Cada plataforma tiene sus propias condiciones de uso. Las reglas cambian de acuerdo a la compañía y, en nombre de controlar discursos de odio o la apología de delitos, las empresas pueden dar de baja contenidos. Eso es lo que le sucedió a Cris Roots, que trabaja en la difusión de contenidos educativos de cultivo y cannabis medicinal.
Durante más de dos años, le suspendieron su cuenta de Instagram de forma sistemática a pesar de que en Argentina el uso terapéutico de la planta es legal. ¿Por qué las normas de una app podrían estar por encima de la legislación de un país? Esa es la pregunta que aparece detrás de la demanda que le inició el influencer a Meta.
Cris Roots comenzó con su cuenta en Instagram hace alrededor de cuatro años. En la actualidad tiene más de 120 mil seguidores y es un referente del cultivo en Argentina. “Al principio no pasaba nada. Pero cuando crecí en cantidad de seguidores empezó a ser frecuente que me bajaran la cuenta. En general, las suspensiones duraban tres o cuatro días. Hasta diciembre del 2022. Esa vez me suspendieron unos veinte días”, contó el influencer a THC.
Cuando Cris comenzó a notar que pasaban los días y su cuenta no se reestablecía habló con Ivana Vigilante, abogada y directora del estudio jurídico Legal Weed. Primero tuvieron una audiencia con Facebook Argentina (la única compañía del conglomerado meta que tiene oficinas en el país) y luego decidieron presentar un exhorto en la Justicia de Estados Unidos.
Al principio no pasaba nada. Pero cuando crecí en cantidad de seguidores empezó a ser frecuente que me bajaran la cuenta. En general, las suspensiones duraban tres o cuatro días.
El primer objetivo, que era recuperar la cuenta de Cris, pronto se convirtió en una acción de militancia cannábica: “Primero iniciamos acciones por desesperación. Yo trabajo con la cuenta y necesitaba que se activara. Se coordinó la fecha de la audiencia para febrero y el 17 de enero me la devolvieron. De todas formas decidimos seguir. El reclamo no perdió sentido porque era algo que me venía pasando seguido y que sabemos que le pasa a todas las cuentas del rubro”, explicó Cris.
La regulación argentina del cannabis y la libertad de expresión: los argumentos contra Meta
El reclamo de Cris Roots tiene distintos niveles: por un lado está la defensa de su cuenta de Instagram en sí. La plataforma, de alguna manera, era su espacio de trabajo y las suspensiones le generaron un daño concreto.
“Hacía algunas publicidades, pero cuando empezaron a bajar la página se me complicó hacer acuerdos con las marcas porque, de repente, no les podía garantizar si iba a cumplir o no el acuerdo que hiciéramos. Se me complicó al punto que dejé de hacerlas”, contó el influencer.
Por el otro lado, el reclamo de Cris también es una defensa a derechos consagrados en la Constitución Nacional, como la libertad de expresión, y a derechos reconocidos en leyes puntuales como la 27.350 de cannabis medicinal.
“Lo que hace Cris es investigación y periodismo sobre la planta. Bajarle la cuenta es prohibirle que siga con la difusión de sus estudios y su investigación, es ir contra la 27.350”, subrayó Ivana a THC.
Términos y condiciones: el margen de interpretación para el cannabis
En el sitio de Instagram, los términos y condiciones son claros y públicos: “No se aceptan actividades ni personas que apoyen o elogien el terrorismo, el crimen organizado o grupos que promuevan el odio. También están prohibidas las ofertas de servicios sexuales, la compra o venta de armas de fuego, alcohol y productos de tabaco entre particulares, así como la compra o venta de drogas sin fines medicinales o farmacéuticas. Asimismo, eliminamos contenido que intente comercializar, donar, regalar o solicitar drogas sin fines medicinales, así como coordinar su comercialización, además de contenido que admita para uso personal (salvo en un contexto de recuperación) o coordine o promueva el uso de drogas sin fines medicinales”.
Con estas palabras, Meta reconoce que al hablar de drogas puede haber sustancias que se utilicen con fines medicinales. En el caso concreto de Cris, se trata de un generador de contenido que está sujeto a toda la legislación nacional: tiene vigente su Registro del Programa de Cannabis (Reprocann) y hasta una habilitación del Instituto Nacional de la Semilla (Inase).
Desde que comenzó con esta historia, Cris se mantiene actualizado con cada cambio en los términos y condiciones de la plataforma. “Las leo cada vez que hay un cambio. Esta es una comunidad enorme que está creciendo. Hay regulaciones también en Estados Unidos y los creadores de contenido de allá no tienen los problemas que tenemos acá”, contó Cris.
Para Ivana el argumento de Meta radica en que a pesar de que hay estados que legalizaron el uso medicinal del cannabis -y recreativo en algunos casos-, la ley federal estadounidense sigue reconociendo a la planta como una sustancia prohibida. “Pero acá sí está legalizado y, por lo tanto, no deberían dar de baja cuentas que divulguen los beneficios del cannabis”, agregó.
El recorrido de una demanda internacional
Instagram no le da explicaciones a los generadores de contenidos sobre por qué la plataforma toma la decisión de inhabilitar o suponer. Cris supone que, más allá de que pueda haber alguna denuncia de otro usuario, la baja de su cuenta se producía por las imágenes.
“En general siempre me la suspendían apenas subía un contenido. No creo que fuera un algoritmo de palabras porque yo siempre usé la palabra cannabis sin cambiar ninguna letra. Pero cuando se detectaba la imagen de las flores, por ejemplo, era común la suspensión”, contó.
El primer encuentro que tuvieron Cris e Ivana con alguien de la compañía fue en la audiencia de febrero con Facebook Argentina. Sin embargo, el encuentro no cambió nada. El abogado que se presentó ante las oficinas de Defensa al Consumidor explicó que la plataforma contrataba los servicios de su estudio y que, en términos generales, estaban abocados a cuestiones vinculadas a publicidad.
Por sugerencia de ese mismo abogado, Cris e Ivana decidieron que el mejor camino era enviar un exhorto a las oficinas de Meta en Estados Unidos. Mientras tanto, “de manera repentina -dice el influencer- dejaron de bajar mi cuenta”.
Cris asume que algo sucedió porque nunca más le suspendieron la cuenta. Sin embargo, él va a seguir con el reclamo porque entiende que tiene que ver con la defensa de la libertad de expresión.