En 2016, el pueblo de General Lamadrid fue el primero en hablar de cultivo público de cannabis. Desde entonces, comenzaron a trabajar para su habilitación. Finalmente ayer, el Ministerio de Salud aprobó el cultivo local.
El visto bueno al municipio bonaerense se da en medio de los avances que generó la nueva nueva reglamentación de la ley de cannabis medicinal.
Por un lado, comenzaron a habilitarse nuevas iniciativas público-privadas. Por otro, se puso en marcha el Registro Nacional (Reprocann) para habilitar el autocultivo, una herramienta que sigue generando dudas y posiciones críticas por parte de las organizaciones sociales.
Plantas en Lamadrid
Según el documento que lleva la firma de la ministra de Salud, Carla Vizzotti, desde ahora Lamadrid podrá cultivar cannabis para la investigación médica y científica, dentro de los alcances que tiene la nueva reglamentación de la ley de cannabis medicinal.
Además, se le da intervención al Instituto Nacional de Semillas (INASE) que le permita a la localidad el acceso a las semillas.
Lamadrid podrá cultivar cannabis para la investigación médica y científica, dentro de los alcances que tiene la nueva reglamentación de la ley de cannabis medicinal
El único paso que le falta a Lamadrid para comenzar a germinar es presentar ante la cartera de Salud es el programa que llevará a cabo en su cultivo e informar cada tres meses como avanza el proyecto.
Una historia particular
Pero en medio de estos requerimientos burocráticos y de una ley que avanza con contradicciones, el caso de Lamadrid tiene una historia particular.
Se trata de la primera localidad que de manera transversal se unió para comenzar a exigir el derecho a tener un cultivo comunitarios.
En 2016, antes de que existiera la ley de cannabis medicinal, la localidad fue una de las primeras en aprobar en el Concejo Deliberante una ordenanza para impulsar el cannabis medicinal
En 2016, antes de que existiera la ley de cannabis medicinal, la localidad fue una de las primeras en aprobar en el Concejo Deliberante una ordenanza para impulsar el cannabis medicinal y en pedir la autorización al Estado nacional para comenzar con su producción.
Una de las voces principales del reclamo fue el médico Marcelo Morante, quien estaba acompañado por un pueblo entero con historia propia y que se transformaría con los años en referente del uso medicinal del cannabis.
También estuvo ahí Carlos Aisaguer, más conocido como El Ñato, un usuario de cannabis medicinal que hizo pública su historia contra todo prejuicio.
Gracias al cannabis, el Ñato pudos transitar con dignidad el cáncer de riñón con el que convivía. Falleció en 2017, pero dejó una historia que no sólo fue la suya, sino que además buscaba generar una mirada más realista y humana sobre el cannabis y el derecho a usarlo.
“Es una joda que esta medicación sea tan difícil de conseguir. ¿Por qué es ilegal?, ¿por qué el Estado no se encarga?”, se preguntaba en una charla que mantuvo con THC en su casa de Lamadrid.
“Dan vueltas y vueltas, pero creo que va a llegar el momento de que alguien se haga cargo”, aseguraba el Ñato antes de que comenzaran a aparecer, lentamente, los primeros cambios tan reclamados por la sociedad civil.