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Mascotas: Cannabis en el tratamiento de sus enfermedades

Los animales domésticos son parte de la vida de millones de personas en el mundo y también pueden beneficiarse del uso de cannabis. Te contamos todo lo que querés saber sobre cannabis y mascotas.

Las razones por las que el cannabis funciona en muchos animales mamíferos son las mismas que en los seres humanos: poseen un sistema endocannabinoide que ayuda a mantener en equilibrio su organismo. Por este motivo cuando existe algún desequilibrio que afecta este sistema, los fitocannabinoides pueden restablecerlo.

Sin embargo existen algunas precauciones que debemos tener en cuenta para tratar a nuestras mascotas con cannabis de forma segura y efectiva.

¿Para qué enfermedades puede usarse el cannabis en mascotas?

Si miramos las estanterías de una veterinaria, vamos a observar que muchas sustancias de uso humano se utilizan en animales. Dramamina, clorhidrato de difenhidramina, amoxicilina, algunas benzodiacepinas son varios ejemplos. Otros fármacos de uso humano pueden ser tóxicos, como el caso del ibuprofeno.

La planta de cannabis y sus extractos, debidamente dosificados, son una alternativa terapéutica válida y muy efectiva para tratar varias patologías que pueden sufrir nuestros amigos y amigas no humanos.

Patologías como epilepsia, distintos tipos de cáncer, enfermedades óseas degenerativas como la artrosis o la artritis, dolor crónico, inflamación o trastornos del sistema digestivo son algunos ejemplos de patologías “compartidas” entre humanos y animales que pueden tratarse con cannabis.

También es útil en enfermedades veterinarias como el moquillo nervioso y para tratar secuelas de, por ejemplo, la encefalitis necrotizante. Además se está estudiando su uso para tratar trastornos del comportamiento, con diferentes resultados.

Como sucede con los humanos, debemos hacer la salvedad que el uso de cannabis puede curar algunas patologías puntuales, es decir generar una remisión total de los síntomas. En otros casos, se tratan los síntomas para mejorar la calidad de vida del animal en tratamiento, como puede ser el uso paliativo.

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Las mascotas también pueden beneficiarse de los efectos terapéuticos del cannabis, con los debidos recaudos. (@kayacreations)

¿Qué pasa si le doy aceite de cannabis a mi perro?

Lo primero que tenemos que tener en cuenta a la hora de suministrar cannabis a nuestras mascotas es que los animales son muy sensibles a los cannabinoides, especialmente el THC. Más allá de las diferencias de peso, a la hora de dosificar cannabis debemos tener esto en cuenta y siempre consultar con un veterinario.

Lo siguiente es distinguir el uso terapéutico debidamente dosificado y el uso accidental, cuando el animal ingiere cannabis sin supervisión. Se trata de una situación completamente diferente.

En la mayoría de los casos, pocas cantidades de cannabis no generan cuadros significativos en perros o gatos, salvo casos de patologías previas que puedan agravarse. La intensidad de los efectos se definen también por el tipo de cannabis que ingirió el animal. Si se trata de restos de plantas, hojas o flores verdes, con gran contenido de cannabinoides ácidos, es posible que no genere efectos notables.

Por el contrario, la ingestión de flores secas, extractos o comestibles con cannabis ya descarboxilado si puede provocar una intoxicación con distintos grados de severidad. Esto depende de la cantidad de cannabis que haya ingerido el animal y en el caso de los comestibles, de sustancias como la manteca, el café o el chocolate.

¿Cómo me doy cuenta que mi mascota comió cannabis?

Cuando cultivamos y convivimos con animales, es posible que ingieran accidentalmente partes de la planta. Es algo común y no necesariamente puede llevar a una intoxicación.

Como primera medida debemos descartar la posibilidad de que el animal haya ingerido accidentalmente otras sustancias tóxicas. Los efectos del cannabis en animales se manifiestan generando síntomas como decaimiento, incoordinación del movimiento (ataxia), se ralentiza el ritmo cardíaco (bradicardia) y genera hipotermia.

También es posible que aparezcan síntomas como vómitos, diarrea, incontinencia urinaria, hipersalivación y hasta vocalización, es decir gemidos o ladridos sin razón aparente. Como estos síntomas también son producidos por sustancias más tóxicas que el cannabis, es importante estar seguros que se trata de cannabis y no otra cosa.

¿Que hago si mi mascota comió cannabis?

Lo primero que deberíamos hacer si nuestra mascota ingirió cannabis es comunicarnos con un veterinario para que realice una evaluación de la severidad de la ingestión. Es importante destacar que los veterinarios no están obligados a notificar a la policía en estos casos, por lo que lo primordial es la salud del animal.

Si la intoxicación es leve, podemos ubicar al animal en un espacio oscuro, tranquilo y sin ruidos fuertes o tránsito de personas. Ofrecerle agua y vigilar su temperatura corporal. Dependiendo de la intoxicación, los efectos pueden durar de 6 a 24 horas.

¿Cuántas gotas de cannabis se le puede dar a un perro?

No existe una dosificación estándar que se pueda aplicar a cualquier mascota, ya que está determinada por el peso del animal, la patología a tratar, el uso previo o no de cannabis y especialmente por el médico veterinario, quien es la persona que debe realizar una evaluación previa para, justamente, determinar la mejor dosificación.

¿Se puede usar CBD de humanos en perros?

Usar productos de cannabis para uso humano en animales está desaconsejado justamente por las concentraciones y cantidades de principios activos. Si decidimos usar esta clase de productos debemos ser extremadamente cuidadosos con las dosis y siempre consultar a un profesional veterinario.

Aunque el uso de CBD en mascotas está muy difundido, también pueden utilizarse otros cannabinoides y extractos de espectro completo. Será el profesional de la salud quien determine el mejor tratamiento para el animal.

¿Cómo le doy cannabis medicinal a mi mascota?

Cómo primera medida deberíamos saber que “tirarle el humo” a nuestra mascota en el hocico no cuenta como un uso terapéutico válido y es bastante dañino para la salud del animal. Los extractos podemos administrarlos directamente, como en humanos o si es necesario, aplicarlos en un pequeño trozo de comida.

Para utilizar extractos de cannabis debemos empezar siempre con la dosis más baja posible. Así se puede diluir 1 mililitro de extracto de cannabis en 100 mililitros de aceite de coco, oliva o girasol, para alcanzar una dilución 1:100. Las dosis con mayor concentración requieren acompañamiento del veterinario.

Las proporciones de cannabinoides estarán determinadas por el médico veterinario para el tratamiento más eficiente. Pueden ser perfiles ricos en THC, en CBD o también 1:1 y espectro completo.

Finalmente, como en el caso de los humanos, el autocultivo es la forma más recomendable de obtener cannabis para usos terapéuticos. A falta de un contexto regulado donde es posible adquirir productos certificados, cultivar domésticamente permite no sólo elegir la variedad sino también asegurarnos de utilizar una materia prima libre de contaminantes.

¿Se puede usar CBD en perros para la ansiedad?

En los últimos años se difundió el uso de CBD para tratar la ansiedad o la agresividad en perros. Existe evidencia, en algunos casos algo contradictoria, pero también experiencias en refugios con perros abandonados.

Un estudio evaluó si el CBD reducía la ansiedad en perros rescatados por un refugio de animales. Allí evaluaron 12 casos de animales dosificados con CBD en contraste con un grupo sin dosificar. Si bien no se apreciaron resultados realmente significativos, los investigadores destacaron que el grupo tratado con CBD mostró una tendencia menor a las respuestas agresivas.

También existe evidencia proveniente de estudios científicos donde registraron los comportamientos de ratas y ratones. En un caso el CBD redujo la ansiedad provocada por el aislamiento social de los individuos. En otro, usando ratas estresadas de manera crónica, comprobaron que el uso de CBD disminuyó los efectos del estrés en el hipotálamo.

Muchas causas de la ansiedad en perros corresponden a factores diversos, algunos ambientales, otros de crianza o “imprinting”. Un ejemplo es la ansiedad por separación, donde los animales, de fuerte instinto gregario, sufren la separación temporal de sus dueños con gran intensidad. El CBD puede proveer un mecanismo para aliviar los síntomas, pero siempre es importante contar con la ayuda de un profesional en comportamiento canino para evaluar el posible tratamiento y reentrenamiento.