El cannabis es ampliamente utilizado para tratar procesos inflamatorios. Lo interesante es que no solo los cannabinoides más populares sirven para abordar este tipo de molestias, sino que otros compuestos presentes en la planta, como los terpenos, contribuyen a alivianar las inflamaciones. Veamos cómo aprovechar todas las cualidades del cannabis en las distintas enfermedades inflamatorias.
¿Cómo se desarrollan los procesos inflamatorios?
Comencemos por explicar cómo y por qué ocurren las inflamaciones.
Este fenómeno se da como respuesta a diferentes estímulos, como puede ser un golpe, una enfermedad autoinmune o una infección. Lo que ocurre aquí es que nuestro cuerpo se pone en alerta y el tejido conjuntivo, encargado de dar soporte a otras estructuras y tejidos del cuerpo, responde.
Cuando hay una inflamación, nuestros vasos sanguíneos se vuelven más permeables, se ensanchan, de manera que aumenta el pasaje de líquido y glóbulos blancos a los tejidos extravasculares. La idea de este proceso es que las células destruyan cualquier agente patógeno que se haya presentado en el estímulo impacto. O sea que, si bien la finalidad de la inflamación es disminuir los daños, como efecto colateral se terminan lesionando nuestros tejidos.
Cannabis y procesos inflamatorios
Muchos pacientes con enfermedades inflamatorias eligen el cannabis para aliviar sus síntomas. Ya sea usando cremas, extractos, tés o cannabis inhalado, los testimonios dan cuenta de la efectividad de este tratamiento.
Pero el CBD, que es el cannabinoide que se suele asociar a la faceta medicinal del cannabis, no es el único compuesto de la planta que brinde alivio a las inflamaciones. Existen otros fitocannabinoides que cumplen también su función.
¿Qué son los fitocannabinoides?
Hay muchos fitocannabinoides que contribuyen a moderar las inflamaciones. Como ejemplo tenemos al THC, CBG, CBN, CBC, THCV Y THC-A.
Pero, ¿qué son precisamente los fitocannabinoides? Los cannabinoides se dividen en tres grandes grupos: los endocannabinoides, que son los que están presentes en el cuerpo humano; los cannabinoides sintéticos, que son los que se producen en laboratorios y los fitocannabinoides, que son aquellos que la planta produce por sí misma.
Es decir, son cannabinoides en su estado más puro y natural, que aún no han pasado por el proceso de descarboxilación. Estos compuestos están cargados con una serie de beneficios terapéuticos, es por eso que muchos de ellos sirven para mitigar las consecuencias de los procesos inflamatorios. Pero también cuentan con otras características.
Por dar un ejemplo, el ya mencionado CBN funciona también como antibiótico, orexígeno y regulador de la presión ocular. La realidad es que cada fitocannabinoide porta diversos efectos medicinales.
Mecanismo de acción de los cannabinoides en los procesos inflamatorios
El sistema endocannabinoide juega un papel importante cuando se presenta una inflamación en nuestro organismo. Este sistema está compuesto por una serie de receptores y sustancias que se encargan de mantener en equilibrio nuestro organismo. El sistema endocannabinoide interviene, por ejemplo, en la digestión, el crecimiento del cabello o el sueño, entre tantas otras funciones.
Lo que ocurre cuando se lesiona un tejido es que el receptor CB2 (perteneciente al sistema endocannabinoide) aumenta su actividad para contrarrestar los efectos del impacto generado en el cuerpo. La actividad de este receptor es ya de por sí antiinflamatoria, pero los cannabinoides complementan estos efectos. El CBC y el THC-A son dos ejemplos. Mientras el primero cuenta con propiedades antiinflamatorias, el segundo tiene el mismo efecto que los analgésicos tradicionales al cohibir los mismos sistemas.
Cannabinoides y procesos inflamatorios: ¿qué dice la ciencia?
Existen análisis que demuestran la eficiencia de los cannabinoides para tratar inflamaciones.
Un estudio realizado en 2006 examinó la influencia del CBD en los procesos inflamatorios. Para esto, se le administró agentes corrosivos a un grupo de ratas, y posteriormente se les brindó un tratamiento con cannabis. Se les proporcionó 20 mg/kg de CBD por día durante una semana. Como resultado, se observó que este cannabinoide inhibió la producción de sustancias inflamatorias, como el Óxido Nítrico, y disminuyó también la actividad de las enzimas que interfieren en los procesos inflamatorios.
Una segunda investigación realizada en el año 2010 analizó como responden los receptores CB2 frente a la administración de THC-V. Se le suministró el cannabinoide a cultivos celulares y ratones que habían sido previamente inyectados con sustancias corrosivas. Finalmente, se concluyó que el THC-V es efectivo para disminuir la hinchazón y aliviar los dolores inflamatorios.
Compuestos antiinflamatorios en la estructura de la planta
Pero existen otras sustancias de la planta, además de los cannabinoides, que ofrecen propiedades antiinflamatorias.
Por ejemplo, los terpenos, que son las sustancias encargadas de otorgar al cannabis sus características organolépticas, también funcionan para amainar las consecuencias de las inflamaciones.
Pero algo que se ha descubierto recientemente es que en el tallo de la planta también se albergan características antiinflamatorias. Un estudio realizado por el Instituto de Investigación de Biomateriales, el Instituto Gyeongbuk para la Bioindustria y la Universidad Nacional de Andong en Corea indagó en las propiedades medicinales del tallo de la planta de cannabis. Se infirió en que su extracto cuenta con cualidades antiinflamatorias y antioxidantes. Por este motivo, resulta eficiente utilizar preparados compuestos por la totalidad de la planta a la hora de tratar inflamaciones.
Cannabis en el tratamiento de trastornos inflamatorios
Cannabis y malestares inflamatorios en la piel
El cannabis puede resultar de gran ayuda para enfermedades cutáneas, pues muchas de ellas se caracterizan por la irritación y la inflamación. Además, un detalle no menor es que la piel es el órgano humano con mayor cantidad de receptores CB2.
En casos de alergias o de dermatitis por contacto, el cannabis sirve para regular la histamina y las quimiocinas, que son las sustancias responsables de la inflamación, el enrojecimiento y la picazón. Además, el CBD está específicamente vinculado con la producción de mastocitos, que son justamente las células encargadas de liberar la histamina durante un proceso inflamatorio.
En casos de acné, la planta también contribuye. En primer lugar, por su naturaleza antiinflamatoria y antiséptica, pero también por las cualidades antibióticas de algunos terpenos. Además, el CBD coopera en la regulación de la producción excesiva de sebo.
Cannabis y enfermedades autoinmunes
El cannabis no encuentra límites en sus beneficios terapéuticos. Si bien no sirve como reemplazo a los tratamientos convencionales para enfermedades autoinmunes, es una excelente opción complementaria para aligerar molestias.
Por ejemplo, muchos pacientes con lupus eligen usar cannabis como suplemento de su tratamiento prescripto. Esta afección genera múltiples síntomas, como dolores articulares, problemas pulmonares y cardíacos o reacciones cutáneas. Tanto el CBD como el THCA son excelentes antiinflamatorios, y el THC, por su parte, ofrece efectos analgésicos.
Lo mismo sucede con la psoriasis. Esta enfermedad produce muchas molestias, ya que se forman escamas en la piel, comezón, irritación y ardor. Debido a las propiedades antiinflamatorias del cannabis, los pacientes de esta enfermedad suelen utilizarlo tanto cremas de uso tópico como en extractos medicinales.
Cannabis y menopausia
Durante la menopausia, las mujeres enfrentan a una serie de síntomas de orden psicológico y físico debido a la disminución en la producción de hormonas como el estrógeno y la progesterona. De aquí que entre los síntomas podemos encontrar ansiedad, depresión, calambres, dolores articulares, migrañas e inflamación.
Muchas personas menstruantes que atraviesan este proceso encuentran una mejora en sus molestias gracias a las cualidades terapéuticas del CBD. Lo utilizan en bálsamos y lociones.