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Navetierras

Bioconstrucción, arquitectura natural y casas de cannabis

Hace décadas que quedó claro: los seres humanos podemos destruir el planeta que habitamos. En ese sentido, la bioconstrucción volvió a considerar la importancia de crear viviendas que beneficien el ambiente y a quienes las habiten.

No es un invento nuevo. Se trata de rescatar tradiciones olvidadas y transformar lo que consideramos basura en pilar de nuevos hogares.

Es una historia sobre arquitectura, ingeniería y naturaleza, en que el cannabis cumple un papel estelar.

Permacultura: tratar bien al mundo

“La permacultura es un conjunto de saberes que tiende a diseñar asentamientos humanos sostenibles”, nos explica Juan Bachi Pilotta ingeniero e impulsor de la ONG Estación Permacultural. Bachi vive en Mar del Plata y es uno de los creadores del proyecto NaveTierra MdQ que trabaja en la construcción de viviendas autónomas y autosuficientes.

La bioconstrucción busca que la arquitectura vuelva a observar los fenómenos naturales a la hora de diseñar: el recorrido del sol, los vientos, las lluvias.

“En la permacultura convergen construcción, forma de cultivo, modos de obtener energía, relaciones entre las personas, es decir, es un amplio abanico de conceptos y uno de ellos es la bioconstrucción”, detalla.

La bioconstrucción

La bioconstrucción busca, a través de los materiales y recursos que elige, volver a utilizar conocimientos ancestrales que las sociedades modernas abandonaron hace años.

Empleando materiales como neumáticos, latas, botellas, barro, paja, arcilla, piedras y madera, con ayuda de las nuevas tecnologías, la bioconstrucción pretende construir hogares acordes al lugar en el que se levantan.

Interior de una casa hecha con los principios de la bioconstrucción

¿Cuál es su intención? Usar lo que nos provee la naturaleza, además de materiales que durante años se vieron como basura pero que son resignificados.

Los bioconstructores usan lo que nos provee la naturaleza, además de resignificar materiales que durante años se vieron solo como basura.

Su filosofía es que la arquitectura vuelva a observar los fenómenos naturales a la hora de diseñar: tener en cuenta el recorrido del sol y utilizarlo para calefaccionar y refrigerar, observar los vientos predominantes en la zona, las lluvias.

“Todo eso es volver a percibir el terreno en el que va a crecer la casa y digo crecer porque la casa se puede pensar como un elemento vivo, un elemento más de interacción con las personas”, cuenta Bachi.

El cannabis en la bioconstrucción

El cáñamo, como se conoce al cannabis para uso industrial, es una de las mejores opciones para levantar muros sólidos y conservar la temperatura. No hablamos de un sueño: desde hace décadas, los constructores iniciaron la recuperación de uno de los materiales más nobles de nuestra historia.

El cáñamo es una de las plantas más versátiles y adaptables conocidas por la humanidad y que brinda en solo 120 días mucho más que solo papel, cuerdas y telas.

El tallo y las ramas del cáñamo son materia prima clave para la construcción

Las ramas del cáñamo son una fuente de recursos para la construcción. El “esqueleto” del cáñamo se obtienen dos materias primas, la cañamiza y la fibra.

La cañamiza es ideal para construir estructura y la fibra es perfecta para el aislamiento térmico, la impermeabilización o bien puede usarse material de relleno. Claro que para elevar muros y construir con esta planta, es necesario saber que sobre el material final obtenido no se puede cargar peso estructural.

El cáñamo es una de las mejores opciones para levantar muros sólidos y conservar la temperatura. desde hace décadas, la industria inició la recuperación de uno de los materiales más nobles de nuestra historia.

Pero además, con el cáñamo se hacen ladrillos pre moldeados y ya fraguados. Con ellos se pueden elevar los muros divisorios que puede ayudar a sostener una casa.

Arquitectura bioclimática

Tener en cuenta los fenómenos naturales y aprovecharlos para generar energías renovables es la base de la arquitectura bioclimática, uno de los pilares de la bioconstrucción.

El sol es un eje central para la bioconstrucción, de hecho quienes siguen sus principios construyen a partir del concepto de “solar pasivo”, lo que implica utilizar el sol como única fuente de climatización. Por eso, se busca facilitar el ingreso del calor del sol en invierno y mantenerlo fuera en verano.

Ladrillos de cáñamo: con ellos pueden construirse los muros divisorios de una casa y darle soporte

Acá hablamos ya de bioclimática, que busca hacer viviendas con materiales reciclados y usar energía renovable fotovoltaica, solar y eólica. La energía producida es acumulada en baterías mientras que el agua que se utiliza proviene de la lluvia.

en este tipo de casas se usan materiales reciclados y energías renovables. La energía se acumula en baterías, el agua se obtiene de las lluvias y el gas del compost.

Además, en un circuito virtuoso que parece no tener fin, los residuos orgánicos son usados para hacer compost y para producir biogás. Se trata de gas metano que se obtiene de la descomposición y que podemos usar para cocinar.

Casa hecha a base de Hemcrete -un mix de cáñamo, lima y agua- en Carolina del Norte, Estados Unidos.

La bioconstrucción no sólo puede mejorar la calidad de vida dándonos armónicos lugar donde habitar. “Puede hacernos cuestionar lo establecido”, nos explica Bachi, “puede llevarnos a repensar cómo estamos haciendo las cosas”.


Esta nota se publicó en la Revista THC 98, si querés más info sobre el contenido de esa edición hace click.