“Yo nací con la música adentro mío, es la única forma que tengo para explicarlo”. Así Ray Charles intentaba entender el origen de su genialidad.
Ray, nacido en 1930, fue para muchos el músico creador del Soul. Lo cierto es que en su estilo mezcló la potencia del gospel, con la orquestación del jazz y la sensibilidad del blues.
Empezó a tocar el piano a los 5 años. Y a pesar de quedar ciego a los 6 por un cuadro de presión ocular mal tratado, no abandonó su pasión. Estudió composición y empezó a escribir sus canciones en braile. Aprendió a tocar el saxo, el clarinete, la trompeta y el órgano en la escuela para sordomudos de San Agustín, Florida.
Ray fue detenido tres veces por tenencia de sustancias prohibidas. El sensacionalismo siempre se centró en la difícil relación que Ray tuvo con la heroína, que dejaría de consumir a mediados de los 60. Pero poco se dijo de su eterno romance con el cannabis. De hecho, en Crying time (1966) su primer disco luego de dejar los opiaceos Ray grabó la canción “Lets get stoned”, que bien podría traducirse como “Vamos a fumar”.
La decisión de grabar la canción escrita por Nickolas Ashford, Valerie Simpson, and Josephine Armstead, fue interpretada por algunos como la manifestación de una postura anti marihuana por parte de Charles. Pero la letra parece estar bastante lejos de una condena al uso de cannabis: “Después de haber trabajado todo el día, cuanto te parece que todo va a estar mal, pará en mi casa cuando estés volviendo a la tuya, vamos a fumar uno”, canta Ray. Eso sí, no deja de lado algunas recomendaciones para reducir daños: “No hace daño que estés haciendo que tomás un descanso, pero asegurate de no tropezar y lastimarte la boca”.
En 1969, durante el mítico festiva de Woodstock, Joe Cocker haría su versión ante una multitud.
Aquí pueden escuchar What´d I say, su maravilloso disco de 1959:
https://www.youtube.com/watch?v=eP_M_4GG7HU
Feliz domingo.