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@Revista THC

¿Cuáles son las diferencias entre THC y CBD?

Los cannabinoides son los principios activos producidos por las plantas de cannabis, es decir las sustancias que generan efectos terapéuticos y psicoactivos. Conocidos por siglas, escuchamos sobre algunos de ellos a diario. ¿Pero hay diferencias entre el THC y el CBD?

Los cannabinoides están presentes en mayor cantidad en las flores de las plantas hembra, en menor medida en las flores de las plantas machos y solo en trazas en el resto de la planta. Y aunque la planta de cannabis pueda producir generosas cosechas, los cannabinoides son una fracción en comparación con la producción de otras sustancias como las aromáticas.

Para tener una idea de la proporción, una genética hipotética posee un 20% de THC. Esto quiere decir que en un gramo, 1000 miligramos, habrá, teóricamente, 200 miligramos de THC. Con una dosificación promedio de entre 5 a 50 miligramos, es fácil entender porqué es necesaria una gran cantidad de plantas para tratamientos continuos.

El cannabinoide más conocido es el THC, que produce efectos psicoactivos y fue el primer cannabinoide en ser aislado e identificado. Le sigue en “popularidad” el CBD, que cobró notoriedad en los últimos años como un cannabinoide multiuso, capaz de producir efectos beneficiosos en áreas tan disímiles como la piel o el sistema nervioso central.

Existe una falsa dicotomía que señala al THC como un cannabinoide de uso adulto o recreativo y al CBD como una sustancia de interés medicinal. Existen varios puntos que desmienten esta idea. La división responde a cuestiones más legales, que biológicas.

Por otra parte, en base a esa distinción, suele sostenerse que el CBD, a diferencia del THC, no tiene efectos psicoactivos. Se trata de un error conceptual importante, dado que los cannabinoides son psicoactivos por el hecho de que generan un efecto en el sistema nervioso central.

En principio, todas las plantas de Cannabis producen cannabinoides, siendo la principal diferencia la proporción y cantidad: en las plantas que se conocen como de cáñamo de uso industrial, la cantidad total de cannabinoides no suele superar el 4% y en su mayoría producen CBDA y otros cannabinoides como el CBG.

En las variedades de uso adulto o medicinal, además de CBD se produce THC y otros cannabinoides psicoactivos, en proporciones muchísimo más altas que las variedades de uso industrial.

Diferencias entre THC y CBD

El efecto de los fitocannabinoides como el THC y el CBD se da a partir de la interacción de estas sustancias con varios grupos de receptores presentes en el organismo humano y conocidos como Sistema Endocannabinoide.

Más específicamente se trata en gran parte de los receptores CB1 y CB2 y en menor medida otros receptores asociados. El grupo CB1 se encuentra localizado principalmente en el sistema nervioso central y manifiesta sus efectos sobre la actividad motora, el pensamiento, el apetito, la memoria y la percepción del dolor.

En cambio el grupo CB2 está ubicado de una forma más “periférica”, en el intestino, los riñones, el páncreas, el sistema reproductivo y gastrointestinal, etc.

En este sentido el mecanismo de acción de cada cannabinoide es una de las diferencias entre el THC y el CBD. El THC es un agonista directo de los receptores CB1 y CB2, mientras que el CBD no tiene un mecanismo de acción identificado claramente.

Se cree que interviene modulando la acción de los demás cannabinoides, sea estimulando o deprimiendo receptores o bien modulando la duración de las sustancias en el organismo.

Efectos que produce el CBD

Conocido principalmente como ansiolítico y anticonvulsivo, el CBD también posee efectos antiinflamatorios y antiespasmódicos. Es también un eficiente analgésico.

Utilizado por vía tópica, el CBD posee propiedades antibacterianas, que además han sido evaluadas como desinfectante en la industria alimenticia y en hospitales y laboratorios.

Otro efecto interesante del CBD es que puede modular la respuesta del sistema inmunológico. Esto significa que en caso de una reacción exagerada que puede producir daños y secuelas, como en el caso del COVID-19 o las enfermedades autoinmunes, el CBD puede reducir los síntomas.

A diferencia del THC, el CBD no produce efectos más vinculados a la relajación y disminución de la ansiedad. Por esta razón su uso es cada vez menos restringido y podemos encontrarlo en todo tipo de productos, tanto alimenticios como de uso tópico.

¿El THC tiene efectos medicinales?

Además de generar los conocidos efectos psicoactivos, el THC es un excelente analgésico, relajante muscular e incluso posee distintos mecanismos de acción para inhibir el crecimiento de células cancerosas.

El “bajón”, la sensación de hambre que genera el uso de cannabis, está asociado generalmente al uso recreativo, pero es uno de los efectos medicinales más interesantes del THC.

Como orexígeno, sustancia que estimula el apetito, el THC es extremadamente eficaz y recomendado en casos de anorexia nerviosa, falta de apetito por terapias oncológicas o VIH.

Cómo se producen el THC y el CBD

Es importante destacar que no vamos a encontrar THC y CBD en una planta viva, sino que son un producto de la oxidación y descarboxilación de estos compuestos en sus formas ácidas.

La luz, el oxígeno y el calor producen alteraciones en la estructura molecular de las sustancias conocidas como “precursoras”, los cannabinoides ácidos, haciéndolos “mutar” a moléculas de similar estructura pero diferentes efectos. Existen varias denominaciones para estas “mutaciones”, como isómeros, análogos, etc.

diferencias entre THC y CBD
El proceso quimico que conduce desde CBGA y CBGVA a THC y CBD es un proceso que se realiza parte con la planta viva y parte luego de cosechada.



Ambos cannabinoides surgen del precursor fundamental, el CBGA y CBGVA. Estas sustancias son convertidas mediante enzimas presentes en el organismo vegetal, a los cannabinoides ácidos THCA, CBDA, CBCA y demás.

Por su parte, el grupo CBGVA da origen a las variantes “V”: THCVA, CBDVA, etc.

Estos compuestos ácidos, “crudos” para decirlo en términos comunes, deben pasar un proceso de exposición a la luz, el oxígeno o el calor, que como una especie de “cocción” convierten a los cannabinoides ácidos en cannabinoides descarboxilados.

Este proceso cambia los efectos percibidos: en el caso del THCA (ácido) que no produce efectos psicoactivos, la descarboxilación lo convierte en THC, que si posee efectos psicoactivos.

¿El CBD tiene usos recreativos?

La falta de información genera que se sostenga que el uso “recreativo” del cannabis se centra en el THC, cuando la realidad es que cuanto más complejo y completo es el análisis de los principios activos presentes en la planta, mejor se pueden entender los efectos psicoactivos.

Existen varios estudios que señalan un potencial rol del CBD como un modulador de la intensidad de los efectos psicoactivos perceptibles del THC. Estos estudios se basan en distintas fuentes: por un lado, las diferentes experiencias al usar variedades con perfiles de cannabinoides diferentes.

Otro punto que sostiene esta teoría son los aparentes efectos opuestos que poseen ambas sustancias cuando son ingeridas aisladas, es decir en estado puro.

En este sentido también interviene el efecto séquito, es decir la interacción entre todas las sustancia que acompañan a los cannabinoides como terpenos, flavonoides y otras sustancias volátiles aromáticas. El punto importante es que más allá de las diferencias entre THC y CBD, se trata de sustancias que trabajan como un conjunto terapéutico imposible de separar.