Una semana atrás el Estado formalizó la nueva reglamentación de la Ley de Cannabis Medicinal. De esta manera, el cultivo personal, solidario y colectivo con fines terapéuticos dejó de ser ilegal. Y, al mismo tiempo, se habilitó la venta de derivados del cannabis en farmacias.
Pero ese no es el último paso. En el Congreso ya está en marcha en una regulación integral de la marihuana: tanto para fines medicinales como para uso adulto.
En el Congreso ya hay proyecto que buscan una regulación integral, sacando definitivamente al cannabis de la lista de sustancias prohibidas
El día de hoy se presentan en sociedad nuevos proyectos parlamentarios del oficialismo que no solo pretenden quitar a la planta de la lista de estupefacientes prohibidos en la ley de drogas 23.737 y de esta manera legalizarla.
En caso de aprobarse, también se habilitarían los clubes cannábicos y se les concedería una amnistía a los cientos de presos y presas que hoy cumplen una condena por cultivar marihuana.
Parlamento virtual
El Parlamento Virtual Cannábico organizado por Frente de Organizaciones Cannábicas Argentinas (FOCA), Mamá Cultiva Argentina y la Campaña Nacional Cannabis al Congreso es un evento abierto que comenzó hoy y durará tres jornadas con diferentes oradores que desarrollarán los aspectos jurídicos de los nuevos proyectos de ley.
Allí se presentarán tres iniciativas. Los proyectos de las diputadas Ayelén Spósito para la Legalización y Regulación del Cannabis, el de Carolina Gaillard de Regulación del Cannabis para la Salud y el de Gabriela Cerruti para Control y Regulación Estatal del Cannabis.
Según confirmaron las legisladoras a la THC, el objetivo es que estos proyectos que ya tienen estado parlamentario puedan unirse en una misma ley cuando comience el debate en el recinto en las próximas sesiones ordinarias del año que viene.
De todos modos, ya cuentan con varias firmas de colegas y tienen designados giros a comisiones, por lo que el estado parlamentario está garantizado para el transcurso del 2021.
Los proyectos
Ayelén Spósito elaboró un proyecto de más de 60 artículos. Entre los puntos más importantes, además de legalizar el cannabis para todos sus usos y eliminarlo de la lista de estupefacientes prohibidas, se habilitarían los clubes de cultivo, habría control estatal del mercado y se le otorgaría una amnistía a los presos y presas por plantar marihuana.
“Planteamos ir por la máxima. Si vamos a medias tintas, en la discusión nos van sacando cada vez más artículos y después queda una ley muy empobrecida”, le dice la diputada rionegrina a la THC que tuvo colaboración de la Asociación Cultural Jardín del Unicornio en la redacción del proyecto.
“Lo importante es la penalización, ¡basta de presos por consumir porro!”, dice Spósito. Luego, explica que “se propone un mínimo de diez plantas para el autocultivo. En el caso de los clubes, nos los imaginamos para el abastecimiento de quienes estén asociados”, cuenta la diputada sobre las asociaciones que serían sin fines de lucro.
El proyecto de Ayelén Spósito propone la regulación para el cannabis para uso adulto, busca no sólo la legalización del autocultivo, sino también habilitar los clubes de cultivo
Por otro lado, también se crearía un Consejo Consultivo Honorario, que estaría formado por organizaciones del movimiento cannábico, investigadores, científicos y los clubes del cultivo. “Van a hacer el seguimiento de la producción y distribución del cannabis en el territorio nacional, establecer mecanismos para garantizar la trazabilidad del cannabis, entregar licencias de venta y aplicar sanciones administrativas. Sería un controlador y reglamentador de la ley”, explica.
Uno de los puntos más innovadores es la amnistía a las personas que pasan sus días en la cárcel por cultivar marihuana. “Tenemos un calculo que serían entre 500 y 700 personas”, detalla Spósito sobre aquellos que tienen condena firme y otros en suspenso.
Para diferenciar a estos presos con casos del verdadero narcotráfico, la diputada adelanta que “se va a trabajar en conjunto con el Ministerio de Seguridad”.
En este último sentido, Spósito agrega que este proyecto de ley “es una manera de empezar a terminar con el narcotráfico: aquella persona que tiene una planta para su consumo no va a ir a comprar al mercado ilegal”.
Spósito cuenta que el tratamiento va a quedar para el año que viene. “Pensamos en hacer capacitaciones dentro del Congreso para que los diputados y diputadas se involucren con el cannabis, que dejen de pensar que es mala palabra y comprendan por qué es necesario tener una regulación integral”, cierra la diputada.
“Nuestro principal aporte incluye a la cultura cannábica y se reconocen los derechos vulnerados de usuarios, cultivadores y cultivadoras, entre ellos: el cultivo personal, el consumo compartido, intercambiar variedades y flores. Se reconoce a los clubes sociales como forma de trabajos remunerados”, explica Rossana Zappia, de El Jardín del Unicornio.
Por otro lado, el proyecto de Carolina Gaillard prevé que las personas puedan tener sus propias plantas, cultivos en red y la promoción de proyectos productivos en los que se priorice a pequeños y medianos productores para fines medicinales. En esta iniciativa también habría cambios en la ley de drogas y se podrían comercializar semillas que cuenten con la licencia de un organismo que se crearía para esta tarea: Instituto de Regulación del Cannabis.
El proyecto de Carolina Gaillard busca una regulación más integral del cannabis medicinal, apuntando tanto al desarrollo de una industria nacional como a la venta de semillas pera el autocultivo
“Con este proyecto buscamos que se desarrolle un marco normativo mucho más integral -que la actual Ley de Cannabis Medicinal- que contemple tanto la necesidad de usuarios y usuarias como la importancia de emprender el desarrollo productivo del país”, dice Gaillard.
Por último, el proyecto de Gabriela Cerruti apunta, sobre todo, al desarrollo productivo. Además de eliminar al cannabis como sustancia prohibida, se crearía el Instituto Nacional de Regulación y Control del Cannabis (INCA), que estaría constituído por un Directorio, conformado por integrantes del Poder Ejecutivo, y sería asistido por un Consejo Asesor con funciones consultivas e integrado por las asociaciones cannábicas.
El proyecto de Gabriela Cerruti se enfoca en permitir las condiciones legales para el desarrollo de una economía del cannabis en Argentina
Entre sus funciones, se otorgarían “licencias para producir, elaborar, acopiar, distribuir y expender cannabis, así como distribuir y expender semillas de cannabis para plantación, cultivo y cosecha doméstica”.
Informe: Santiago Carrillo