Las trabas bancarias a la hora de regular el cannabis se hicieron conocidas en la región a partir de Uruguay. Semanas atrás el Bank of America, la banca federal norteamericana, amenazó con dejar de venderle dólares a los bancos uruguayos si estos continuaban teniendo como clientes a farmacias expendedoras de cannabis legal.
El resultado fue que las farmacias comenzaron a renunciar a la venta de marihuana. El Estado urguayo, luego de varios días de análisis, decidió habilitar dispensarios exclusivos para la venta, que se manejarían sólo en efectivo.
Ahora bien, el problema con los bancos no es exclusivo de la República Oriental. De hecho, en Estados Unidos la compañía CanPay dice haber encontrado la solución a las limitaciones bancarias.
En ese país, el sistema de dispensarios legales que existen en más de la mitad de los estados es justamente ese: no poder bancarizar sus operaciones, dado que el gobierno federal mantiene firme la prohibición sobre la planta y su comercialización.
Remando en ese contexto por años, algunos dispensarios y grandes emprendimientos de la floreciente industria del cannabis comenzaron a manejarse con Bitcoins, la moneda virtual.
Pero CanPay desarrolló un sistema de pagos mucho más sencillo poder evitar la prohibición financiera. Se trata de una aplicación para teléfonos celulares que puede descargarse de forma gratuita. Luego, el usuario se registra -según informan desde la empresa, los datos son confidenciales- y asocia su cuenta de CanPay con su cuenta bancaria. Cuando desea realizar una compra la aplicación genera un código. El usuario entrega el código al empleado del dispensario y automáticamente su pago se debitará de su cuenta bancaria.
Otra alternativa al prohibicionismo financiero, el primer gran obstáculo de los países y estados que decidieron regular la venta de cannabis.