En los próximos días, según fuentes oficiales, el gobierno uruguayo presentaría un decreto para resolver los problemas en torno a la venta de cannabis.
La regulación uruguaya permite, además del cultivo personal y colectivo, la adquisición de cannabis en farmacias. Esta última modalidad fue la última en ponerse en funcionamiento pero, a pesar del éxito, se enfrentó a las trabas financieras impuestas por el Bank of America al sistema bancario charrúa. Se trató de una amenaza concreta: los bancos que mantengan cuentas de farmacias que vendan cannabis, esas instituciones no recibirán más dólares, lo que las aislaría del sistema financiero internacional.
En ese contexto, algunas farmacias eligieron abandonar la venta de marihuana legal, lo que hizo pensar a muchos que la pata más vanguardista de la regulación uruguaya iba a tocar fondo.
Sin embargo, y pese a que el gobierno reconoció que la provisión de cannabis a las farmacias no alcanza aún las cantidades esperadas, otras farmacias decidieron abandonar el sistema bancario y pasar todas sus operaciones a efectivo para poder seguir ofreciendo cannabis a los usuarios.
En las últimas horas, fuentes del gobierno, aseguraron que mediante un decreto reglamentario habilitarán a otros negocios privados a sumarse a la venta de marihuana legal lo que definen como “dispositivos complementarios a la ley de farmacias”.
Se espera que en los próximos días la estrategia oficial sea anunciada al público. Todo indicaría que, lejos de renunciar a los derechos conquistados, Uruguay va seguir proponiendo alternativas.