El Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) llevó adelante un estudio comparativo entre laboratorios que trabajan con cannabis, con el objetivo de mejorar la calidad de las mediciones.
Cada establecimiento analizó muestras de cannabis de uso médico y los resultados sirvieron como base para detectar y desarrollar oportunidades de mejora.
El uso de cannabis medicinal es una realidad cada vez más extendida en Argentina. La gran variedad de síntomas y patologías que pueden tratarse con la planta generó que el aumento de personas usuarias aumente de forma exponencial.
A su vez, la legislación argentina permite el autocultivo a través del Reprocann, el registro nacional que requiere una prescripción médica para ser autorizado. Las personas registradas no sólo pueden plantar, sino que el derecho a hacerlo habilita que hagan en sus casas aceites para uso terapéutico.
En este proceso, en muchos casos las personas buscan hacer mediciones para conocer los cannabinoides que contienen sus extractos, especialmente cuando lo realizan a partir de nuevas variedades.
Por ese motivo, desde el INTI decidieron llevar adelante un estudio comparativo (el primero de Sudamérica) que permitió conocer la calidad de las mediciones en los laboratorios argentinos y ajustar los procesos para mejorarlas.
Mejores análisis, mejores productos terapéuticos
“Al ser un sector en desarrollo, y considerando el impacto del uso del cannabis medicinal en la salud de la población, es necesario contar con mediciones confiables”, plantea a THC la subgerenta de Metrología Científica e Industrial del INTI, Patricia Gatti.
Hay laboratorios de universidades, centros de investigación, empresas de la industria farmacéutica y entidades públicas y privadas que por distintas razones ofrecen el servicio de análisis de muestras de cannabis, y tienen distintos recorridos en cuanto a la calidad de sus mediciones.
Por eso “este estudio busca mostrar qué grado de concordancia hay entre los resultados que se emiten en nuestro país para plantear acciones de mejora y armonización de las mediciones, y que las mismas sean confiables en cualquiera de los laboratorios que las emitan”, explican desde el INTI.
Del estudio participaron 27 laboratorios de Argentina, tanto públicos como privados que recibieron del INTI muestras de los dos compuestos activos principales del cannabis (THC y CBD) y las analizaron con sus propios métodos y patrones.
Especialistas del Servicio Argentino de Interlaboratorios del INTI evaluaron el desempeño de cada laboratorio usando como referencia las normas ISO 17043 de evaluación de la conformidad; la ISO 13528 sobre pruebas de competencia mediante comparación entre laboratorios; y la resolución 781/2022 del Ministerio de Salud de la Nación, referida a productos vegetales a base de cannabis y sus derivados, destinados al uso y aplicación en medicina humana.
Tras comparar los resultados entre los laboratorios, según Gatti “se muestra un nivel de concordancia inicial bueno, pero también indica que hay que seguir trabajando para desarrollar las herramientas que todavía hacen falta”.
Por eso, el Instituto diseñó un plan que contempla “capacitaciones, talleres, provisión de Materiales de Referencia Certificados (patrones) y asistencia técnica a laboratorios”. El plan ya fue presentado a distintas autoridades del sector y esperan el financiamiento para llevarlo a cabo.
“Mientras tanto vamos produciendo desde el INTI con nuestros propios fondos algunas herramientas (patrones e interlaboratorios o ensayos de aptitud) que ponemos a disposición del sector”, detalla la funcionaria.
Un apoyo técnico para productores y laboratorios
El INTI enfoca su trabajo en asegurar de la calidad, y en cuanto al cannabis, su objetivo es trabajar con quienes producen derivados -tanto para uso personal como para terceros- en la estandarización de los productos y con los laboratorios para que puedan “asegurar el contenido de cannabinoides con fines terapéuticos”, de forma que esto sea un respaldo para los y las usuarias.
“En un contexto de crecimiento global de la industria del cannabis, el rol de institutos de metrología como el INTI resulta estratégico para garantizar la competencia técnica de los laboratorios y mejorar la calidad de las mediciones del sector a nivel nacional”, asegura Gatti.
En el segundo semestre del año, el INTI tiene previsto realizar un nuevo estudio interlaboratorio referido a otros aspectos de control del cultivo, incorporando otros cannabinoides a la medición y diferentes matrices de estudio para seguir aumentando “el grado de complejidad del desafío analítico”.
También buscará avanzar y profundizar en su plan de resguardo de la calidad para análisis de cannabinoides con capacitaciones, auditorías y el diseño de patrones de referencia.