Marcelo Markous probó el hachís por primera vez en Europa. Tenía 17 y salía del secundario. “Quedé muy flasheado con la diferencia entre lo que me habían dicho y lo que realmente era. Me habían bajado esa línea de que todas las drogas eran iguales y que la gente que las probaba se perdía”, recuerda hoy, a casi 30 años de ese momento y a punto de presentar un libro sobre cultivo en la Expo Cannabis 2022.
A los 45 años, Markous vive en Tigre. “Muy cerca del agua”, le dice a THC para marcar la importancia de ese elemento para él. Obsesivo compulsivo por el estudio, como se describe a sí mismo, al regresar de ese viaje se puso a investigar sobre la planta.
“Si venía una persona con necesidad de aceite, yo le daba para cuatro meses. Pero también una lista de compras con todo lo necesario para cultivar. Cuando tenía todo, yo iba a la casa, le armaba el espacio, le daba esquejes de variedades que habíamos probado”, dice Markous.
“Al año me surge la oportunidad de hacer una pasantía y volví a Europa. Me quedé en lo de un familiar y profundicé más en el tema”, rememora.
En su segundo retorno a la Argentina, Markous comenzó su primer cultivo. “Me regalan una planta que básicamente maté en menos de 24 hs. Hice todo lo que no tenía que hacer. Le puse la luz muy pegada y la regué 18 millones de veces. Ahí me di cuenta que tenía que seguir estudiando”, comenta.
De esa manera, quien hoy es uno de los cultivadores más experimentados del país, empezó su relación con la planta. “A los ponchazos”, como la mayoría de las personas que dieron sus primeros pasos en un mundo donde el prohibicionismo era la regla. Todo ese recorrido es el que Markous narra en “Cannabis”, un libro sobre cultivo que escribió “para el cultivador que era hace 15 o 20 años”.
Los primeros pasos de Markous con el cannabis
Markous señala que en su adolescencia y juventud, conseguir información sobre la planta era difícil. “En esa época no había ni existía nada. Algunas compilaciones de la revista High Times y libros de Ed Rosenthal y Cervantes, que eran más parecidos a un fanzine”, indica.
“Compré alguno que otro de autocultivo y arranqué de una forma más seria que la primera vez. Empecé en una especie de entrepiso chiquito que había en el quincho de casa. Todo a escondidas de mis viejos”, continúa.
– ¿A ese momento lo tenés como el inicio de todo?
– Ese cultivo fue en el 96 o 97 y desde ahí no frené más. Cuando paré de cultivar en casa fue porque era un joven con vida ajetreada pero lo hacía en lo de un amigo. Lo que sí me hizo el cambio absoluto fue el tema del aceite de cannabis. Porque descubrí que aparte de hacer algo que me encanta y que me da todo lo que me da, puedo ayudar a cambiarle la vida a la gente. Eso fue para mi el punto de inflexión más grande en lo que respecta al cultivo.
Cómo nace “Cannabis”, un libro sobre cultivo
Ese momento de inflexión, como lo define Markous, es el que termina originando “Cannabis“, un libro sobre cultivo que estará presentando en la próxima Expo Cannabis 2022.
– ¿Qué fue lo que provocó ese click?
– Me di cuenta que no tenía una gran capacidad de producción. Mis cultivos fueron siempre chicos porque era bastante miedoso con el tema legal. Aparte, siempre los hice solo y los grandes requieren ayuda de alguien. Eso me obligó a enseñar a cultivar porque yo no tenía para todo el mundo y tampoco quería darle solo a los primeros tres que necesitaban. Entonces, la única forma era que esa persona que venía a pedir aceite pudiera preparar el suyo.
– ¿Cómo lograste ese objetivo?
– Armé un método. Si venía una persona con necesidad de aceite, yo le daba para cuatro meses. Pero también una lista de compras con todo lo necesario para cultivar. Cuando tenía todo, yo iba a la casa, le armaba el espacio, le daba esquejes de variedades que habíamos probado y sabíamos que funcionaban, y le hacía un seguimiento del cultivo por whatsapp o los visitaba. Una vez que estaba todo listo para cosechar, iba a la casa, le enseñaba a preparar el aceite y ya ahí podía pasar al que seguía porque esa persona era independiente.
– ¿Qué te generó a vos ese proceso?
– En general, yo no le podía dar aceite a más de cinco personas al mismo tiempo. Entonces, este método me obligó a afinar mucho el tema del estudio y conocer los problemas más frecuentes de cultivadores principiantes. Eso me ayudó mucho. Por otro lado, tuve la suerte de poder probar todo tipo de instrumentos, luces, genéticas, métodos, etc. Pruebo constantemente nuevas cosas y tecnología y eso me da muchos elementos para enseñar.
El libro de Marcelo Markous
“Para hacer el libro me llaman unos amigos que estaban armando un sistema para enseñar a cultivar en Estados Unidos”, explica el autor. Y suma: “Tiene que ver con una app, una serie de videos y una línea de soporte para cultivadores que vienen en un pack. Me piden ser parte de este proyecto y para tener ‘credenciales’ en Estados Unidos me dicen que escriba un libro. Ellos lo editaban allá e iban a poder decir ‘Marcelo Markous autor de’”.
“Lo que sí me hizo el cambio absoluto fue el tema del aceite de cannabis. Porque descubrí que aparte de hacer algo que me encanta y que me da todo lo que me da, puedo ayudar a cambiarle la vida a la gente”, cuenta Markous.
– ¿Cómo fue el proceso de creación?
– Me dieron bastante libertad para elegir de qué iba a ser el libro. No me bajaron línea, o si tenía que ser para principiantes o un paso a paso. Básicamente me dejaron escribir lo que yo quería. Pero me encontré que no era tan fácil sin una bajada de línea y terminé escribiendo un libro para el cultivador que era hace 15 o 20 años. Hice un repaso de aquellas cosas que me cambiaron y mejoraron mi manera de cultivar. Tiene una mezcla de teoría y práctica, no subestima al lector y entiende que tiene la capacidad de estudiar y profundizar sobre otros temas para entender más.
Como señaló Markous, la versión original de “Cannabis” fue en inglés. “Yo no tenía la idea de editarlo en castellano. Pero al haber sido un libro con tanta libertad, me terminé encariñando y preguntando cómo sería editarlo en la Argentina”, revela.
– ¿Qué hiciste en ese momento?
– Llamé a Seba (Sebastián Basalo, director de THC) para preguntarle qué le parecía y su respuesta fue que lo hacían todo ellos. Imprimirlo, distribuirlo, venderlo y promocionarlo. Los chicos son recontra amigos y me dieron una mano. Fue eso lo que me hizo decidirme a presentarlo y venderlo en la Argentina con una versión en castellano.
– ¿Qué te genera presentarlo en la Expo Cannabis?
– Es un orgullo y un privilegio. Algo que jamás me hubiese imaginado que iba a pasar. Creo que la última vez que hablé en público fue en el colegio secundario así que con un poco de ansiedad también. Pero no puedo estar más contento, es un espacio que se está transformando en la casa de todos los que participamos en esto: los que cultivamos, tenemos un local, hacemos sustratos, etc. Vamos encontrando en la feria algo como un lugar de reunión. Un espacio de tres días para hablar de este tema de forma monotemática. Por lo general, los que estamos en esto solemos hacerlo con gente a la que no le interesa tanto este tema. Y creo que la feria nos da el lugar para encontrarnos con otros obsesionados y hablar tres días sin parar de esto.