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¿Qué es el HHC?

Cannabinoides. Hay cientos que están identificados y otros todavía por descubrir. Y cómo si fuera poco, comienzan un tímido debut los cannabinoides de laboratorio. Te contamos todo sobre el HHC, el cannabinoide semisintético que hace furor.

¿Qué son los cannabinoides sintéticos o artificiales?

Existen varios tipos de cannabinoides, que podemos distinguir por naturales y artificiales. Los naturales son los conocidos endocannabinoides como la anandamida y los fitocannabinoides como el THC o el CBD.

Estas sustancias son moléculas “naturales” o que pueden encontrarse de forma natural en plantas o el ser humano, como los endocannabinoides.

Por otro lado tenemos los cannabinoides artificiales, como los que pertenecen al grupo JWH (018, 073, 240, 398). Son sustancias que no existen en la naturaleza, sino que han sido creadas a partir de la imitación o modificación de cannabinoides naturales. En algunos casos, surgen a partir de someter cannabinoides naturales a procesos químicos.

Hace algunos años cannabinoides artificiales como el JWH018 fueron comercializados en “mezclas para fumar”, mezclados con materia vegetal molida y vendidas bajo nombres como el famoso Spice. Actualmente muchas de estas sustancias se encuentran reguladas por sus posibles efectos a largo plazo o incluidas en las leyes de análogos, que restringen sustancias con efectos similares a las sustancias controladas.

Es importante distinguir que no es del todo correcto el adjetivo “sintéticos” para referirse a los cannabinoides artificiales. Muchas sustancias pueden extraerse de fuentes vegetales pero también pueden obtenerse por síntesis, es decir por medios de laboratorio, generando moléculas naturales y también moléculas artificiales.

Jonathan Ott cita en Pharmacotheon el ejemplo de la vainillina, el principio aromático de la vainilla. En el caso del compuesto vendido a nivel mundial, se trata de una molécula natural obtenida por síntesis, generando vainillina sintética pero no artificial.

En muchos casos resulta más económico y estable producir una sustancia por síntesis que extraerla de fuentes vegetales. Es importante apuntalar la diferencia en el origen de la molécula: nacida en un laboratorio, de la mano del ser humano, o parte de la enorme farmacopea natural que nos rodea desde el principio de nuestra existencia.

¿Qué es el HHC?

En los últimos años comenzó a difundirse el uso de HHC o Hexahidrocannabinol. Se trata de un cannabinoide que existe en mínimas cantidades en algunas partes de la planta como las semillas o el polen. Sin embargo es tan escasa su producción que hace inviable la extracción, como sí sucede con otros cannabinoides.

Este cannabinoide es un análogo del THC, es decir que posee una estructura química similar, por lo que puede vincularse con los receptores CB1 y CB2. De esta manera, produce efectos similares al THC.

El proceso más común para obtener HHC consiste en “agregar” moléculas de hidrógeno a las moléculas de THC. Esto se logra exponiendo una extracción con alto contenido de THC a hidrógeno gaseoso en un contenedor presurizado. El hidrógeno modifica los enlaces de carbono en los cannabinoides y produce una molécula llamada Hexahidrocannabinol.

Actualmente en muchos mercados regulados el HHC se ofrece principalmente en productos comestibles o en cartuchos para vapeo, combinados con cannabinoides naturales como el CBD o aislados. Se puede decir que el HHC es una nueva figurita en el reciente álbum de cannabinoides exóticos como el delta8-THC

HHC
Estructura molecular del HHC, muy similar al THC, justificando sus efectos psicoactivos. (@Wikipedia)

¿Cuándo se inventó el HHC?

El descubrimiento del hexahidrocannabinol forma parte de las primeras investigaciones modernas con cannabis, hacia mediados del siglo XX. En 1944 el químico estadounidense Roger Adams solicitó una patente en la oficina de patentes de Estados Unidos bajo el título “Compuestos activos de la marihuana”.

En dicha patente, Adams detalló las estructuras químicas de varias sustancias, obtenidas mediante la exposición de “aceite rojo” a distintos procesos químicos. Adams denominó “aceite rojo” o “cannabinol crudo” a extractos de plantas de cannabis y buscaba identificar compuestos tóxicos, con potencial terapéutico o inactivos.

Entre los compuestos descritos por Adams figura el hexahidrocannabinol, de estructura química similar al, en aquel entonces desconocido, delta9-THC. En realidad algunos cannabinoides habían sido identificados y probados farmacológicamente en animales sin grandes avances hasta 1964, cuando el equipo de Rafael Mechoulam identificó el THC como el principal compuesto psicoactivo.

Su uso recién comenzó a difundirse en los últimos años, como una alternativa al THC presente en varios productos de venta en mercados regulados.

¿Qué efectos tiene?

Al tratarse de un análogo del THC, es decir una sustancia que posee una estructura química muy similar, puede producir los mismos efectos que este cannabinoide, como relajación, sensación de aumento en el apetito, mejora en el estado de ánimo o cambios en la percepción. 

También puede generar los mismos efectos terapéuticos del THC: analgesia, mejora en el descanso, reducción de la inflamación.

Uno de los motivos que vuelve al cannabis una sustancia completamente segura para su uso es el hecho de que el ser humano usa la planta hace al menos 10 mil años. Aunque recientemente se comenzaron a estudiar en profundidad los efectos de los cannabinoides naturales, no existe en toda la humanidad registro de personas muertas, incapacitadas permanentemente o afectadas gravemente por usar cannabis.

Es importante recordar que no existen investigaciones científicas extensivas sobre los efectos del hehahidroxicannabinol, ni a corto o largo plazo. Tampoco en comparación con cannabinoides naturales o artificiales ya conocidos.

¿Qué es más fuerte, Delta 8 o HHC?

El nuevo mercado de los cannabinoides como delta8-THC o HHC es bastante controversial. En principio porque la comercialización de estas sustancias se origina en las restricciones legales que limitan las cantidades de cannabinoides naturales en un producto o incluso restringen totalmente la venta. 

Así surge la opción, en un gris legal, de usar y comercializar una sustancia que produce efectos muy similares pero no es exactamente la sustancia restringida. 

Como el delta8-THC, un cannabinoide natural con gran disponibilidad en las variedades de cannabis utilizadas como cáñamo industrial, la extracción o producción de estos compuestos se vuelve una opción extra para obtener rendimientos más amplios. De las enormes extensiones de cáñamo cultivado para obtener CBD, semillas o fibra, también se puede extraer moléculas apuntadas al selecto mercado de las novedades en cannabinoides psicoactivos.

Por otra parte, no existe evidencia suficiente para afirmar la inocuidad o toxicidad de estos compuestos análogos, que en definitiva son una alternativa a sustancias seguras ya conocidas como los cannabinoides naturales.