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Cómo funciona un dispensario de cannabis en Canadá

Luego de Uruguay, Canadá se convirtió en el segundo país del mundo en regular el cannabis para todos sus usos. Sin embargo, fue la primera nación que habilitó las tiendas que comercializan flores, aceites u otros derivados de la planta. En exclusiva, THC viajó hasta el norte para descubrir cómo funciona un dispensario de cannabis legal en Canadá.

“Salvo en lugares cerrados que lo prohiban, como un bar o un shopping, se puede utilizar en cualquier parte. El límite de tenencia es 30 gramos, por arriba de eso te pueden acusar de narcotráfico”, explica Ricardo, encargado de un dispensario de cannabis en Canadá.

Un viaje a Canadá: de visita por un dispensario de cannabis

El timbre suena y Ricardo frena la charla. La señal lo alerta sobre el ingreso de un cliente al local y él se dirige rápidamente hacia la puerta. En The House of Cannabis, un negocio ubicado en el barrio Chinatown de la ciudad canadiense de Toronto, solo hay un requisito obligatorio para ingresar y es su tarea asegurarse de que todos lo cumplan.

“¿Podría pedirle una identificación?”, pregunta el encargado a una señora que ronda los 50 años. Cuando el empleado corrobora su edad, la deja pasar y ella camina tranquila por el local.

Ella observa la mesa que exhibe picadores y pipas, luego los carteles digitales con la información de diferentes genéticas de cannabis disponibles y sus precios correspondientes. Finalmente dirige su mirada al sector de parafernalia, adornado con banderas canadienses que reemplazan el rojo por el verde.

“Cualquier persona, nacida acá o en el extranjero, mayor de 19 años, puede comprar cannabis”, le explica Ricardo a THC, quien vuelve a su lugar, aunque nunca deja de estar atento al timbre. “Pero es obligatorio por ley pedirles una identificación, aún cuando sea evidente que superan el límite”, continúa.

Ricardo es joven, ronda los 30 años, y hace tres meses que trabaja en el dispensario de cannabis de Canadá. Él nació aquí, pero su familia emigró al país desde Nicaragua, por lo que habla español a la perfección.

“Solo podemos vender entre las 11 A.M. y las 11 P.M. Por fuera de ese horario, está prohibido”, indica. Y agrega: “Tenemos clientes de todas las edades, incluso por arriba de los 80 años. Los adultos mayores también perdieron el miedo y fuman con libertad”, cuenta el empleado del dispensario canadiense.

Cómo funciona un dispensario de cannabis legal en Canadá

El cannabis recreativo en Canadá se legalizó en 2018. El impulsor fue el propio gobierno, liderado por el primer ministro del país, Justin Trudeau.

“Su padre, Pierre, ocupó ese cargo durante la década de 1970. Él también quiso eliminar la prohibición sobre la planta pero no pudo conseguirlo, así que su hijo completó la tarea”, cuenta a THC Derek Jones, un histriónico camarero que interrumpe su trabajo para hablar sobre el tema. “Si quieren, cuando cerramos vamos todos a casa a fumar uno”, dice entre risas mientras se lleva un churrito imaginario a la boca.

A casi cuatro años de la legalización, el cannabis es algo cotidiano en Canadá. Las personas lo usan en las calles, incluso en presencia de policías, sin la preocupación de que algo malo ocurra.

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“Solo podemos vender entre las 11 A.M. y las 11 P.M. Por fuera de ese horario, está prohibido”, dice Ricardo.

“Salvo en lugares cerrados que lo prohiban, como un bar o un shopping, se puede utilizar en cualquier parte. El límite de tenencia es 30 gramos, por arriba de eso te pueden acusar de narcotráfico”, explica Ricardo.

En su experiencia, los canadienses prefieren el THC al CBD. “Sobre todo genéticas con elevados porcentajes. Las más populares son las que se acercan al 30%”, comenta al respecto. Entre las variedades más destacadas están la Gas Tank, con un promedio de THC que varía entre los 25% y los 30% y un precio de 49.85 dólares canadienses (4.850 pesos) por 3.5 gramos, y la Star Struck, cuyo promedio de THC va del 23% al 28% y su valor es de 39.85 dólares canadienses (3.880 pesos) por 3.5 gramos.

Los productos de la góndola

Los dueños del local Mississaugas of the Credit Medicine Wheel opinan igual sobre este punto. “En lo relacionado al uso, diría que la forma más común es fumar. Se venden comestibles pero no son populares”, advierten a THC. Según cuentan, ellos se destacan por ser “el primer negocio cannábico de la ciudad fundado y operado por indígenas”.

“Es nuestro diferencial. En Toronto vas a encontrar cientos de locales que venden estos productos pero todos son distintos”, reflexionan.

Ricardo no está tan seguro. “El mercado está bastante saturado”, señala. Los datos corroboran esa afirmación. Según la información oficial de Toronto, en la ciudad hay más de 250 establecimientos con licencia para vender cannabis.

Las calles son un fiel reflejo de esa cifra. Ya sea en el lujoso distrito financiero, en la zona de universidades o en los barrios residenciales, los establecimientos compiten para llamar la atención de los compradores con carteles, descuentos y productos gratuitos.

Otro factor que influye sobre el mercado es el crecimiento del autocultivo. “La ley permite hasta cuatro plantas por casa, no por individuo. Antes no era tan común pero ahora sí. Podría decir que hay un mayor grado de profesionalización en ese sentido porque los ciudadanos estudian y se informan para elaborar sus propias variedades”, dice el encargado de The House of Cannabis.

Los dos mercados

En los locales cannábicos del país está claro que allí solo se vende para uso adulto y recreativo. “Por ley, no podemos dar ningún tipo de con- sejo médico. Para eso, hay que hablar con un profesional de la salud”, aclara Ricardo. Luego, agrega y especifica que “son dos mercados distintos y separados”. De todas formas, tanto la industria recreativa como la medicinal se producen de la misma forma.

Las plantas son cultivadas en Canadá y crecen, en su mayoría, en indoors e invernaderos operados por empresas con una licencia otorgada por el Estado.

“La ley permite hasta cuatro plantas por casa, no por individuo. Antes no era tan común pero ahora sí. Podría decir que hay un mayor grado de profesionalización en ese sentido porque los ciudadanos estudian y se informan para elaborar sus propias variedades”, dice el encargado de The House of Cannabis.

“Esto garantiza que todos los productos de cannabis legales cumplan con los estrictos requisitos de control de calidad y seguridad del producto”, explican desde el gobierno. “La superficie de cultivo interior y exterior autorizada en poder de los titulares de las licencias ronda las 894 hectáreas”, suman.

Las autoridades destacan que “el número de registros de clientes médicos con licencia federal cayó un 9%”. Al día de hoy, existen 264.686 registros. En promedio, se expenden dos gramos diarios de cannabis a los pacientes.

Por otro lado, es importante destacar que existen varias empresas de capitales canadienses que están radicadas en Colombia. Allí elaboran derivados del cannabis para la producción de medicamentos.