En el podio de los efectos universales del cannabis, la risa y la relajación se ubican en tercer y cuarto lugar. Existen dos efectos puntuales que perciben prácticamente todas las personas que usan cannabis: los ojos rojos y la boca seca.
Los efectos del cannabis son complejos, muy complejos. No sólo no conocemos algunos mecanismos de acción que hacen que la planta produzca dichos efectos sino además sabemos que varían de persona a persona. Encima también dependen de la dosis y hasta del perfil de cannabinoides y sustancias asociadas como los terpenos de la genética o variedad de cannabis que usemos.
Mientras que los efectos como la risa o la relajación pueden considerarse psicológicos y dependen en gran parte del espacio donde usemos cannabis y el estado emocional en que se encuentre la persona usuaria, existen efectos fisiológicos que se repiten en casi todos los individuos que usan cannabis, sea cual sea la forma de uso.
La sensación de boca seca o de reducción de la producción de saliva es un efecto que se aprecia enormemente cuando fumamos cannabis, pero también puede ser producido al usar cannabis por vía oral, como ingiriendo un brownie.
La respuesta a este efecto la tiene, una vez más, el sistema endocannabinoide.
¿Por qué se seca la boca cuando usamos cannabis?
El sistema endocannabinoide (SEC) desempeña un papel fundamental en la regulación de varias funciones fisiológicas, incluida la producción de saliva. Esto se debe a que los receptores cannabinoides, cuyos ejemplos más conocidos son los grupos de receptores CB1 y CB2, se encuentran en todo el cuerpo, incluidas las glándulas salivales.
Existe diversa evidencia científica que respalda la conexión entre el SEC y la reducción de la salivación asociada al uso de cannabis. Un estudio publicado en la revista Scientific Reports destacó que la activación de los receptores CB1 en las glándulas salivales inhibe la liberación de neurotransmisores relacionados con la producción de saliva. Al no contar con la “señal” que active el proceso, las glándulas salivales reducen la cantidad de saliva que pueden producir y se genera la sensación de boca seca.
Otro estudio, publicado en “International Journal of Molecular Sciences“, exploró los efectos de los cannabinoides en las células epiteliales de las glándulas salivales. Se encontró que los cannabinoides, especialmente el THC, reducen la actividad secretora de estas células, de nuevo disminuyendo la producción de saliva.
Además, los efectos vasodilatadores del cannabis también pueden contribuir a la disminución de la producción de saliva. Distintas investigaciones señalaron que la vasodilatación inducida por los cannabinoides podría afectar el suministro sanguíneo a las glándulas salivales, reduciendo o afectando su función secretora.
Los mecanismos de acción se atribuyen en teoría en la modulación de la actividad neuronal y la interferencia con las señales químicas que regulan la producción de saliva. A medida que los cannabinoides se unen a los receptores CB1 en las glándulas salivales, se reduce la liberación de neurotransmisores, modificando así el equilibrio necesario para la producción adecuada de saliva.
Es importante señalar que este efecto no es grave ni se extiende por demasiado tiempo. Además existen maneras muy simples de disminuir la incomodidad y la duración de la sequedad bucal.
¿Cómo quitar la boca seca por usar cannabis?
Para prevenir la sequedad bucal al usar cannabis, deberíamos empezar por tener en cuenta la hidratación. Suena básico pero muchas personas no lo tienen en cuenta. Otro dato a tener en consideración es que este efecto es dosis-dependiente. Esto quiere decir que a bajas dosis la sensación será menor y viceversa, cuanto más grande la dosis mayores efectos podremos apreciar.
Otro detalle es que, como sucede con los ojos rojos, este efecto puede ser más notable en personas que recién comienzan a usar cannabis que en personas más experimentadas. En este aspecto es interesante señalar que el uso regular de cannabis reduce la sensibilidad del sistema endocannabinoide, disminuyendo la intensidad de algunos efectos. Este efecto se conoce como tolerancia y se reduce cuando dejamos de usar cannabis por algún tiempo.
Es muy importante beber suficiente agua antes, durante y después de usar cannabis. Mantenerse bien hidratado ayuda a contrarrestar la reducción de la producción de saliva, aliviando la sensación de boca seca.
Otra estrategia efectiva es masticar chicles sin azúcar o chupar caramelos duros. Esto estimula la producción de saliva y proporciona alivio temporal y rápido.
Evitar el uso simultáneo de tabaco y alcohol puede contribuir a reducir la sequedad bucal, ya que ambos pueden incrementar la sensación de sequedad bucal.
Finalmente, descansar entre inhalaciones permite que las glándulas salivales se recuperen y disminuye la intensidad de la sequedad bucal. Claramente podemos aprovechar estos descansos para poner en práctica alguno de los consejos anteriores.
A la hora del bajón no es mala idea optar por alimentos o snacks jugosos como frutas frescas, jugos, licuados o helados, ya que no solo satisfacen las ganas de comer algo, sino que también ayudan a mantener la boca húmeda y nos mantienen hidratados.
Lógicamente deberíamos evitar alimentos muy salados como fiambres o conservas si no tenemos líquido para acompañarlos.
¿Qué pasa cuando no hay saliva en la boca?
La sequedad bucal, también conocida técnicamente como xerostomía, no solo afecta el confort oral, sino que también puede tener efectos significativos para la salud bucal. Esto no quiere decir que el cannabis sea directamente perjudicial para la salud oral pero es un detalle a tener en cuenta si usamos cannabis regularmente.
La saliva juega un papel crucial en la protección de los dientes y las encías. Cuando hay una disminución prolongada en su producción, aumenta el riesgo de caries, infecciones y enfermedades de las encías. Existen varias condiciones médicas que pueden generar sequedad bucal, así como también fármacos y medicamentos.
La saliva actúa como un mecanismo de limpieza natural, ayudando a eliminar los restos de alimentos y neutralizar los ácidos que pueden dañar el esmalte dental. La falta de saliva puede conducir a una acumulación de placa y bacterias, lo que a su vez aumenta la posibilidad de desarrollar caries.
Además, la sequedad bucal puede impulsar problemas en las encías, ya que la falta de humedad permite que las bacterias proliferen más fácilmente, llevando a la inflamación y posiblemente a la periodontitis.