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cannabis en brasilShutterstock

Cannabis en Brasil: 222 empresas trabajan con la planta a pesar de la prohibición

Brasil es un vasto país con condiciones climáticas y económicas ideales para el desarrollo general del cannabis. Sin embargo, no hay un marco legal para aprovecharlo. El cultivo y la comercialización de la planta están prohibidos, y el único proyecto de ley que aborda el asunto está archivado en el Senado. 

En el país vecino existe el proyecto 399/15, que contempla la reglamentación de la industria del cáñamo y el cannabis para fines medicinales e industriales. En 2021 la Cámara de Diputados aprobó la iniciativa, pero hasta el momento no hay certezas de que el Senado vaya a hacer lo mismo. 

“Sólo con una autorización judicial podrías cultivar, pero es un riesgo porque lo que eso te concede es el derecho a no terminar preso por hacerlo. Es decir que no hay un permiso especial que habilite el cultivo en sí mismo, y la policía tiene mucha libertad de acción sobre esto”, cuenta Matheus Scoponi, de la organización brasilera AGAPE.

La paradoja es que, a pesar de la ausencia de apoyo legal, hay 222 empresas brasileñas que se relacionan con el cannabis, el cáñamo y sus derivados para sus trabajos. Así lo registró un informe de la consultora local Kaya Mind

La mayoría de estas compañías importa los productos ya terminados debido a la prohibición para fabricarlos en Brasil. Tal es el caso de muchas marcas de ropa que venden remeras hechas con cáñamo y las reciben desde China aprovechando un limbo judicial: no hay un impedimento específico para esta acción.

¿Porqué no se regula la industria del cannabis en Brasil?

El estudio de Kaya Mind argumenta los beneficios que podría traer la regulación de la industria del cannabis y el cáñamo para Brasil.

En primer lugar, consigna que impactaría positivamente en 1.000 sectores diferentes del país. Por otro lado, las proyecciones indican que en cuatro años el Estado podría recaudar más de $60 millones de dólares en impuestos. 

La directora de Kaya Mind, María Eugenia Riscala, dialogó con THC y planteó uno de los obstáculos para la regulación.

“Hay una represión social a la planta porque solo una clase elitista tiene acceso”, cuenta el activista Filipe Suzin.

“Gran parte de los legisladores no entiende la diferencia entre el cannabis y el cáñamo. Esto es por el prejuicio que existe sobre la marihuana que se fuma. Algunos diputados creen que no se podría controlar la finalidad de lo que está siendo plantado, pero esto se puede hacer con instituciones y con mecanismos”, explicó.

Por su parte, el representante de la Asociación Nacional del Cáñamo, Rafael Arcuri, agregó ante este medio que “hay un potencial muy importante para el agronegocio con el cáñamo. El hecho de que no haya una regulación no ayuda en nada al desarrollo del país”, dijo Arcuri.

La falta de acceso a tratamientos con cannabis medicinal en Brasil

La organización brasileña Curando Ivo fue fundada por el activista Filipe Suzin cuando su padre fue diagnosticado con Alzheimer y luchó por acceder a un tratamiento con cannabis. Los datos recogidos por Curando Ivo son alarmantes: sólo el 2% de la clase médica brasileña le prescribe cannabis a sus pacientes. 

Por si fuera poco, luego de la receta hay que conseguir el producto en el mercado exterior, siempre y cuando esté permitido por las autoridades de salud.

Hasta el momento la  Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (ANVISA) aprobó la importación de 18 productos medicinales a base de cannabis. No obstante, los precios para acceder a los mismos son, según Suzin, imposibles para algunas personas. “Hay una represión social a la planta porque solo una clase elitista tiene acceso”, lamentó el activista, en diálogo con THC.

Ante la dificultad para acceder a recetas médicas y a productos con marihuana, se abrió el reclamo por el cultivo.

Hasta ahora, solo una asociación consiguió una habilitación colectiva para cultivar y entregar plantas de cannabis en Brasil. Se trata del grupo Cultivé, formado en 2016 por científicos, profesionales de la salud y cultivadores.

Al margen de este caso, la mayoría de las asociaciones cannábicas cultiva y trabaja en contra de la ley bajo una figura denominada “desobediencia civil pacífica”. 

Los pasos legales para cultivar cannabis

Matheus Scoponi, representante jurídico de la Asociación Goiana de Apoyo e Investigación del Cannabis Medicinal (AGAPE), explicó ante THC las posibilidades de que la Justicia habilite un cultivo personal.

“Sólo con una autorización judicial podrías cultivar, pero es un riesgo porque lo que eso te concede es el derecho a no terminar preso por hacerlo. Es decir que no hay un permiso especial que habilite el cultivo en sí mismo, y la policía tiene mucha libertad de acción sobre esto”.

“Gran parte de los legisladores no entiende la diferencia entre el cannabis y el cáñamo. Esto es por el prejuicio que existe sobre la marihuana que se fuma. Algunos diputados creen que no se podría controlar la finalidad de lo que está siendo plantado, pero esto se puede hacer con instituciones y con mecanismos”, dice María Eugenia Riscala, directora de Kaya Mind.

A su vez, Scoponi indicó que para lograr el mencionado permiso legal hay que llevar a cabo un tedioso proceso previo. “En primer lugar hay que contratar a un abogado en el ámbito privado, ya que el público no te lo ofrece. Luego hay que presentar una vasta documentación médica y demostrar que antes del cannabis se intentó con otros medicamentos y no hubo solución”, detalló.

Así las cosas, en Brasil se profundiza la falta de acceso al cultivo de marihuana y a tratamientos médicos con la planta. El proyecto de ley que aborda el tema está en el Senado y aguarda por un debate que aún no tiene fecha. En el horizonte, además, asoma un escollo no menor: el presidente Jair Bolsonaro advirtió que vetará la ley en caso de que se apruebe.