Desde tiempos antiguos el cáñamo ha sido una excelente opción a la hora de fabricar papel, el material que cambió la historia.
Además de ser una planta de rápido crecimiento con una fibra extremadamente resistente, el papel elaborado con cáñamo posee mayor resistencia al desgarro y su color es amigable con la vista al reducir el reflejo de la luz.
Pero el papel no se utiliza solamente para escribir o imprimir. Cientos de objetos de nuestra vida cotidiana funcionan a base de papel, como los medidores de pH que funcionan a base de tiritas o los tests de embarazo caseros.
Y es precisamente en este último punto donde el cáñamo puede ofrecer, otra vez, una revolución.
Un papel que analiza
Los dispositivos análiticos de microfluidos o laboratorios en chip utilizan papel especial para su funcionamiento, con un mecanismo bastante simple: una gota de fluido es absorbida por el papel, que incorpora distintas técnicas y sustancias para canalizar ese líquido hacia una zona específica.
Pensemos en los conocidos dispositivos hogareños para detectar un embarazo: la orina depositada en el dispositivo atraviesa un papel especial hasta llegar a la zona donde se encuentran los reactivos.
De acuerdo a una nueva investigación, los papeles de cáñamo son apropiados para el desarrollo de test de embarazos: no presentó diferencias al papel de árbol que se usa habitualmente
Según el contenido de hormonas (y otras sustancias en otros dispositivos) se activarán distintos reactivos produciendo una reacción visible, en este caso, las líneas que indican o no el contenido hormonal de la orina que indica un embarazo.
Lo mismo sucede en las tiritas de papel para medir pH, glucosa y hasta cromatografía en papel.
No se trataría de un reemplazo caprichoso. La búsqueda es parte de un serie de investigaciones que intentan demostrar la importancia medioambiental de que el papel de cáñamo reemplace al que se extrae de los árboles.
Los tallos de los árboles de los que se extrae la celulosa para el papel pueden tardar un mínimo de 10 años en ser aptos, mientras que el cáñamo requiere alrededor de 4 meses en crecer.
Además, el cáñamo tiene una mayor concentración de celulosa que la madera.
Los nuevos estudios
Científicos de Estados Unidos y Turquía anunciaron que el papel de cáñamo puede convertirse en una herramienta ideal para este tipo de dispositivos, ya que presenta mejores propiedades físicas que el papel elaborado con árboles.
De acuerdo a la investigación realizada, los papeles de cáñamo son apropiados para muestras de baja viscosidad como la orina y no produjo discrepancias detectables en los resultados en comparación con el papel de árbol utilizado que se usa en estos test.
Los tallos de los árboles de los que se extrae la celulosa para el papel pueden tardar un mínimo de 10 años en ser aptos, mientras que el cáñamo requiere alrededor de 4 meses en crecer.
Además, el papel de cáñamo no sólo posee mayor resistencia, dando la posibilidad de crear dispositivos más robustos y apropiados para el trabajo de campo sino también puede configurarse la densidad y permeabilidad del papel modificando la porosidad mediante adhesivos, técnicas de dobleces y hasta utilizando tecnología similar a la impresión 3D para generar micropatrones de alta resolución.
Si bien todavía falta desarrollar nuevas tecnologías para popularizar el uso de papel de cáñamo en dispositivos de microfluidos, los científicos concluyeron que es una de las alternativas más económicas para reducir el costo de estos dispositivos y volverlos más accesibles, especialmente aquellos utilizados cotidianamente por motivos de salud.