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Consumo cuidado: lsd

– Conocer los efectos y la duración de los mismos es fundamental para evitar un mal viaje. Los efectos pueden aparecer recién pasada una hora de la administración, por lo que se recomienda no repetir la dosis.

– La predisposición, las expectativas, la personalidad y el estado anímico son cruciales en la experiencia.

– Para disminuir los riesgos es aconsejable conocer el contexto en el que se va a consumir, estar en un sitio cómodo y acompañado de personas que brinden seguridad y confianza, y que tengan experiencia con enteógenos.

– Los riesgos aumentan si se está atravesando un momento de inestabilidad emocional (nerviosismo, angustia, tristeza, cansancio mental) o una racha negativa, sobre todo si se ha vivido una experiencia traumática recientemente.

– Es extremadamente peligroso el uso de esta sustancia si se tienen antecedentes psiquiátricos como pánico, brotes psicóticos, trastornos de ansiedad, paranoia y esquizofrenia.

– El uso de LSD está contraindicado en mujeres embarazadas o en período de lactancia y en niños. No se debe manejar un vehículo o maquinaria peligrosa bajo sus efectos.

– Consumir LSD con mucha frecuencia puede ocasionar insomnio, depresión, angustia, ansiedad. Por ello se aconseja espaciar su administración lo más posible.

Interacciones:

– Alcohol: Favorece la experimentación de un mal viaje y que los efectos sean menos controlables.
– MDMA: Es preciso extremar las precauciones inherentes a cada una de estas sustancias.
– Antidepresivos tricíclicos: Es la combinación más peligrosa. Se han reportado casos de convulsiones, incluso en personas sin antecedentes.
– Enteógenos: Los efectos son impredecibles y sumamente peligrosos.