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Ana María Gazmuri, la activista cannábica que será diputada en Chile: “Pienso un proyecto para reparar a las víctimas de la ley”

En Chile el activismo cannábico ya tiene su presencia en el Estado. En las últimas elecciones, Ana María Gazmuri, Presidenta de la Fundación Daya y una de las máximas referentes de la lucha por la regulación del cannabis, se transformó en diputada nacional.

Este hecho se suma a Paulina Bobadilla, fundadora de Mamá Cultiva, que este año se convirtió en Alcaldesa de la comuna Quilicura.

Desde que un grupo de estudiantes secundarios saltaron los molinetes del Metro de Santiago, a finales de 2019, Chile atraviesa un profundo cambio político y social.

Si bien aún resta definir en segunda vuelta quién será el próximo Presidente, las elecciones de este fin de semana definieron la renovación de la Cámara de Diputados donde, por primera vez, el cannabis tendrá una representación en una banca.

Una mujer con historia

Durante la última década, Ana María Gazmuri no solo acompañó más de cien causas contra usuarios y cultivadores del cannabis. Junto a Mamá Cultiva Chile, la organización que dirige Gazmuri logró el permiso para plantaciones legales y para uso medicinal en más de veinte municipios.

Si bien Gazmuri fue la candidata que más votos obtuvo entre las propuestas de la oposición y que se presentaban por primera vez a unas elecciones, la Presidenta de la Fundación Daya admite que no es momento para festejar.

“Estamos en una situación alarmante con el avance del fascismo. Si lo llevamos a la agenda del cannabis, estamos en el peor de los escenarios”, asegura Gazmuri en un diálogo exclusivo con THC.

“Pienso un proyecto de ley en el que se limpien los papeles: es decir, que no haya antecedentes. Y aquellos que ya fueron liberados de la prisión, que se los compense económicamente y se les limpie el nombre. Es muy importante el reconocimiento porque hay casos muy traumáticos”, le cuenta a THC Ana María Gazmuri, diputada electa en Chile.

Gazmuri tiene en mente diferentes proyectos para avanzar en una regulación integral del cannabis, pero también en una reparación a todas las personas que fueron perjudicadas por las leyes de la prohibición.

De todos modos, sabe que antes de su asunción en marzo, el próximo mes su trabajo estará enfocado sumar votos al candidato de la coalición de izquierda, Gabriel Boric. “La pelea es feroz porque los cannábicos estamos en grave peligro”, dice en caso que se consagre Presidente el ultraconservador José Antonio Kast.

¿Cuál sería el escenario de la agenda del cannabis si el Presidente es Kast?

En todos los aspectos es un retroceso civilizatorio: en su programa está derogar la nueva Constitución que se está redactando, eliminar el acceso al aborto, el Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género y que las detenciones no sean ordenadas por la Justicia, sino directamente por el Ejecutivo. Se propone encarcelar a “los extremistas” y los cannábicos entraríamos en esa categoría. Significaría que seríamos allanados sin orden judicial. Si hoy tenemos presos por plantar, este escenario sería muchísimo peor. Sabemos que si llega a ganar esta alternativa, estamos en grave peligro.

¿Crees que si ganase Boric se avanzaría hacia una regulación integral?

Boris tiene el compromiso de la legalización del autocultivo. Aunque no es una regulación integral como proponía Daniel Jadue -precandidato que perdió ante Boris en la interna-, se detendrían la persecución y tendríamos un escenario más favorable para quitar al cannabis de la lista de estupefacientes prohibidos. Con un decreto presidencial puede suceder rápido.

¿Qué agenda vas a trabajar cuando asumas como Diputada en marzo?

A mi me interesa garantizar una reparación a las personas víctimas de la ley 20 mil (sobre estupefacientes). Fui testigo en más de cien juicios contra usuarios criminalizados. Hemos tenido una gran persecución y vimos familias traumadas, con pérdidas de vida incluso. Pienso un proyecto de ley en el que se limpien los papeles: es decir, que no haya antecedentes. Y aquellos que ya fueron liberados de la prisión, que se los compense económicamente y se les limpie el nombre. Es muy importante el reconocimiento porque hay casos muy traumáticos.

“Se propone encarcelar a “los extremistas” y los cannábicos entraríamos en esa categoría. Significaría que seríamos allanados sin orden judicial”, dice Gazmurri sobre la posible presidencia del ultraconservador José Antonio Kast.

Cuándo mencionás los casos traumáticos, ¿pensás en alguien en especial?

Si, una paciente de la sexta región. Una mujer con mucho sufrimiento que estaba postrada por una negligencia médica en su columna, pero con el cannabis tuvo un cambio de vida radical. Ella fue allanada y tuvo un largo proceso judicial. Su calidad de vida se deterioró porque dejó de tener el acceso al cannabis y el miércoles de la semana pasada falleció por una sobredosis de opiáceos. El sábado se concretó su sobreseimiento. Ella quería llegar al día de su sobreseimiento para recuperar su dignidad y volver a cultivar. Por eso, incluso en personas fallecidas hay que hacer ese reconocimiento porque fueron tratados como delincuentes.

¿Qué significa que activistas reconocidos del cannabis hoy ocupen una banca en Chile?

Tiene que ver con la profunda penetración de la cultura cannábica en Chile. Había personas con prejuicios y que luego tuvieron un proceso de transformación, donde el cannabis se incorporó a la vida de las personas como terapia del alma. Mamá Cultiva y Fundación Daya tuvieron un rol central y hoy agarramos el recorrido de este trabajo. La campaña la viví con ropa con hojas de cannabis y me encontré que la planta es parte de la vida de todas las familias del país; por eso me acogieron. Fue impresionante como el cannabis me abrió las puertas de vecinos y vecinas, quienes me dijeron que su único temor es la dificultad del acceso. El músculo que hemos desarrollado en estos años va a servir para seguir en la misma senda desde el Congreso para defender los Derechos Humanos.