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Portugal: un modelo que cambió patrulleros por ambulancias

Gracias a una revolucionaria política de drogas implementada en el año 2001, Portugal pasó de tener la tasa más alta de muertes por sobredosis de heroína en la Unión Europea a presentar la segunda más baja.

La clave del éxito portugués fue optar por dejar de criminalizar a los usuarios de drogas y redireccionar su sistema a una lógica de cuidado sanitario y no de castigo penal. Los números son elocuentes: en estos años el país que redujo en un 60% la cantidad de gente detenida y judicializada por tenencia y uso de sustancias psicoactivas.

Eso hizo que la Drug Policy Alliance, la reconocida organización que trabaja por un cambio en las políticas de drogas, haya conformado una comisión para estudiar en detalle el modelo portugués.

La delegación estará compuesta de 70 personas de unas 35 organizaciones entre las que se cuentan tanto personas que fueron encarceladas como familiares de muertos por sobredosis, asistirá a conferencias de expertos del Ministerio de Salud Pública, ONGs, usuarios y expresidiarios.

El grupo visitará los centros de tratamiento de Lisboa y las camionetas que suministran metadona como sustituto para los opioides del mercado negro y al mismo tiempo y conocerán a los equipos de reducción de daños que recorren las calles brindando agujas descartables e información a los usuarios de drogas intravenosas.

Gracias a estas medidas, similares a las políticas holandesas, Portugal redujo la tasa de infección de VIH por uso de drogas intravenosas de 1500 en 2001 a 74 casos anuales en el año 2013.

Un dato destacable de la política portuguesa es que la eliminación de penas relacionadas a la tenencia y el consumo aumentó la predisposición de los usuarios con consumos problemáticos a solicitar ayuda sanitaria para mejorar su calidad de vida.