Skip to content Skip to sidebar Skip to footer

Universidad de Buenos Aires: investigan bioinsumos para mejorar el cultivo de cannabis

Los bioinsumos son productos de origen biológico que se utilizan para mejorar la productividad y la salud de las plantas y de los suelos. Su aplicación es extendida en el campo. Sin embargo, un grupo de investigadores de la Universidad de Buenos Aires quiere saber si es posible aislar microorganismos de la misma planta de cannabis que potencien su cultivo. 

María Daniela Groppa es jefa de trabajos prácticos en Farmacia y bioquímica. Además, es investigadora independiente del Conicet y pertenece al Instituto de Química y Fisicoquímica Biológicas (IQUIFIB). Desde hace años trabaja en la interacción entre plantas y microorganismos y acaba de sumar al cannabis como uno de sus objetos de interés. 

Juan Trinchero es docente de la Universidad Nacional de José C. Paz (UNPAZ) donde dirige un proyecto relacionado con el tema del Cannabis. Está realizando su tesis doctoral y cuando comenzó a trabajar con Daniela le habló de la planta. Como cultivador, conocía sobre desarrollos que existen en otros países y decidió traer esas ideas a la ciencia argentina. Primero, durante su tesis de maestría, se interesó por un producto que se usa en el cultivo de cannabis a base de extractos de algas. Ahora, el objetivo es ir más allá.

El proyecto avanza en colaboración con la doctora Julia García, del Inta Castelar; la doctora Cecilia Grossi, del Ingebi; y la doctora Florencia Florencia Iannone del IQUIFIB. Además, fue seleccionado por el Ministerio de Ciencia y Tecnología para ser financiado por el Programa de Investigación y Desarrollo en Cannabis.

Bioinsumos: qué son y cómo pueden mejorar el cultivo del cannabis

Los bioinsumos son productos desarrollados a partir de un organismo vivo o algún compuesto derivado de ellos y se utilizan en producción agropecuaria para favorecen el crecimiento de la planta. “En este proyecto el objetivo es aislar microorganismos de distintos tejidos del cannabis y buscar propiedades de promoción del crecimiento vegetal y/o de control de patógenos vegetales. Pueden ser microorganismos de las semillas, de las hojas o de las raíces”, explicó Daniela.

En el campo ya se utilizan bioinsumos como el Rhizobium o el Azospirillum. Sin embargo, los expertos destacaron que utilizar microorganismos de la misma planta que se quiere potenciar suele dar mejores resultados. Por eso decidieron buscar microorganismos presentes en el interior del cannabis para ser utilizados como bioinsumos.

El proyecto será financiado durante tres años. Durante ese período, los investigadores aislarán y caracterizarán microorganismos del cannabis, los reproducirán a escala de laboratorio y los volverán a aplicar a la planta.

¿Puede un bioinsumo reemplazar a los fertilizantes?

La utilización de microorganismos con capacidad para el control de patógenos (biocontroladores) podría reemplazar o disminuir la utilización de insecticidas químicos, en algunos casos, “los bioinsumos pueden reducir el uso de fertilizantes, con lo cual también ayudarían a reducir la contaminación ambiental”, contó Daniela.

Juan agregó que los fertilizantes que se producen a gran escala en la actualidad “producen gases de efecto invernadero”. Por eso, agregó, que dentro del universo de cannabicultores comenzó a crecer una corriente que defiende el concepto “Living Soil” (suelos vivos, en español).

“Se trata de trabajar con suelos con una alta carga microbiana. De hecho, hay cannabicultores que no quieren utilizar fertilizantes de síntesis química. Estos productos en los que estamos trabajando tratan de sustituir, al menos parcialmente, esos fertilizantes”, agregó Juan.

De la experiencia al laboratorio 

El proyecto es una demostración de cómo la ciencia y la experiencia van de la mano. Como cultivador de cannabis, Juan conocía un producto a base de extractos de algas que se produce en Irlanda y Noruega y que circula mucho en la comunidad. Por eso, cuando comenzó a trabajar en su tesis de maestría le propuso a Daniela investigar si se podía replicar ese desarrollo con algas locales.

“Hicimos un screening de distintas algas que recolectamos en Puerto Madryn y tratamos de utilizar el mismo diagrama de flujo en la producción de extractos que se utilizan en extractos importados”, contó Juan.

Ahora, como tesis de doctorado de Juan, el equipo quiere ir más allá. El proyecto financiado incluye la investigación sobre cómo pueden potenciar el crecimiento de Cannabis las algas nacionales, otros bioinsumos que ya se utilizan en el campo y descubrir si hay microorganismos de la misma planta que puedan potenciarla.