Las culturas del cannabis y el vino comparten una piedra fundacional y es el aroma. Son mundos de combinaciones y exploraciones, de navegantes que descubren presencias en rastros.
Es que los aromas del cannabis no son ajenos al resto de las plantas que conocemos. Y es justamente otra muestra de la magia que rodea a tan singular planta: la capacidad de combinar sensaciones que nunca habíamos pensado, en algo tan sutil como un perfume. Algo que los vinos y los espumantes conocen muy bien.
Terpénica es el primer vino espumante con terpenos de Cannabis en su composición, producido en Mendoza, Argentina por Florencia Burgoa y Mariano Sisti. Creadores de esta única experiencia sensorial, dirigen juntos la histórica bodega Piedras 202, que funciona en una antigua casona con tanta historia que por allí incluso pasó el Libertador Don José de San Martín.
“Fuimos los primeros en tener la aprobación de un producto vínico con perfiles aromáticos cannábicos”, cuenta la pareja a THC. “Actualmente estamos exportando a México y preparando para llegar a Chile y Canadá”.
¿Cómo nació Terpénica?
“Siempre tuve un vínculo con la vitivinicultura ya que mi familia se dedicaba a la elaboración de vinos.” cuenta Florencia. “Me involucré completamente cuando mi papá decidió reconvertir la bodega de vinos en champagnera, aunque en ese tiempo yo no tenía un vínculo con el cannabis”, aclara.
Mariano explica que se dedicaba al Vitreaux, el antiguo arte de combinar vidrios de colores para formar imágenes y patrones. “Cuando conocí a Flor decidimos llevar adelante un proyecto de cultivo de vid y así empezó mi primer contacto con la vitivinicultura” recuerda.
Terpénica es un vino espumante compuesto enteramente hecho en Argentina, con el agregado de terpenos hidrosolubles que aportan perfiles aromáticos presentes en las plantas de cannabis como la exquisita Girl Scout Cookies
“Al poco tiempo la tierra me sedujo para incursionar en el cultivo de mis primeras plantas de cannabis”, recuerda Mariano. “Básicamente me enamoré del cannabis y la vitivinicultura, y surgió un vínculo muy fuerte con la necesidad de saber cada vez más, sobre su cultivo pero también sobre su cultura”.
Técnicamente, Terpénica es un vino espumante compuesto, con el agregado de terpenos hidrosolubles que aportan perfiles aromáticos presentes en las plantas de Cannabis. Así lograron seis líneas inspiradas en variedades como Critical Jack, Girl Scout Cookies o Holy Grail Kush.
El espumante Terpénica está compuesto por un blend de uvas chardonnay y viognier que junto a los terpenos agregados generan una experiencia completamente diferente.
“Se eligieron estas variedades de uva porque el chardonnay nos aporta fruta y el viognier es una variedad muy terpénica, que en conjunto el agregado de terpenos logramos una complejidad organoléptica que ha enamorado a miles de paladares”, explica el dúo de vitivini-cannabicultores.
“Generamos la toma de espuma en grandes vasijas de acero inoxidable con azúcar y levaduras seleccionadas”, detallan. Es decir que las burbujas son producto de la acción de microorganismos y no de la suma de gas carbónico.
“Esta elaboración es conocida como método charmat. Después de mucho tiempo logramos el aval del Instituto Nacional de Vitivinicultura, el ANMAT, Instituto Nacional de Alimentos y el INPI”, cuentan.
¿Cuáles son las características de los espumantes cannábicos?
“Los terpenos tienen una cantidad de cualidades botánicas para el cuerpo que es sorprendente, día a día vamos descubriendo sus beneficios”, detalla Mariano. “Mejoran la relajación, la concentración o la creatividad, por nombrar algunos”.
El desarrollo de Terpénica impulsó que se cree una nueva categoría para inscribir espumantes con agregados, en este caso terpenos, permitiendo el desarrollo de una nueva forma de disfrutar los vinos espumantes
“A mi me sorprendió la amplitud de aromas y sabores”, explica Florencia. “Enriquecen y realzan las características organolépticas del vino de una manera que va más allá de los ingredientes básicos.”
Con el agregado de terpenos como el mirceno, pineno o cariofileno, Terpénica logra combinar notas especiadas, dulces o tropicales, con tonos de frutas o hierbas, en un producto que es también único en su categoría.
La pareja fue impulsora de una nueva categoría para inscribir espumantes con agregados, en este caso terpenos, permitiendo el desarrollo de una nueva forma de disfrutar los vinos espumantes.
Además, el emprendimiento es una de las pocas bodegas de espumantes que existen en Mendoza, en comparación con las casi 5000 bodegas de vinos tradicionales.
¿Qué experiencia anterior ayudó a desarrollar este proyecto?
“La experiencia clave para el desarrollo de este proyecto fue sin dudas haber conocido a Flor y a su familia que siempre nos apoyó y confió en lo que estábamos haciendo”, relata Mariano.
“De hecho el primero en probar el espumante fue mi suegro, yo estaba incursionando con otros tipos de hierbas hasta que visualicé hacerlo con cannabis”, recuerda.
“Cuando arrancamos en el 2005 nos decían que era imposible hacer un espumante con un concepto cannábico”, continúa. “Luego de 18 años por fin puedo decir que tenemos el primer espumante con un concepto cannábico legalizado 100% por el Instituto de Vitivinicultura.”