fundamental que su utilización se realice bajo la supervisión de un profesional de la salud, asegurando un adecuado ajuste de la dosis terapéutica y un seguimiento riguroso del paciente.
Asimismo, se ha planteado el posible riesgo de teratogenicidad, entendido como la capacidad de cualquier factor medioambiental para causar anomalías permanentes en el desarrollo del embrión o feto. Sin embargo, hasta la fecha, no hay evidencia científica robusta en humanos que respalden esta afirmación. Por precaución, se desaconseja el consumo de cannabis durante el embarazo, al igual que el de cualquier medicación no esencial, para minimizar riesgos innecesarios.
En algunos medios se ha afirmado que el cannabis es causante de anomalías permanentes en el desarrollo del embrión o feto. «Sin embargo, hasta la fecha, no hay evidencia científica robusta en humanos que respalden esta afirmación», afirma el texto difundido por profesionales de la salud.
Es importante destacar que no se ha registrado una dosis letal asociada al uso de cannabis, a diferencia de la mayoría de las sustancias de uso frecuente.
Reafirmamos nuestro compromiso con el uso medicinal, la capacitación y la investigación integral sobre el cannabis. Invitamos a toda la comunidad a visitar la página web de Red Argentina de Cannabis de CONICET (RACME) y de la UNAJ, para acceder gratuitamente a bibliografía actualizada y recursos técnicos que reflejan el estado actual de la investigación científica en el país y en el mundo.
Disponer de información basada en metodología científica, y no en opiniones, es esencial para que los profesionales de la salud, los pacientes y la sociedad en general puedan aprovechar los avances científicos y tomar decisiones responsables y fundamentadas en datos fiables.
Prof. Dr. Marcelo Morante Prof. Dra. Silvia Kochen, coordinadores de la Diplomatura de Cannabis, Univ. Nacional A. Jauretche