El uso de fertilizantes se encuentra ampliamente difundido en el cultivo de cannabis. Esto se debe a aspectos como el alto uso de nutrientes que requiere el cannabis para una producción abundante o la intención de obtener el mayor rendimiento posible. Un punto fundamental que deberíamos tener en cuenta es que existe la compatibilidad entre fertilizantes y esto determina la forma en que debemos usarlos.
¿Qué es la compatibilidad entre fertilizantes?
Los nutrientes que necesitan las plantas se absorben principalmente del sustrato, aquel espacio donde se desarrollará la raíz de la planta de cannabis. Con el uso de fertilizantes se puede mejorar la baja fertilidad de los sustratos que han sido sobreexplotados y también podemos equilibrar las condiciones necesarias para el buen desarrollo durante todas las etapas del cultivo.
Teniendo en cuenta qué es la compatibilidad entre fertilizantes se pueden obtener plantas más sanas y aumentar la calidad y el rendimiento en la producción de flores. Cuando nos referimos al término compatibilidad estamos hablando de fertilizantes que pueden mezclarse o ser aplicados en simultáneo. La mezcla de fertilizantes posibilitará generar una alimentación completa, teniendo en cuenta las necesidades de la planta.
Fertilizantes según el tipo de cultivo
La planta de marihuana se desarrolla de acuerdo a las condiciones ambientales y nutricionales. Estas condiciones que podemos manejar en base al uso de fertilizantes en gran parte dependen del tipo de cultivo que hayamos elegido. Si estamos por empezar un cultivo lo mejor será tomarse el tiempo y averiguar el tipo de medio más conveniente de acuerdo a nuestras posibilidades de cuidado.
Una de las opciones de cultivo de marihuana que podemos evaluar es un sustrato mixto que consta de un suelo orgánico preparado para agregar una carga fde ertilizantes.
Otra alternativa es elegir un sustrato inerte que exige una fertilización especialmente diseñada para este medio. Además, podemos optar por la hidroponía, es decir un medio líquido que requiere nutrientes de calidad diseñados especialmente así como medidores.
Por último, si desde un inicio logramos generar un sustrato a base de biofertilizantes, enmiendas orgánicas sólidas tendremos un tipo de cultivo que posiblemente no requiera el agregado de fertilizantes. El objetivo es que sea autosuficiente durante todo el ciclo de la planta de cannabis.
¿Qué tipo de fertilizantes para cannabis elegir?
Una vez que hayamos decidido el tipo de cultivo, el paso siguiente será encargarse de la preparación del sustrato y la alimentación de las plantas. Ahí entran en juego los conocimientos sobre los distintos tipos de fertilizantes y la compatibilidad entre fertilizantes.
Los fertilizantes orgánicos en general se utilizan cada 10 y 15 días y se hacen a base de guanos de animales, extractos de plantas o de huesos. Su funcionamiento es más lento que los minerales porque los nutientes que provee a la planta primero tienen que ser transformados por los microorganismos del suelo. Pero las ventajas que ofrece un fetilizante orgánico es que genera una microbiología más activa, raíces más fuertes y su uso conlleva menos riesgo de sobrefertilización.
Por su parte, los fertilizantes minerales para cannabis son elementos de la naturaleza transformados en nutrientes para que sean rápidamente asimilables por la planta ni bien reguemos con él. El incoveniente que pueden generar los fertilizantes inorgánicos es la sobrefertilización. Por eso siempre se recomienda seguir las instrucciones que traen las etiquetas de los productos.
Además, a la hora de cosechar los productos minerales pueden convertirse en residuos en el sustrato que afecten los sabores y la combustión de los cogollos. Por eso es recomendable realizar un lavado de raíces previo al corte así la planta comienza a consumir las reservas y no se concentran los minerales.
¿Qué fertilizantes mezclar para cultivar cannabis?
Cultivar requiere elegir un plan nutricional que le brinde principalmente nitrógeno, fósforo y potasio a las plantas para crecer grandes y sanas. Como vimos el plan puede ser en base a fertilizantes de marihuana orgánicos o minerales. Pero lo importante será la combinación de fertilizantes. Esto incluye manejar un uso adecuado en el momento indicado de acuerdo al sustrato donde crece la planta. Además, los nutrientes que requiere la planta varían según las etapas, como la vegetativa donde demanda gran cantidad de nitrógeno.
Pero en caso de que empecemos a sumar distintos fertilizantes sin tener en cuenta la compatibilidad de fertilizantes, seguramente logremos el resultado contrario al que buscábamos.
Por ejemplo, pretender un crecimiento más rápido de nuestra planta de marihuana a través de la mezcla sin conciencia de fertilizantes puede devenir en la sobrefertilización y marchitación. Por eso, el lema “menos es más” aplica a la construcción del sustrato óptimo.
Frente a la necesidad de suplir nutrientes que precisa la planta de marihuana, el mercado ofrece productos fertilizantes que se aplican con cada riego de manera sostenida y constante hasta alcanzar su pico máximo y luego decrecer. Por eso es importante prestar atención a la compatibilidad, cantidad, frecuencia y calidad de los fertilizantes.
¿Cómo saber qué fertilizantes son compatibles?
Además de leer las etiquetas de los productos que conseguimos en growshops, existen tablas de incompatibilidad entre fertilizantes que se suelen tener en cuenta en producciones agrícolas a gran escala. Allí, por ejemplo exponen que nunca deben mezclarse fertilizantes a base de hierro, fósforo y calcio, porque estos compuestos se vuelven insolubles.
Además, la utilización de fertilizantes minerales se desaconseja en caso de usar micorrizas y trichodermas, considerados fertilizantes vivos porque establecen una relación benéfica con la raíz del cannabis. El exceso de minerales podría matar a estos microorganismos.
La interacción entre múltiples fertilizantes y su incompatibilidad debe preocuparnos también porque puede conducir a una deficiencia de nutrientes. Algunas de los fertilizantes que debemos evitar mezclar cuando cultivamos son:
- Fertilizantes cálcicos con sulfatados. Cuando se disuelven en un mismo tanque se libera el calcio y los sulfatos para luego combinarse formando el producto conocido como yeso, con poca solubilidad.
- Abonos fosfatados con magnésicos. El magnesio puede formar precipitados de fosfato de magnesio.
- Fertilizantes cálcicos con fosfatados. Genera precipitados de fosfato de calcio.
- Micronutrientes no quelatados con fertilizantes fosfatados en ciertos medios ácidos. Entre los micronutrientes más comunes están los fosfatos de hierro y zinc. Los micronutrientes también pueden reaccionar con las sales del agua de riego, formando compuestos poco solubles, Por esto, es recomendable aplicarlos de forma quelatada si existen problemas de mala calidad de agua.