Tener un cultivo de verano en exterior es el sueño de muchos y muchas. Pero hay que tener en cuenta algunas cosas, una de las más importantes es el tratamiento de las plagas.
A nuestra planta se acercan varios insectos y ácaros. Los trips, la cochinilla, la mosca blanca y la araña roja son muchas veces un dolor de cabeza.
Lo primero a tener en cuenta es que cuidar la salud del cultivo es esencial para prevenir plagas: las plantas sanas pueden defenderse por sí solas, casi sin necesidad de recurrir a repelentes o plaguicidas. Por eso es importante un buen riego, un sustrato adecuado y una buena nutrición.
Pero incluso así, no viene mal saber cómo prevenirse y tratar una invasión de bichos.
Opciones orgánicas
- Jabón potásico. Para prevenir, diluir 5 ml por litro de agua, pulverizar toda la planta cada 7 o 10 días. Para tratamiento, emplear entre 10 y 15 ml disueltos en 1 litro de agua y aplicar cada cinco días.
- Aceite de neem. Emplear entre 5 y 15 ml por litro de agua, pulverizar semanalmente para mantener el efecto repelente. Reaplicar luego de cada lluvia. Puede combinarse con el jabón potásico.
- Tierra de diatomeas. Se puede aplicar en el suelo y sobre las plantas, seca o diluida en agua en una proporción de 20 gramos por litro. Hay que enjuagar las plantas luego de un par de días, ya que quedan blancas.