Hoy la cultura cannábica despide a Brenda Chignoli, una gran luchadora por los derechos de los cultivadores y las cultivadoras, una activista siempre preocupada por acompañar a los usuarios medicinales no sólo brindándoles gratuitamente el aceite que necesitaban, sino haciendo visible las propiedades terapeúticas del cannabis desde hace más de una década.
Brenda nunca dejó de plantar, ni de comprometerse. Ni siquiera cuando fue allanada como tantos y tantas. El cultivo con el que hacía su propia medicina y la de otros fue arrasado dos veces: la primera en 2013, la segunda en 2017.
En esa última ocasión, Brenda fue protagonista de un fallo histórico. Fue cuando Nancy Ávila, la mamá de una adolescente con Síndrome de West que se trataba con su aceite, se enteró de que la Justicia había secuestrado no sólo las plantas de Brenda, sino también los goteros preparados para su hija. Nancy viajó desde Catamarca hasta Córdoba y ahí, junto a Brenda, reclamaron la devolución de los extractos.
Finalmente, el 7 de abril de 2017, el juez Alejandro Sánchez Freytes decidió entregarle los goteros a Nancy. “El derecho no puede resultar insensible al dolor y el sufrimiento humano”, escribió en la resolución. Y sostuvo que en este caso “ciertas normas penales conspiran contra la posibilidad de un adecuado ejercicio y goce de derechos individuales”.
La entrega la hizo la propia la Policía Federal. “Esto es histórico. Quedará como el día en que la Policía le entrega droga a las narcotraficantes, o sea, a nosotras”, dijo con ironía Nancy. En la foto, sacada ese mismo día, Brenda sostiene uno de los goteros que recuperados.
Unos días después, Brenda, imputada por cultivar, recuperó dos frascos de aceite que necesitaba para continuar su propio tratamiento. En la puerta de Tribunales, dijo: “es una victoria, pero estos aceites se nos van a acabar y los importados no nos sirven, ¿por qué no podemos hacer nuestra propia medicina?”.
Desde THC enviamos un abrazo a sus seres queridos y la recordamos como lo que fue para quienes la conocimos en esta larga lucha por nuestros derechos: una mujer plantada todos los días de su vida.
foto: Sebastian Salguero