Quienes cultivan su propio cannabis quizás no lo hayan notado, pero desde el inicio de la cuarentena, los precios de marihuana en la Argentina se dispararon hasta rozar el cielo.
La desregulación absoluta generada por la prohibición alimentó un mercado negro donde los abusos son moneda corriente.
En general, el techo anual lo marca el precio más alto del verano. La pandemia cambió esa lógica: según los más de 50 usuarios y usuarias habituales consultados, el costo por gramo llegó a un crecimiento de hasta el 300%. No importa si el tipo de uso: los aumentos corren para personas que lo necesitan para un tratamiento como para quienes no.
Siempre teniendo en cuenta que, en condiciones habituales, el techo anual lo marcan los precios del verano. Pero la pandemia cambió la lógica y hay aumentos hasta del 300%.
A mediados de marzo, antes del aislamiento social, preventivo y obligatorio, el gramo de flores de interior rondaban los $450 y hoy llega a valer hasta los $1.500.
Mientras que las cosechas de exterior que se cobraban a $350 el gramo, ahora pueden costar alrededor de $800.
Las razones
¿A qué se debe esta hiperinflación en los cogollos? Para entender el fenómeno, nos comunicamos con economistas para que nos expliquen el comportamiento de los precios del cannabis en la cuarentena.
Según un relevamiento del Observatorio de Adicciones y Consumos Problemáticos de la Defensoría del Pueblo de la provincia de Buenos Aires, desde el inicio de la cuarentena aumentó un 21% el consumo de sustancias psicoactivas, aunque no especifica los números en relación al cannabis.
El aumento de precios se explica no sólo por aumento de la demanda, sino porque al ser un producto desregulado los precios no tienen control y los traslados inseguros justifican subas.
Sin embargo, el fenómeno sí se registró en otros países. A partir de una encuesta de la compañía Cowen, en Estados Unidos la demanda de marihuana aumentó un 18%. Sin embargo los precios se mantienen relativamente estables dado que existe un fuerte mercado legal desarrollado.
“Si sube la demanda -de cualquier bien-, los vendedores van a otorgar el producto más caro porque así pueden tener más ganancias”, explica Matías Rajnerman, economista jefe de la consultora Ecolatina, sobre porqué aumentan los precios ante una crecida de la demanda.
Además, Rajnerman agrega que “el temor al desabastecimiento también tuvo su efecto y mucha gente salió a comprar para stockearse durante la cuarentena, lo que hizo incrementar más la demanda”.
Por su parte, Lucía Pezzarini, economista de la Universidad de Buenos Aires, dice que “en el precio también influye la imposibilidad del traslado”. En este sentido, explica que “el transporte es inseguro y se cobra, ya que por la cuarentena no se puede justificar la salida por comprar cannabis y cualquiera puede robar o descubrir el producto en el camino”.
Cuál es el techo
Para aquellos que todavía no se animan a cultivar en sus propias casas, los economistas dicen que esta tendencia de precios no se va a mantener. Es posible que termine con el fin de la cuarentena.
Según los economistas a medida que el aislamiento desaparezca y se pierda el riesgo del traslado logístico, el precio del cannabis debería normalizarse.
“A medida que el aislamiento desaparezca y se pierda el riesgo del traslado logístico, el precio debería normalizarse”, estima Rajnerman.
“Cuando pase la pandemia van a volver las leyes de la economía. Si hay gente que vende el gramo a $1.500, va a haber otro que puede venderlo a $1.300 y robarle mercado. Se va a comercializar más barato; pero ahora, hay una demanda que convalida los precios actuales”, agrega Pezzarini, quien también es columnista económica en la radio CNN.
Cómo regular los precios
La única manera de regular precios de un producto es que deje de ser ilegal. La regulación del cannabis para todos sus usos es la única herramienta para que se intervenga un mercado descontrolado e inseguro.
Además, si tenemos en cuenta que hablamos de una planta que puede cultivarse en casa, garantizar el derecho a plantar también sería una herramienta clave en materia económica.
“Los mercados desregulados habilitan a los abusos. Cuando el poder lo tiene el que vende, puede hacer lo que quiera con los precios”, afirman los especialistas.
“Los mercados desregulados habilitan a los abusos. Cuando el poder lo tiene el que vende, puede hacer lo que quiera con los precios”, afirma Rajnerman. Entonces, ejemplifica: “Hoy, el alcohol en gel tiene un tope de precio porque el Estado interviene”.
Pezzarini agrega que “el factor de la falta de regulación también influye porque no hay información de los vendedores”. Por eso, dice que “si uno no está a gusto con el precio, no puede irse a otro vendedor tan fácilmente porque no hay información disponible. No existe un listado de precios máximos y tampoco se pueden ver las ofertas en las cuentas de instagram”, concluye la economista.