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Esterilizar frascos dest@Soru Epotok / Shutterstock

El ABC para hidratar cogollos muy secos

El secado y el curado son procesos necesarios e indispensables si queremos que nuestras flores sean de buena calidad. Sin embargo, no tenemos que pensar al secado como un sinónimo de la completa ausencia de humedad en nuestras flores. Si bien en este proceso se evapora gran parte del agua dentro de los cogollos, no debe eliminarse en su totalidad. Debe quedar un cierto porcentaje de humedad para que los cogollos conserven una buena textura. Lamentablemente, es común que luego de la cosecha nos excedamos con el secado, llegando a un resultado indeseado. Pero esto se puede remediar, ya que existen distintas técnicas que nos pueden ayudar a hidratar los cogollos.

Secado y curado

Para evitar que nuestros cogollos se sequen de más, tenemos que entender bien como realizar los procesos de secado y curado del cannabis. Si estos dos momentos están bien logrados, no tendremos que hidratar los cogollos para recuperar la humedad perdida.

El secado es el proceso en el cual se elimina casi toda la humedad de nuestros cogollos, pero no en su completitud. Aquí, las flores reducirán su tamaño, y se asentarán bien los sabores y los aromas de los frutos de nuestra planta. Es un proceso sumamente importante que no nos podemos saltear, y donde debemos tener mucha paciencia. De nada sirve apurar el secado, porque nuestras flores podrían echarse a perder.

secar cogollos dest
El secado debe ser un proceso lento, paulatino y a bajas temperaturas, para evitar la volatilización de los principios activos.

El tiempo aproximado de duración del secado es de 10 o 15 días. Aun así, existen formas de darnos cuenta cuando nuestros cogollos están listos para pasar al curado. Si apretamos los cogollos y estos retornan a su forma original, en una especie de efecto esponja, significa que las flores ya están listas para ser enfrascadas. Lo mismo si doblamos las ramas y estas crujen pero no se quiebran.

¿Cómo realizar un secado óptimo?

Idealmente, los cogollos deberían secarse en un ambiente donde haya una temperatura de entre 15° y 20° y una humedad de aproximadamente el 50%. Sin embargo, sabemos que es difícil poder controlar estos dos factores con tanta exactitud. Es por esto que la gran mayoría escoge los armarios para llevar a cabo el secado. ¿Por qué? Porque un armario o ropero otorga oscuridad, y a la vez permite que haya una ventilación, dos factores sumamente importantes en este proceso post cosecha. Pero es necesario controlar también que no haya exceso de humedad en los armarios, y que tampoco haga mucho calor. Otra cosa que no podemos permitir en el secado es que a nuestros cogollos les dé el sol.

Un elemento que puede ser de mucha ayuda es el termohigrómetro, que nos permitirá medir con exactitud la temperatura y la humedad del espacio donde pongamos a secar las flores.

El curado

En el curado se termina de distribuir la humedad en las flores, además de que se degradan ciertos componentes, como la clorofila. Este proceso sirve también para elevar al máximo los aromas y sabores de los cogollos. Además, veremos que los cogollos se oscurecen a medida que la clorofila va desapareciendo.

Lo que hay que tener en cuenta en el curado es que el frasco o recipiente que utilicemos para almacenar los cogollos sea bien hermético. Al guardar las flores, hay que procurar que entren la mayor cantidad de cogollos en el frasco, pero sin que se aplasten entre sí. La idea es que haya el menor espacio posible para el aire.

¿Cómo darme cuenta si tengo que hidratar los cogollos?

Si en el secado apretamos nuestros cogollos y estos se desintegran como un polvillo, nos habremos dado cuenta que secamos de más. Otra forma de darnos cuenta del exceso de sequedad en nuestras flores es al fumarlas. Si se queman muy rápido y no llegamos a percibir bien los sabores, significa que están secas.

Si están ante esta situación, les alegrará saber que hay algunas técnicas para hidratar los cogollos y devolverles esa humedad que les hace falta.

Técnicas para hidratar los cogollos

Hidratar los cogollos con servilleta

La forma más casera y económica de hidratar los cogollos es con una servilleta. Basta con humedecerla un poco y colocarla en la tapa del recipiente donde hayamos guardado nuestras flores. Sin embargo, como podemos imaginar, no es el método más seguro. Lo barato muchas veces sale caro, y está técnica es peligrosa porque puede humedecer de más nuestros cogollos, generando los tan temidos hongos. Así que, si optan por ir a lo seguro, hay otros dos métodos que son más eficientes.

Hidratar los cogollos con discos de arcilla

En growshops podemos conseguir estas monedas o discos de arcilla, que hay que mojar y secar para luego introducirlas en el frasco con nuestros cogollos resecos. Otro de los beneficios que tienen estos discos, además de una mayor efectividad en comparación con la servilleta, es que son reutilizables y que no alteran el sabor de las flores. Sin embargo, hay que seguir cuidando que nuestros cogollos no se humedezcan de más.

Hidratar los cogollos con sobres de hidrogel

Sin dudas es el método más seguro para hidratar los cogollos. Con los sobrecitos de hidrogel quedaremos exentos de preocupaciones. Se trata de sobres de papel con un gel que mantendrá regulada la humedad en un 62%. Estos sobrecitos absorben u otorgan humedad a nuestros cogollos, dependiendo de lo que estos necesiten. Además, podemos conseguirlos de distintos tamaños.

Los sobres de hidrogel mantienen las flores en el punto de humedad exacto (@Revista THC/Gustavo Jaiyes)

¿Qué pasa si los cogollos se ponen marrones?

Ahora, supongamos que dejamos rehidratar de más a nuestros cogollos y empezamos a notar que se tornan marrones. De seguro esto sea porque estamos ante la presencia de hongos. Los hongos Aspergillus son los que comúnmente aparecen en el secado y el curado, y consumir cogollos con esta infección puede afectar la salud de personas con inmunodeficiencia. Si bien en la combustión el Aspergillus disminuye, puede no desaparecer del todo. Aunque las personas que no padecen problemas inmunológicos o pulmonares tienen menos probabilidad de infectarse con Aspergillus, no hay que relajarnos, porque cualquiera puede contagiarse.

Los síntomas ante una infección por este tipo de hongo son tos, mocos, irritación pulmonar o broncoespasmo. Además, si esto se deja estar se puede generar fiebre, cansancio, pérdida de peso por falta de apetito o agotamiento. Es por esto que es primordial consultar con un médico para evitar que pase a mayores. Y también es indispensable que esos cogollos que están infectados por hongos sean separados del resto de la cosecha para evitar que se expanda la infección.