Cómo proteger las plantas de cannabis del frío es algo que precupa a muchos cultivadores durante el invierno. Plantar en exterior en los meses de frío es posible aunque debemos tener en cuenta que el ambiente en el cultivo invernal es lo más importante.
Como estamos hablando de exterior, no tenemos el control mayoritario sobre el clima y las condiciones de humedad, donde radican las mayores dificultades. Por eso, vamos a ver cómo proteger las plantas de cannabis del frío y así mejorar la producción de nuestro cultivo invernal en exterior.
Tenemos varias opciones a explorar para poder hacer menos exitoso el desarrollo de plagas como los hongos y a su vez maximizar el aprovechamiento de la energía solar.
Techos para proteger las plantas de cannabis del frío
En los meses más fríos, la evapotranspiración ambiental y el metabolismo de las plantas disminuyen de forma sensible, por lo que el impacto de las lluvias o del mal manejo humano es mayor.
Por eso es muy importante contar con una cobertura para las plantas en el cultivo invernal. Podemos hacerla de la manera que consideremos más conveniente de acuerdo al lugar que tengamos.
Lo que se recomienda es que no tenga filtro UV, tolere lluvias y sea capaz de soportar el peso de la misma, y vientos fuertes en caso de ser necesario.
Los materiales más comunes son el agrotileno y placas rígidas de invernadero de policarbonato. En este último caso vamos a necesitar más trabajo en la estructura y es conveniente asesorarnos.
Como siempre es imprescindible asegurar que las plantas van a tener espacio suficiente para crecer y que el aire va a circular de manera abundante.
Invernáculos para plantas de cannabis
Son ideales para terrazas. Combinados con luz asistida son una excelente opción para conservar el calor de las lámparas en las horas más frías y proteger nuestras plantaciones del rocío, además de las lluvias.
Esto es importante sobr etodo en floración avanzada, donde ese agua condensada se congela en las heladas, dañando de forma importante el manto de resina, el cual de por sí ya es frágil.
Estas construcciones llevan trabajo y hay múltiples opciones sobre las que debemos indagar según el espacio y las posibilidades de cada uno.
Siempre deben permitir una muy buena circulación de aire, por eso es frecuente el uso de ventiladores para forzar el movimiento en aquellos espacios muy cargados de plantas o bien largos.
Se pueden construir en muchos materiales, desde madera hasta aluminio, lo importante es que puedan contener el espacio suficiente tanto para las plantas como para el aire que estas demandan.
Por esto recomendamos alturas no menores a los 2 metros y en caso de hacer plantas aún más grandes, respetar al menos unos 40 cm de espacio libre.