Ya pasaste casi todo el vegetativo. Cuidaste de tu planta y tomaste todas las medidas de prevención: es hora de ver los resultados. El paso de vegetativo a floración es un momento clave, y no podemos darnos el lujo de relajarnos. Todo el empeño que pusimos hasta ahora debe continuar un poco más para que nuestra planta florezca y se asomen los primeros cogollos, que eventualmente se volverán fuertes y robustos. Esto es todo lo que tenés que saber para enfrentar la etapa de prefloración.
¿Cuál es la etapa de prefloración?
La prefloración es más conocida por el término de “sexado”. Las plantas de cannabis (excepto las autoflorecientes) son fotoperiódicas, es decir, deben recibir sus horas específicas de luz y oscuridad. Con el cambio del fotoperiodo, se genera una revolución hormonal en nuestras plantas, dando inicio al proceso de sexado.
Este cambio puede ser natural o artificial, como en el caso de los indoor. Generalmente en los cultivos de exterior, el sexado o la etapa de prefloración se da con el comienzo del verano, cuando las plantas son expuestas a un ciclo de 12 horas de luz, que irán disminuyendo a medida que avance el verano. Este es el momento que indica que nos estamos adentrando en la floración.
El sexado dura aproximadamente una o dos semanas, pero esto varía según la genética. Es allí, con la aparición de las primeras flores, cuando descubrimos si nuestra planta es hembra o macho (este proceso se obvia en las semillas feminizadas). En los nudos, se asomarán las flores individuales que revelarán el sexo de nuestra planta, y con esto, denotará que ha llegado a la madurez para comenzar a florecer.
Una vez llegada a la floración, nuestra planta pondrá toda su energía en el desarrollo de los cogollos, el momento más esperado por todos los cultivadores.
Prácticas recomendadas para la prefloración
La prefloración es ideal para realizar el último trasplante, que permitirá que nuestra planta se siga expandiendo, a la vez que podemos reacondicionar nuestro sustrato.
Además, se puede aprovechar la maleabilidad de las ramas para colocar tutores. Los tutores son excelentes preventivos, y nos pueden ahorrar más de un dolor de cabeza. Es importante que las plantas estén bien sostenidas, de manera que ningún viento fuerte pueda quebrarlas. Este es un excelente momento para realizar el tutorado de las plantas, ya que en floración las ramas se vuelven más duras y ya no podremos manipularlas sin generar daños.
Además, el instante previo a la floración es bueno para realizar podas. Se recomienda podar las partes bajas de las plantas, para que esta dirija todo su esfuerzo al sector superior, que es el de mayor rendimiento. Además, esto va a mejorar la circulación de aire, favoreciendo a la salud de nuestro sustrato. Sin embargo, la poda no es una práctica que pueda realizarse sin más. Hay que extremar los cuidados, y ser sumamente higiénicos con los elementos que utilizamos para realizar los cortes.
También es conveniente utilizar cera de abeja para curar las heridas de las plantas y ayudar a su cicatrización. Las podas no deben realizarse con temperaturas extremas.
A su vez, la prefloración es un buen momento para extraer esquejes de nuestras plantas ya que son jóvenes. Recordemos que las ramas que elijamos deben tener un mínimo de 3 nudos, y el corte debe realizarse a 45°. Además, debemos esterilizar las tijeras antes de usarlas.
Cómo fertilizar una planta en prefloración
Para que nuestras plantas lleguen vigorosas a la floración, debemos alimentarlas de manera adecuada.
Para quienes usan enmiendas sólidas, pueden aprovechar para administrarlas en el último trasplante. Otra opción es colocarlas en la superficie del sustrato, justo antes del mulching.
Con esto, nos aseguraremos de que nuestro cultivo reciba los tres macronutrientes necesarios: nitrógeno, fósforo y potasio. La harina de pescado, por ejemplo, podría funcionar muy bien.
Si utilizás fertilización mineral, es momento de comenzar a regular la intensidad y la frecuencia de aplicación. Las mediciones de run-off son lo que más nos va a ayudar para entender cómo están afectando los nutrientes a nuestras plantas. Para esto, debemos regar con agua de conductividad baja, recoger el sobrante y medir su ec para compararlo con los valores previos al riego. Lo ideal sería hacer esto con regularidad, para notar cualquier cambio desfavorable.
¿Cuándo empiezan a engordar los cogollos?
Es difícil hablar de tiempos concretos, porque la maduración de los cogollos va a depender de la cepa que hayamos plantado. Las plantas predominantemente sativas van a tener floraciones más extensas, que pueden llegar a los tres meses. Por su parte, las plantas más índicas tendrán floraciones más cortas, porque originalmente tuvieron que soportar climas más extremos.
Cuando la planta alcanza su punto máximo de producción, generalmente con la llegada de los tricomas, va a entrar en el proceso de senescencia. Esto quiere decir que nuestro cultivo se adentrará en un proceso degenerativo, preparándose para morir. Es aquí cuando suele realizarse la cosecha, ya que aquí se llega al auge de producción de principios activos, como los cannabinoides.
Obviamente, la calidad de nuestras flores se va a ver determinada por los cuidados que le hayamos otorgado a lo largo de su crecimiento. Si la planta se desarrolló en condiciones desfavorables, es probable que sus frutos no sean de lo más provechosos. Es por este motivo que es importante cuidarlas, prevenir plagas y evitar que las condiciones climáticas las afecten.
¿Por qué mi planta no florece?
Una de las principales razones por las que un cultivador puede encontrarse con este problema es por la contaminación lumínica. A veces sucede que la planta no deja de crecer, pero tampoco libera sus primeras flores. Esto puede ser porque no está recibiendo las horas de oscuridad adecuadas. Justamente, el paso a la floración se da con la disminución de horas de luz y el aumento de horas de oscuridad.
Es importante que ese tiempo de oscuridad se respete a rajatabla, porque cualquier fuente de luz que ilumine a nuestras plantas va a alterar el proceso.
Si cultivamos en balcones o jardines, nuestros cultivos pueden estar expuestos a fuentes de luz artificiales que provienen de casas vecinas o incluso de la calle. También, la contaminación puede venir de nuestro propio hogar. Si nuestras plantas están cerca de alguna ventana, pueden captar la luz que viene del interior de nuestra casa.
Para esto existen soluciones. Sin embargo, lo ideal sería prevenir.
Antes de iniciar con el proceso de cultivo, sería óptimo que realicemos un chequeo y nos aseguremos que la zona que elijamos para colocar nuestras plantas esté resguardada de cualquier fuente de luz artificial. Pero si olvidamos hacer esto, y ya estamos en medio del problema, podemos bloquear la luz de muchas maneras. Una de ellas es utilizando pantallas que hagan rebotar la luz.
También, podemos colocar techos corredizos, o incluso tapar nuestras plantas con cajas, siempre procurando que contenga orificios por donde pueda pasar el aire. Otra solución, y la más fácil en caso de que cultivemos en maceta, sería mover las plantas hacia algún lugar donde estén resguardadas de la luz.
Una vez resuelto esto, no debería haber problema: nuestras plantas pueden florecer y dejar ver sus primeros cogollos.