Parece que usar cannabis hace de la vida algo mejor y de las horas en el trabajo algo mucho más llevadero. Y no es solamente una impresión.
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La investigación hecha por la Johns Hopkins Bloomberg School of Public Health en Estados Unidos analizó 100.000 encuestas a adultos mayores de 51 años realizadas durante 20 años: de 1992 a 2012. En ese período 20 estados regularon de alguna forma el acceso al cannabis en ese país.
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El estudio se centró en un tópico en particular: los factores que condicionan la calidad de vida en el ámbito laboral como dolores crónicos, síntomas depresivos, entre otros aspectos. En concreto, en los estados donde el cannabis está regulado, los usuarios adultos reportaron un 4,8% de reducción del dolor y un aumento general del 6,6% en calidad de vida y su estado de salud, lo que se tradujo en una vida laboral
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Un aspecto inesperado del estudio es que donde el cannabis dejó de estar prohibido aumentó el empleo de personas mayores de 40 años, una etapa de la vida en la que comienza la discriminación laboral.
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El estudio no solo demostró la eficacia del cannabis como medicina sino que, casi por accidente, tiró abajo otro mito prohibicionista: que el uso de cannabis va en contra de la motivación y la capacidad para desarrollar un trabajo en plenitud.
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El estudio completo puede leerse acá: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/30883060
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