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Miguel Villegas

Neuquén avanza con la creación de su propia ley de cannabis

Neuquén se suma a la ola de provincias que buscan generar herramientas propias para avanzar con la regulación del cannabis medicinal y el cáñamo industrial.

Días atrás se llevó adelante la primera reunión de la mesa provincial que tuvo como tema central delinear los ejes principales para la creación de una ley provincial que promueva el desarrollo del cáñamo y el cannabis tanto para su uso industrial, como medicinal. 

Esta iniciativa busca dar forma a un marco regulatorio que fomente la inversión, la producción sustentable y la generación de empleo en Neuquén.

Si bien se trata de los primeros lineamientos, el proyecto neuquino podría derivar en la creación de una agencia provincial de cannabis para impulsar la industria en esa jurisdicción.

Además, dentro de las propuestas estaría la posibilidad de generar el «Reproneu», un registro de usuarios para permitir el acceso al cannabis medicinal a partir del autocultivo. Pero, acorde a fuentes oficiales, esta en fase de análisis y desarrollo dado que requiere un trabajo conjunto con el Ministerio de Salud provincial y otros actores como el Colegio Médico neuquino.

Más allá de sus particularidades, el de Neuquén no es un caso aislado: Chubut está en proceso de reglamentación de su propia Agencia y Registro de usuarios. Mientras que Mendoza, Misiones y la Ciudad de Buenos Aires avanzan con proyectos en el mismo sentido.

El fenómeno se produce en un contexto donde el Estado Nacional dictó la intervención de la Agencia Regulatoria de la Industria del Cáñamo y del Cannabis Medicinal (ARICCAME).

A su vez, el Registro del Programa Nacional de Cannabis Medicinal (Reprocann) se encuentra funcionando con marcadas demoras y nuevas restricciones que son discutidas por ONGs y cuestionadas por especialistas de la Salud.

Industria y salud

Acorde a las autoridades neuquinas, el objetivo es consolidar el compromiso del sector público y privado en la construcción de un marco regulatorio provincial que permita desarrollar de manera sustentable la industria del cáñamo y el cannabis enfocado en la producción, la salud y la innovación.

“Si bien es un tema en el que ya trabajamos desde el enfoque científico, consideramos que este tipo de iniciativas pueden dar respuesta a necesidades ambientales e industriales que se presentan a nivel nacional”, explica a THC el diputado provincial Francisco Lépore.

Según Lépore, la conformación de la Mesa de Cannabis y Cáñamo neuquina surgió desde la Secretaría de Producción e Industria de la provincia. 

“Es fundamental establecer un marco legal que brinde seguridad tanto a los productores como a los usuarios de cannabis medicinal, además de impulsar el desarrollo de la industria del cáñamo, que tiene un gran potencial para generar empleo y crecimiento económico”, asegura.

El legislador destacó la importancia de este tipo de proyectos en un contexto complejo a nivel nacional. “Hay una necesidad concreta: pacientes, familias y organizaciones que han trabajado durante años para garantizar el acceso a tratamientos seguros y efectivos necesitan una estructura que les brinde previsibilidad y seguridad jurídica”. 

Del encuentro también participaron Armando Carlos Vidal quien también se desempeña dentro de la Secretaria de Producción e Industria de la provincia, además de representar a la provincia en el Consejo Federal de la ARICCAME, y el secretario de Producción e Industria, Juan Peláez. 

Además formaron parte de esta mesa el equipo de la fundación GEN y técnicos de la Subsecretaría de Neuquén

Para Vidal, este paso es una oportunidad para reconvertir la matriz productiva de la provincia. “Neuquén tiene la oportunidad de avanzar en un marco regulatorio propio que contemple la realidad productiva y las necesidades locales”, asegura. 

“Tenemos la tierra, el agua y el clima propicio para este tipo de cultivos, para eso tenemos que fomentar la inversión, la producción sustentable, el acceso a la salud y la generación de empleo”, detalla.

“Reconocemos que esta industria enfrenta ciertos desafíos, pero también tiene un enorme potencial para la provincia”, destaca Lépore. 

En este sentido Lépore sostiene que es clave el desarrollo de una entidad provincial para garantizar la transparencia y la seguridad. “Definir el órgano que llevaría a cabo los controles y las licencias es parte del proyecto en el que estamos trabajando.” 

“Permitiría ordenar la actividad, garantizar transparencia y generar condiciones para el desarrollo del sector: la posibilidad de una Agencia de Cannabis provincial con licencias propias es parte del análisis, buscando un modelo que facilite la inversión, la innovación y la inclusión de distintos actores en la cadena productiva”, reafirma Vidal. 

Medio ambiente y ONGs

«Las ONG y asociaciones son actores clave en la implementación de esta ley, no solo porque garantizan un acceso seguro y equitativo al cannabis medicinal y al cáñamo industrial, sino porque tienen el conocimiento técnico y la capacidad productiva para que esta industria crezca con bases sólidas”, sostiene Luciano Rivera, Presidente de la Fundación GEN. 

Esta organización sin fines de lucro, cuenta Rivera, trabaja con la visión de que el cáñamo industrial y el cannabis medicinal sean una oportunidad real para transformar la economía y el ambiente.  

“Combinando innovación, producción responsable y desarrollo local, apostamos a una  bioeconomía que regenere suelos, impulse nuevas industrias y genere un impacto positivo en las comunidades, integrando ciencia, tecnología y sustentabilidad”, explica Rivera. 

La sustentabilidad y el cuidado del medio ambiente es un tema central en Neuquén, una provincia donde una de las principales actividades es la industria petrolera.

“El cáñamo es un cultivo se adapta a nuestro clima y puede contribuir a la remediación de suelos afectados por la industria de hidrocarburos”, remarca Lépore y da por seguro que la provincia cuenta con los recursos para avanzar en esta dirección.

El funcionamiento de la ARICCAME

Justamente, las características y desafíos específicos de cada provincia, hacen que sea clave el rol de los representantes de cada provincia en la ARICCAME, la agencia que se encuentra intervenida y cuya única resolución apunta al desarrollo cañamero, suspendiendo de momento los avances regulatorios ligados al cannabis medicinal.

Esa representación se da en el marco del Consejo Federal que forma parte de la estructura de la ARICCAME. 

“El Consejo Federal es fundamental para garantizar un desarrollo ordenado y eficiente en cada región, asegurando que esta industria crezca de manera equilibrada, con reglas claras y en armonía con las necesidades productivas y ambientales locales», sostiene Rivera.

Vidal, quien representa a Neuquén en el Consejo Federal, confía que la intervención de la ARICCAME puede derivar en un proceso de normalización de la industria.

“Finalmente se está convocando al Consejo Federal, lo cual en una primera impresión nos da la pauta de que hay intenciones de avanzar en una política de Estado al respecto,  atendiendo a las distintas propuestas e inquietudes de cada provincia”, asume. 

En concreto, a fines de febrero se llevaría adelante la reunión del Consejo Federal donde Neuquén, como seguramente otras provincias, llevará sus propuestas tendientes a la agilización y a la apertura de todos los tipos de licencias para la producción de cáñamo y cannabis medicinal.

En este contexto, Vidal cree que si se avanzó con el cáñamo y no con el cannabis medicinal, es por el mero hecho de que se optó por habilitar sólo la producción de grano, semilla y fibra. No así de inflorescencias y biomasa. 

Su mirada sobre lo que viene, de momento, es positiva: “Creo que tanto las habilitaciones de inflorescencias y biomasa del cáñamo como las inherentes al cannabis medicinal van a salir juntas”.