La incertidumbre de no saber cuándo terminará la pandemia de coronavirus, el encierro y las dificultades económicas son algunos de los detonantes que repercuten en la calidad de vida. Traen consigo ansiedad, angustia y poca tolerancia.
Una alternativa para tratar algunos de los síntomas, como la fatiga, los problemas para dormir y las dificultades digestivas, es el uso de cannabis.
“La ansiedad es una alarma que se nos dispara ante estímulos que nuestro organismo interpreta como amenazantes”, explica el psicólogo y docente Matías Cadaveira. A su vez, un trastorno de ansiedad aparece en situaciones donde no existe peligro.
Sobre este punto, el experto aclara: “Se estima que 264 millones de personas en todo el mundo tienen algún tipo de trastorno de ansiedad”.
Por lo general, provoca aceleración del ritmo cardíaco y de la respiración, tensión muscular, sudoración, inquietud, mareos e indigestión.
“Los trastornos de ansiedad se caracterizan por el miedo intenso y la preocupación excesiva. Las personas que la padecen imaginan resultados catastróficos”, destaca el psicólogo clínico Damián Barreiro.
La planta poderosa
Para Cadaveira, “millones de personas usan cannabis” como una herramienta para tratar el estrés acumulado durante el día, donde también se experimenta mucha ansiedad.
Existe evidencia sobre que la activación de los receptores CB1 en el cerebro y el sistema nervioso central calman la ansiedad. “Esta situación explica por qué el uso de cannabis va en aumento en algunas personas”, dice.
Sin embargo, diferencia el consumo de THC del CBD para enfrentar este trastorno. No recomienda variedades altas en THC dado que podrían inducir ansiedad o ataques de pánico. A diferencia del CBD que es aconsejado para combatirla.
Por supuesto, Cadaveira aclara que de decidir tratar la ansiedad con cannabis es importante hacerlo con la compañía de un profesional de la salud. Además, subraya la importancia de no poner todas las expectativas de mejora en la planta: es importante hacer deportes, practicar algún método de meditación y eventualmente iniciar algún tipo de terapia.
Los estudios y la práctica
Muchos pacientes con diagnósticos de ansiedad muestran mejoras a partir del cannabis, y a la par, existen múltiples estudios científicos que buscan confirmar la eficacia terapéutica.
Para Cadaveira un tratamiento apropiado requiere, además del acompañamiento profesional, una evaluación detenida de los efectos que va produciendo el cannabis en cada persona además de prestarle atención a la variedad que se está utilizando.
Un tratamiento apropiado requiere, además del acompañamiento profesional, una evaluación detenida de los efectos que va produciendo el cannabis y prestarle atención a la variedad que se está utilizando
Aunque hace hincapié en que los resultados acerca de la eficacia del cannabis para combatir la ansiedad no son conclusivos, Cadaveira destaca que su uso puede ayudar con algunos de los síntomas y que depende también de cada paciente.
“Por ahora no hay un tratamiento ya establecido y manualizado sobre el uso del cannabis medicinal para este trastorno, pero los estudios son muy prometedores”, aclara.
Pandemia y salud mental
Cadaveira explica que lo que genera ansiedad en las personas que lo consultan suelen ser el exceso de horas frente a los ordenadores, ya sea por teletrabajo, teleescuela, entrevistas de trabajo, zoompleaños y uso de redes sociales. Es un fenómeno que aumentó en el contexto de pandemia, coinciden los especialistas.
A esto hay que sumarle el incremento del sedentarismo y los dolores de cintura. “Además del contexto económico actual, el sentirse encerrados sin un propósito o sin lograr ver que esta realidad se terminará pronto, hace que uno se sienta peor”, explica sobre los efectos del coronavirus en la salud mental.
“En el último año, a raíz de la pandemia y sus múltiples consecuencias, aumentaron notablemente las consultas por episodios de ansiedad y ataques de pánico”, dice Barreiro. Y aconseja buscar ayuda profesional y apoyarse en vínculos sanos.
Ambos especialistas notan que la tolerancia a la incertidumbre es cada vez más baja, y eso repercute en la calidad de vida, los niveles de descanso, el estrés y los índices de felicidad. Por eso, ante la aparición de los primeros síntomas es importante hacer una consulta médica.