Del cultivo al paciente. Con esa premisa, un grupo de científicos y profesionales de la salud de Chubut encaró un proyecto ambicioso de cannabis medicinal. Realizaron desde el cultivo, hasta los ensayos clínicos en 100 pacientes. El 60% de ellos mostró mejoras y eso planteó el siguiente objetivo: crear “unidades cannábicas” en todos los centros de salud públicos provinciales.
En diálogo con THC, los profesionales contaron cómo fueron cada una de las etapas y destacaron la importancia de que se haya creado un círculo virtuoso entre la ciencia y la medicina en el servicio público.
El equipo contó con el aval del Ministerio de Salud de la Nación. Fueron autorizados para realizar ensayos clínicos con aceite de cannabis en el Hospital de Madryn a cien pacientes con dolor crónico durante seis meses.
Primero buscaban saber qué efectos tenían los preparados full spectrum en personas que ya venían haciendo un tratamiento. El resultado fue alentador: el 60% registró mejoras considerables en su calidad de vida.
Salud cannábica gratuita
El grupo de investigadores cultivó la planta en el Centro Nacional Patagónico (Cenpat – Conicet), donde obtuvieron las flores, las analizaron e hicieron los extractos.
Luego, en la farmacia del Hospital de Puerto Madryn, prepararon los aceites, los envasaron y distribuyeron a pacientes que participaron de un ensayo clínico sobre dolor crónico.
El paso final será concretar la creación de unidades cannábicas en los centros de salud públicos de la provincia.
El proyecto fue impulsado por un grupo interdisciplinario. Entre ellos están Gregorio Bigatti, investigador del Cenpat – Conicet, la médica Flavia Aragón y la farmacéutica Irene Mac Carthy, ambas del Hospital de Puerto Madryn. Además, Mariana Lozada coordinó el desarrollo de los preparados y control de calidad.
Por estos días, el grupo se encuentra preparando otros ensayos clínicos que fueron autorizados para insomnio y para ansiedad.
Además, con la evidencia que recolectaron, están realizando las gestiones en el Ministerio de Salud de Chubut para impulsar la creación crear unidades cannábicas en los centros de salud de la provincia.
Sería un paso clave. Hoy en día, las personas que hacen uso medicinal de la planta tienen una alternativa para poder cultivarla y transportarla: el Reprocann. Mediante ese registro público, se evitan las sanciones que aún rigen en la ley de drogas argentina. La única forma de inscribirse es con una autorización médica.
El problema es que aún no se han desarrollado suficientes espacios de atención especializados en terapéutica cannábica en hospitales públicos, lo que hace que la mayor parte de las personas tengan que recurrir a médicos privados para ser atendidos y poder tener su Reprocann.
A su vez, a partir de la nueva ley que impulsa la industria del cannabis medicinal (27.669), se prevé que los usuarios medicinales puedan acceder a productos legales. En muchos casos, cuando esos productos tengan más del 1% de THC, también se necesitará una receta médica.
Esa situación genera una disparidad en el derecho al acceso a la salud. Y proyectos como el chubutense buscan empezar a cambiar ese escenario desigual.
Cultivo y elaboración de fórmulas magistrales
Gregorio cultiva cannabis desde hace más de veinte años. La sanción de cannabis medicinal (27.350) le permitió llevar su trabajo al Cenpat. De hecho, la entidad tiene seis variedades de cannabis medicinal inscriptas en el Instituto Nacional de la Semilla (Inase).
En el 2021 comenzó a pensar el proyecto con un grupo de profesionales de la salud. “Cuando terminamos de desarrollar las seis variedades nos metimos en esto”, contó Gregorio.
Y agregó: “Hicimos los extractos y los preparados en los laboratorios de química del Cenpat, donde también podemos hacer control de calidad”.
Su participación fue clave en la primera parte del proyecto y todos los aceites que se distribuyeron en el ensayo clínico se produjeron con materia prima que se obtuvo en el Cenpat.
Para Gregorio, el proyecto es clave para subrayar que “las provincias pueden ser los motores de la industria cannábica”.
Irene y Mariana estuvieron en la etapa de la preparación de las fórmulas magistrales. Se trasladó al laboratorio del Cenpat para hacer las extracciones junto a Gregorio y en el Hospital de Puerto Madryn se encargó de hacer las disoluciones.
Irene explicó por qué es fundamental pensar, en este tipo de proyectos, en términos de fórmulas magistrales: “El magistral es un medicamento que preparás para una persona en particular. Los medicamentos habituales se producen en serie y deben cumplir con una formulación exacta que controla la Anmat”.
“El magistral también sigue una fórmula y buenas prácticas y te plantean otro desafío, a esta escala, era la mejor opción”, agregó.
Ensayo clínico con cannabis en el Hospital de Puerto Madryn
Todos los pacientes que formaron parte del ensayo clínico recibieron el mismo preparado.
“No queríamos demostrar que el THC servía porque eso ya lo sabemos: queríamos ver cuál era respuesta terapéutica si los pacientes con dolor crónico sumaban a su tratamiento aceite de cannabis”, contó Flavia, que estuvo al frente del estudio.
En la etapa de ensayos clínicos participaron reumatólogos oncólogos, neurólogos y clínicos pero, sobre todo, médicos de atención primaria. Cada mes el equipo le dispensaba a los pacientes el aceite y les hacía una serie de preguntas para seguir su evolución.
“Hicimos un primer corte de evaluación a los tres meses y el final a los seis. Los pacientes empezaron en la curva izquierda de la progresión, es decir que estaban todos con dolor, insomnio, fatiga muscular o depresión. A los tres meses, la mejoría se corrió a la mitad y a los seis meses casi el 60% de los pacientes se ubicaban a la derecha en la curva”, contó Flavia.
Flavia destacó que no solo mejoró el dolor, sino que los pacientes tuvieron beneficios en otros parámetros de su calidad de vida.
Unidades cannábicas en centros de salud de Chubut
Con la evidencia de los ensayos clínicos el equipo está preparado para avanzar en la última etapa de su proyecto: las unidades cannábicas en los centros de salud públicos.
“Los ministerios de Salud de las provincias tienen autonomía para dictar las resoluciones que los puedan crear. En Chubut hay cinco farmacias hospitalarias que tienen potestad para hacer fórmulas magistrales”, subrayó Flavia.
Además, el equipo destacó que en la provincia de Chubut existen pymes y empresas que ya están trabajando con cultivos autorizados de cannabis medicinal.
A futuro, esas organizaciones podrían ser la clave para abastecer al sistema público de la materia prima.