La tecnología permite que se pueda cultivar cannabis en cualquier lugar, con muchas técnicas diferentes. ¿Se puede cultivar con aire? Te contamos todo sobre el cultivo aeropónico.
En general, la mayoría de las técnicas usadas para el cultivo de cannabis pueden adaptarse a distintos ambientes. Un ejemplo es el ScroG, que puede realizarse tanto en interior como en exterior. Lo mismo sucede con la hidroponía y también con el cultivo aeropónico. ¿Pero de qué se trata esta técnica?
¿Qué es el cultivo aeropónico de cannabis?
Si llevamos algún tiempo cultivando cannabis es probable que conozcamos la hidroponía, el cultivo sin suelo donde se utiliza agua en lugar de sustrato. Se trata de una técnica diseñada no sólo para reducir el uso de suelo sino también para mejorar y maximizar la nutrición de las plantas, dando como resultado cosechas más abundantes.
El cultivo aeropónico de cannabis puede entenderse como una versión más compleja del cultivo hidropónico. En lugar de utilizar la submersión total de las raíces en agua, en aeroponía se utiliza una humedad ambiental muy alta para hidratar y nutrir las plantas. Esta humedad, por supuesto, está confinada en los recipientes que contienen las raíces sin afectar las condiciones ambientales de la parte aérea de las plantas.
¿Cómo funciona un sistema aeropónico de cultivo de cannabis?
Básicamente se trata de bañar las raíces con una niebla muy fina de solución nutritiva, que maximiza la superficie de absorción y el contacto de las raíces con el oxígeno. A diferencia de los sistemas hidropónicos, que usan sustratos inertes como la leca o la fibra de coco, los sistemas aeropónicos sostienen con el menor punto de apoyo posible, generalmente el tallo, exponiendo las raíces al máximo.
A diferencia de algunas técnicas de cultivo que no cuentan con respaldo científico, existe amplia evidencia sobre el funcionamiento de los sistemas aeropónicos y los efectos de la oxigenación “extrema”. Se comenzó a utilizar en la primera mitad del siglo XX para investigar sistemas radiculares en condiciones de laboratorio y resultó una técnica muy útil para profundizar en la relación de los microbios y las raíces.
Uno de los modelos más comunes de aeroponía fue inventado en los años 80 por el ingeniero francés René Odorico para estudiar el sistema radicular de las legumbres y la manera en que fijan compuestos nitrogenados de la atmósfera.
Este sistema, muy similar a un Deep Water Culture (DWC) de cultivo hidropónico utiliza un tacho de basura con la tapa modificada y una bomba de agua que conectada a aspersores atomiza una fina niebla sobre las raíces.
Incluso la NASA investigó el uso de aeroponía para el cultivo fuera del planeta tierra, ya que es un sistema que utiliza muchísima menos agua que los sistemas de cultivo hidropónico y permite compactar el cultivo en sistemas verticales maximizando el rendimiento.
Actualmente se encuentra muy difundido como una alternativa más sustentable al cultivo hidropónico (por el uso de agua más eficiente) y también en sistemas de clonación, donde funciona con una eficiencia casi del 99%.
¿Que se puede cultivar en la aeroponía?
En cultivos comerciales los sistemas aeropónicos son utilizados para la producción de todo tipo de vegetales, principalmente hortalizas, verduras de hoja, frutillas, plantas aromáticas y vegetales para investigación de sistemas radiculares y asociaciones microbianas.
Se trata de un método que permite obtener mayores rendimientos en espacios como invernaderos o cultivos iluminados con luz artificial. Además es más limpio y las plantas reciben una alimentación más homogénea.
¿Qué variedades de cannabis se cultivan en sistemas aeropónicos?
Por supuesto también se cultiva cannabis. Aunque existen pocos emprendimientos a gran escala que utilicen sistemas de cultivo 100% aeropónicos, la base de la aeroponía es utilizada frecuentemente en clonadores y esquejeras, caseras o comerciales.
A la hora de cultivar cannabis en un sistema aeropónico debe tenerse en cuenta que si bien puede cultivarse cualquier variedad, es preferible usar genéticas ya probadas en este tipo de sistemas. Esto garantiza mejores resultados especialmente si se combina con otras técnicas como el ScroG o el Sea of Green. (SOG).
En líneas generales se analizan distintos criterios y variables a la hora de elegir una variedad para ser cultivadas en un sistema aeropónico. Por ejemplo las variedades sativas o híbridos con mayor dominancia sativa presentan una mayor resistencia a la humedad y su mayor tamaño en comparación con las índicas permite mayor aprovechamiento en los cultivos verticales.
Por otra parte se suelen cultivar genéticas con gran velocidad de crecimiento vegetativo o vigor híbrido, una característica de los cruces de genéticas que genera gran cantidad de materia vegetal en poco tiempo y especialmente durante el período vegetativo. Este factor permite acortar los tiempos y aprovechar al máximo la eficiencia de la nutrición en aeroponía.
Otros criterios son utilizar plantas resistentes a mohos, hongos y plagas, por las características de los sistemas cerrados que pueden propagar una enfermedad o una plaga en muy corto plazo. El cultivo de variedades autoflorecientes también está muy difundido en aeroponía porque permite suministrar una mayor de cantidad de nutrientes en menos tiempo, controlando al detalle las especificaciones nutricionales y aprovechando al máximo los ciclos cortos de cultivo.
¿Qué es mejor, aeropónico o hidropónico?
Todo sistema de cultivo tiene sus ventajas y desventajas dependiendo del criterio que se utilice para el análisis. El cultivo en exterior produce gran calidad de flores sin costo energético pero expone la cosecha a los factores imprevisibles de la meteorología. En el cultivo interior se evita este aspecto, insumiendo una enorme cantidad de energía para obtener una cosecha.
Ambos sistemas tienen sus ventajas y desventajas, principalmente son sistemas que maximizan la nutrición y el espacio, además de permitir un control absoluto de los nutrientes que utiliza la planta. A la hora de un lavado de raíces previo a la cosecha, las técnicas de flushing son mucho más eficientes y garantizan que la planta solo utilizó los nutrientes remanentes en la materia vegetal.
Por otro lado, son técnicas que pueden presentar un mayor nivel de complejidad para personas que recién se introducen en el mundo del cultivo. Desde el armado de la infraestructura hasta la aplicación de una correcta nutrición, son factores a tener en cuenta a la hora de elegir un sistema aeropónico.
También es posible que estos sistemas, especialmente aquellos en los que el agua circule por todas las plantas, puedan sufrir una falla catastrófica que afecte a todas las plantas de un cultivo. En esta clase de sistemas, un moho u hongo de las raíces como el Pythium o un error en la preparación de la solución nutriente puede generar un importante daño.