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cannabis para tratar bruxismoGustavo Jaiyes / Revista THC

Cannabis para tratar bruxismo: “Cuando sentís alivio, a la planta no la dejás más”

Según algunas experiencias, el cannabis para tratar el bruxismo es una realidad. Esta condición se caracteriza por rechinar y apretar los dientes, tanto durante la noche como durante la vigilia.

El bruxismo puede generar desde problemas musculares, hasta odontológicos: puede generar contracturas que devienen en dolores de cabeza y hasta la fractura de piezas dentales. De hecho, muchas veces se utilizan placas de descanso que, si bien no detienen el bruxismo, reducen los daños que produce.

Las causas son múltiples, pero cada vez más estudios apuntan a que su vínculo con el estrés es un hecho.

Florencia Ferraro tiene 46 años y, desde los 20, convive con bruxismo. Pero cuando empezó a usar cannabis para tratarlo, cuenta que logró algo que parecía imposible: dormir sin presionar la mandíbula.

¿Cuál es tu diagnóstico?

Tengo bruxismo hace más de 25 años. De chica ya había tenido algunos problemas dentales, sobre todo con la mandíbula, por lo que la tengo más sensibilizada. Empecé a tener inconvenientes con un diente y el tema avanzó. No sé si soy una persona demasiado nerviosa, pero sí soy muy exigente y, con el paso de los años, mi cuerpo empezó a reaccionar al estrés y empecé a apretar los dientes. Era un poco más que solamente apretar, cuando dormía la mandíbula se me trababa y se me ponía dura. Fui a consultas odontológicas y llegué a la conclusión que lo mío era algo crónico. No era algo que se pudiera resolver. Lo que podía pasar, sí, era que se agravara y hubiera que operar. Había tenido unos episodios en los que la mandíbula se me rompió.

¿Te indicaron algún tratamiento?

Iba a un especialista que tenía unas técnicas muy interesantes. Hacía una serie de ejercicios de biomecánica corporal y eso me fue ayudando, pero requerían de continuidad. Por eso terminé dejando y me recomendaron una placa. Empecé con una de las más duras y noté cambios. Pero la placa evitaba que chillara los dientes, que se rasparan o dañaran. Pero la fuerza que ejercía con la mandíbula no cambiaba. El aparato no evita eso. Ahí me di cuenta de que las placas eran solo un paliativo y que no estaba resolviendo el tema.

Cannabis para tratar el bruxismo: dosis y vía de administración

¿En qué momento llega el cannabis a tu vida?

Yo fumo marihuana desde joven, pero nunca lo había relacionado con el bruxismo. Tengo una gran amiga que es cultivadora y produce un aceite intencionado para ayudar a la búsqueda del equilibrio. Yo también lo tomo desde ese lugar. Desde mi experiencia, mi uso tiene un punto de vista más homeopático.

¿En qué formato usás el cannabis para tratar el bruxismo?

Utilizo el aceite que produce mi amiga cultivadora, hace ya más de ocho años.

“A LA MAÑANA TENÍA QUE DESPEGARME EL MAXILAR SUPERIOR DEL
INFERIOR. TUVE EPISODIOS EN LO QUE SE ME ROMPIÓ LA MANDÍBULA”

¿Cuáles fueron los cambios más importantes que sentiste?

Yo no tengo problemas para dormir, pero aunque me durmiera fácil, la parte de la mandíbula nunca se relajaba. Con el aceite eso empezó a cambiar y ahora cuando me despierto no tengo dolor ni presión en esa zona. Antes, muchas veces a la mañana tenía que despegarme el maxilar inferior del superior porque estaban apretados y trabados. Eso fue una realidad que me acompañó mucho tiempo. Por eso es que me planteé que estaba pasando algo y busqué otras alternativas. El gran cambio para mí fue empezar a despertarme sin esa tensión y sin el dolor.

¿Cómo dosificás el aceite?

Antes tomaba a la mañana y a la noche, pero sobre todo tenía un uso a la noche. Cuando empecé, iba probando, porque una va aprendiendo de la experiencia propia y de lo que otros te cuentan. Así llegué a la dosis actual que produce mi amiga cultivadora. Lo vas midiendo con lo que te pasa. Me fui dando cuenta de que tomar a la mañana
ayudaba a que continuara la relajación. Cuando se tiene algo crónico, como en mi caso, se necesita tener una continuidad.

El apoyo de los amigos

¿Recibiste comentarios de tu entorno cuando contaste del cannabis?

Lo primero que me recomendaron a mí cuando empecé con esto, obviamente, fue que me calmara, que tomara pastillas o que consultara con un psiquiatra. Pero no quería agujerear mi estómago, tumbar mi hígado ni estar adormecida. Por eso nunca se me ocurrió ir por ese camino y el dolor seguía. Cuando descubrí que el aceite de cannabis tenía este beneficio fue genial. Mucha gente me cuenta que no puede dormir, que aprieta la mandíbula
y a todos les recomiendo que lo prueben, aunque les subrayo la importancia que tiene la continuidad, repetir la toma durante un tiempo para que el cuerpo empiece a recibir el mensaje. En cuanto sentís el alivio, no lo querés dejar más.

¿Tu odontóloga tenía información sobre el cannabis y bruxismo?

Mi odontóloga tiene una orientación antroposófica y homeopática así que es bastante abierta a escuchar. Además, sabe que yo siempre estuve buscando una alternativa natural. Por eso, cuando le conté no se sorprendió. Es más, ahora ella va a probar aceite de cannabis con su madre para otro problema. Al escuchar mi experiencia, como yo le contaba que tenía una amiga que cultivaba las plantas con amor y también con conocimientos científicos de fórmula, empezó a tomar confianza. Eso ayuda al otro, al que tiene dudas. A lo sumo, lo peor que puede pasar es que no le haga nada.

Si desde los profesionales de la salud no te aportaban la alternativa, ¿quién te dio la alternativa del cannabis?

Lo primero que me llegó fue a través de amigos que traían aceites, que estaban en la movida y querían investigar sobre distintos temas de la planta. Así pude probar y después se empezó a producir con más asiduidad. Ahora ya tengo un aceite hecho con una cepa que me funciona, que tiene un proceso controlado y del que sé cuántos miligramos tiene y yo puedo medir las gotas. Así puedo ir viendo si tomo tres a la mañana, tres a la tarde y tres a la noche, o no.

¿Te inscribiste en el Registro del Programa de Cannabis?

Sí, me inscribí. Se supone que estoy en la última instancia. Lo hice porque la realidad es que, si querés tener un cultivo en tu casa, registarte te quita el miedo. Es una tranquilidad para poder llevarlo cuando te vas. De todos modos, todavía no tengo mi certificado. Leí que la página estaba medio dormida pero que ya arrancó.

 

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