¿Es posible recuperar plantas después de un allanamiento? La pregunta hubiera sido imposible antes del Registro del Programa Cannabis (Reprocann).
Sin embargo, su creación habilitó nuevos escenarios jurídicos. En la actualidad, y bajo determinadas circunstancias, un cultivador autorizado puede hacer una denuncia por daños si la actuación de la Policía o de algún funcionario judicial echa a perder su medicina.
Desde que comenzó a regir el Reprocann hay una noticia que se repite de forma similar. En el marco de un allanamiento, la Policía secuestra plantas de cannabis. Las cortan de raíz y las “matan” o las conservan en algún espacio inapropiado y se llenan de hongos.
Entonces, cuando la Justicia confirma que su propietario estaba autorizado por el Estado a cultivar, ordena restituirlas. Sin embargo, la Justicia suele devolver las plantas absolutamente dañadas y ya no sirven para nada.
Para que los cultivadores pueda avanzar en una demanda contra el Estado, se deben dar una serie de condiciones. Cada caso es particular y es fundamental tener en claro cómo actuar durante el allanamiento y después.
¿Es posible recuperar plantas después de un allanamiento?
Para saber si se puede demandar al Estado cuando devuelve plantas dañadas, primero es necesario conocer las condiciones en las que fueron secuestradas.
En líneas generales, se puede hablar de dos tipos de secuestros. Por un lado, el que se produce en el marco de un allanamiento con una orden judicial que explícitamente mandó a secuestrar las plantas.
Por el otro, aquel allanamiento en el que la Policía llega a un domicilio en búsqueda de otra prueba y se encuentra con plantas de cannabis.
En el primer caso, el cultivador no tiene margen para hacer ningún tipo de planteo durante el allanamiento. Si hubo un juez o un fiscal que autorizó el secuestro, lo único que puede hacer es informar a los policías que es un usuario inscripto en el Reprocann para intentar que se protejan las plantas. Además, debe pedir que esa autorización quede registrada en el acta que labren los efectivos.
Los secuestros que suceden “por sorpresa” son los que generan mayores complicaciones. En algunos casos, la orden que llevan los uniformados funciona como un “cheque en blanco”.
Es decir, el juez o el fiscal autorizan a los efectivos a secuestrar cualquier elemento que consideren que se pueda vincular a un delito. La regla general, hasta la creación del Reprocann, era asociar siempre al cannabis con el crimen.
Los cultivadores que se encuentren en esa situación deben informarle a los efectivos que están autorizados. La Policía, en consecuencia, debe informar al fiscal o al juez la situación para que ellos decidan.
¿Puedo demandar al Estado para recuperar plantas después de un allanamiento?
Sea cual sea el tipo de allanamiento, la recomendación es que el cultivador se acerque al Tribunal y presente un escrito en el que reclame la restitución de sus plantas argumentando que son parte de su tratamiento de salud.
La Justicia tiene la obligación de rechazar o aceptar la devolución en un plazo de tres días.
Si el juez ratifica el secuestro, no hay mucho por hacer. En cambio, si lo rechaza o si se vence el plazo de respuesta, hay posibilidades de hacer una demanda civil por daños en el fuero Contencioso Administrativo.
Sin embargo, no siempre son sencillas de llevar a cabo.
Cómo demostrar que las plantas fueron dañadas
El cultivador debe probar que hubo un error judicial o un mal desempeño en el proceso penal que le produjo un daño. Un error judicial podría ser, justamente, que no se haya ratificado el secuestro en el tiempo previsto.
Sin embargo, ¿qué sucede cuando se cumplen los plazos pero las plantas habían sido cortadas de raíz y murieron o se restituyen llenas de moho? Al no existir una ley o un protocolo de actuación obligatorio para este tipo de situaciones, la posibilidad de demostrar que hubo error es un poco más compleja, pero no imposible.
Con el Reprocann, el cannabis es un derecho
Los abogados consultados por THC coinciden: si la Policía le secuestra plantas a un cultivador sin Reprocann, las posibilidades de demandar luego al Estado son prácticamente imposibles.
Por eso, mostrar el certificado durante el operativo y dejar constancia por escrito es el primer paso que se debe dar.
“Las personas tienen que saber que los derechos también se ejercen”, insistió una de las abogadas. Sucede que la creación del Reprocann significó un gran avance que aun está en proceso y, en muchos casos, los policías o los funcionarios judiciales no tienen la información suficiente para entender por qué se deben preservar las plantas.