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El Ministerio de Ciencia entrega hasta 10 millones a proyectos sobre cannabis: cómo presentarse

El cannabis ya forma parte de la agenda tanto privada como pública. Si bien aún falta camino por recorrer para su regulación total, la planta y quienes trabajan con ella van adquiriendo reconocimiento.

Esto se refleja en políticas públicas como el Programa de Investigación y Desarrollo en Cannabis impulsado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación (MCTE).

A partir de ese programa, proyectos de diferentes áreas pueden acceder a financiamiento público para avanzar en sus desarrollos.

Al final de esta nota, vas a encontrar qué tipo de proyectos pueden presentarse y cómo hacerlo.

Cada proyecto puede solicitar hasta 10 millones de pesos y las presentaciones se reciben durante todo el año.

Para entender mejor de qué se trata el Programa del MCTE hablamos con Pablo Núñez, subsecretario de Coordinación Institucional.

El encuentro fue en el marco de la presentación oficial de las variedades de cannabis desarrolladas por Cannabis Conicet, dos de las cuales ya están siendo comercializadas.

“Aspiramos a que este Programa sea un incentivo para quienes ya están investigando la temática y también para la generación de nuevos proyectos de investigadores e investigadoras jóvenes”, explica Núñez.

Y afirma la importancia de que este tipo de iniciativas conecten al sector científico que ya se encuentra vinculado al Estado con asociaciones de la sociedad civil para que la ciencia y la tecnología tengan un impacto concreto.

¿Cómo surgió la idea de crear el Programa de Investigación y Desarrollo en Cannabis?

Desde el Ministerio de Ciencia nos propusimos crear el Programa para promover proyectos de investigación y desarrollo orientados a generar conocimientos y avances en las propiedades de la planta de cannabis y sus derivados. A su vez, debido a la reciente sanción de la Ley Nº27.669 que regula el desarrollo de la industria del cannabis medicinal y del cáñamo, nos parecía clave que el sistema científico y tecnológico acompañe en mayor medida y contribuya al crecimiento de este sector con la generación de conocimiento, el desarrollo de tecnologías e innovacion.

¿Cuál es el alcance de este programa más allá del campo científico?

Por un lado, nos permitirá que las capacidades de la ciencia y la tecnologia tengan un mayor impacto en desafíos, problemas y oportunidades que tenemos en nuestra sociedad y donde el conocimiento contribuye a tomar decisiones en base a la evidencia, en especial en lo que respecta al desarrollo e implementación de políticas públicas sobre la temática por parte de los gobiernos provinciales y municipales, de organizaciones sociales y de nuestra sociedad en su conjunto. Y además, el programa brinda la posibilidad de obtener financiamiento para la investigación de aspectos agronómicos, usos clínicos e industriales de la planta así como de aspectos sociales y culturales.

“Aspiramos a que este programa incentive a quienes ya están trabajando y a investigadores jóvenes”, asegura Pablo Núnez, subsecretario de Coordinación Institucional

¿Qué criterios se aplican para otorgar estos financiamientos?

Esta convocatoria considera fundamentalmente criterios basados en la calidad de las propuestas, la consistencia de las capacidades científico-tecnológicas y la solidez de los objetivos planteados. Eso es lo que nos planteamos desde la Subsecretaría de Coordinación Institucional de este Ministerio. También son aspectos clave la creación y fortalecimiento de las capacidades científico-tecnológicas y el impacto que tendrán los proyectos en los campos de conocimiento abordados y en los sectores involucrados en el proyecto, como por ejemplo Municipios, ONGs, etc.

“Aspiramos a que este Programa sea un incentivo para quienes ya están investigando la temática y también para la generación de nuevos proyectos de investigadores e investigadoras jóvenes”, explica Pablo Núñez, subsecretario de Coordinación Institucional

¿Cuánto dinero se destina actualmente para este programa?

Hoy hablamos de 250 millones. En este primer año, desde que lo lanzamos a la fecha, se han recibido más de 60 proyectos incluyendo los evaluados y los que están en proceso de evaluación. De los 23 que ya han sido aprobados, 13 proyectos ya se encuentran en ejecución. Esperamos que este Programa genere el impacto deseado y que podamos ir orientando cada vez más los recursos hacia mayor conocimiento y desarrollo tecnológico en este campo.

¿Y cuál es el sentido estratégico a la hora de otorgar estos beneficios?

El enfoque estratégico está fundamentalmente orientado a la promoción de la investigación y, por ende, facilitar la ampliación de conocimientos en todos los campos relacionados con la actividad científica en Cannabis y Cáñamo. La temática de Cannabis y cáñamo tienen un potencial enorme, tanto en lo que refiere a la investigación y desarrollo biotecnológico, estandarización de producción de aceites, efectos terapéuticos sobre distintos tipos de afecciones, así como en la industria.

¿Qué importancia le dan a los proyectos relacionados al cáñamo?

Siempre hablamos de Cannabis pero es importante tener en cuenta que el cáñamo es un gran regenerador de suelos, con usos que incluyen sus fibras para la industria textil, sustitución de polímeros plásticos por polímeros “naturales”, bioinsumos, etc. Tomamos la decisión de apoyar todo ese potencial a través del financiamiento para que, a través de mayor generación de conocimiento, sea posible darle mayor impulso y valor agregado a esta industria con enormes oportunidades.

¿Apuntan a impulsar proyectos en todo el país?

Este Programa, así como nuestra mirada en todos los instrumentos de financiamiento que creamos desde esta Subsecretaría, es federal. Nuestra mayor aspiración es reducir las asimetrías entre jurisdicciones que se propongan profundizar el conocimiento y mejorar las políticas y capacidades productivas.

¿Es algo pensado para emprendimientos públicos o también privados?

Consideramos que es central la posibilidad de presentar proyectos asociativos, para que el sistema científico pueda establecer un vínculo estratégico con empresas, organizaciones de la sociedad civil o gobiernos provinciales y locales. Reforzar este tipo de vínculos es muy importante para incrementar el impacto de la ciencia y a la tecnología en todas las temáticas, también en la industria del cannabis y el cáñamo.

“Consideramos que es central la posibilidad de presentar proyectos asociativos, para que el sistema científico pueda establecer un vínculo estratégico con empresas, organizaciones de la sociedad civil o gobiernos provinciales y locales”, detalla Núñez

Más allá del aspecto relacionado al apoyo económico, ¿de qué otra manera el Ministerio busca involucrarse en el universo del cannabis y del cáñamo?

Buscamos estar presentes en estas temáticas que son de importancia e interés para nuestra sociedad, en los que la ciencia y la tecnología tienen algo para aportar. El programa que diseñamos busca que se genere más conocimiento, y una mayor transferencia y vinculación tecnológica para acompañar una demanda de la sociedad y que hoy con las nuevas legislaciones toma una nueva dimensión.

El ministro Daniel Filmus en presentación de las variedades lanzadas por Cannabis Conicet

¿Qué cuestiones consideran más sobresalientes en el cruce que nace de investigación, desarrollo y cannabis?

Es importantísimo poder ampliar conocimientos en el estudio de posibles efectos terapéuticos en diferentes patologías en las que la investigación científica podría aportar mucho, marcando así la diferencia. Esto se refleja en la cantidad de proyectos que hemos recibido en esta área. Por otro lado, un campo incipiente que aún no está muy desarrollado ni explotado es el del aprovechamiento integral y el uso sostenible de los recursos que se utilizan para la extracción de aceites. La generación de bioinsumos, la reutilización de residuos, y la incorporación de esta dimensión en general a los proyectos es clave para promover nuevas líneas de investigación.

Desde la especificidad del Ministerio, ¿qué consideran que se ha logrado en este tiempo?

Entre los puntos alentadores encontramos una gran respuesta a la convocatoria, el entusiasmo de las ONGs vinculadas a la temática así como el de grupos de investigación que ya venían trabajando estos temas con menos acompañamiento o estimulo desde el MINCYT. También es para destacar el carácter federal de las investigaciones, con un amplio perfil de provincias que presentaron proyectos, la diversidad de instituciones participantes y la alta participación de mujeres en los equipos de investigación.

¿Y cuáles son los desafíos más importantes por delante para un programa de estas características?

Primero, incentivar aún más la presentación de proyectos asociativos que vinculen el sector científico con actores de la sociedad, como ONGs o bien gobiernos locales. También aspiramos a que los desarrollos tecnológicos en el marco del Programa puedan ser utilizados por el Estado como insumo para mejorar la calidad de vida de nuestra población y generar oportunidades económicas de base tecnológica para crear empleo de mayor calidad. Además es central en un tiempo donde circula tanta información falsa, mitigar el efecto de las fake news aportando datos para responder preguntas de interés científico y tecnológico.

¿Creen que están dadas las condiciones para que, en un plazo de pocos años, Argentina produzca conocimiento sobre el cannabis, tanto en términos científicos como técnico-productivos?

Sin dudas los avances del marco normativo en el país fortalecen el marco institucional para poder profundizar a través de políticas públicas el desarrollo de la industria del Cannabis y cáñamo en sus distintos planos, tanto medicinales como productivos. Creemos que están dadas las condiciones para que se produzcan avances significativos en el corto y mediano plazo en estas temáticas, lo cual, podría impactar en la industria del cannabis y cáñamo en los próximos 5 a 10 años.

Cómo y dónde presentar un proyecto en el Programa del Ministerio de Ciencia

La convocatoria posibilita la presentación de proyectos en dos modalidades.

Modalidad A: propuestas relacionadas con la generación de conocimiento científico en usos terapéuticos del cannabis y sus derivados, mejoras en el desarrollo del cannabis medicinal e industrial, aprovechamiento de los residuos generados, y que contribuyan a la resolución de problemáticas, a partir de la innovación tecnológica.

Modalidad B: propuestas que busquen asociar organismos del sistema científico con gobiernos nacionales, provinciales, municipios, asociaciones de la sociedad civil, cooperativas, pequeñas empresas y ONGs.

Estos proyectos deben estar destinados a brindar apoyo a organismos públicos (en todos sus niveles) y a organizaciones de la sociedad civil y ONGs, en la búsqueda de soluciones que requieran del conocimiento científico o el desarrollo tecnológico para su resolución y que, a su vez, promuevan e impulsen el desarrollo local, regional y nacional asociado a la industria del cannabis y sus derivados.

Cada proyecto, a través de esta convocatoria, puede solicitar hasta 10 millones de pesos y el Programa es de ventanilla permanente de modo que las presentaciones se reciben durante todo el año.

La información para presentarse a la convocatoria puede obtenerse en https://www.argentina.gob.ar/ciencia/sact/pidc

Ahí se pueden descargar las bases y condiciones con los requisitos necesarios y obtener el formulario de proyectos y las instrucciones para presentarlo ante el Ministerio.